PERU: “CONSTRUYAMOS LA EDUCACION”
O sea, ya no demorar más en educarnos.
El aviso publicado en un diario local ha sido firmado por numerosos y conocidos intelectuales y hombres públicos, felicitando al Consejo Nacional de Educación por haber tomado al toro por las astas: educar al Perú cueste lo que costare para que el año 2021, se le pueda decir al Perú: “Tarea Cumplida”.
En el aviso “La Educación del futuro la construimos hoy”, se felicita al Consejo por “haber logrado traducir esas aspiraciones (las de la Educación Pública) en un Proyecto Educativo Nacional, presentado a toda la sociedad y a las autoridades como el marco estratégico para iniciar esa gran transformación. Saludamos la propuesta y hacemos nuestro ese proyecto”.
En 1979, Jorge Basadre dijo una vez más que “Hoy, el objetivo nacional debe ser la formación del ciudadano auténtico y habría que agregar el objetivo concreto de seleccionar y especializar cuadros de jóvenes sin ninguna discriminación de clase, sobre todo para estimular en ellos las investigaciones en el campo de las humanidades, de las ciencias y de la tecnología”.
Cuánta sabiduría del historiador en estas palabras pronunciadas hace nada menos que 30 años, cuando, por ejemplo, la ciencia y la tecnología andaban rezagadas.
Además, cómo le dolía a Basadre testimoniar la discriminación en nuestro país y el desinterés por la educación pública, el sector más estratégico para la vida y el desarrollo del país.
Pero, no solo Basadre sabía que en la educación residía el quid del asunto. Blas Valera, citado por el Inca Garcilaso de la Vega, a principio del siglo XVII, decía que: “Este Inca (Pachacutec) ante todas cosas, ennobleció y amplió con grandes honras y favores las escuelas que el rey inca Roca fundó en el Cuzco, aumentó el número de los preceptores y maestros, mandó que todos los señores de vasallos, los capitanes y sus hijos, y universalmente todos los indios de cualquier oficio que fuesen los soldados y los inferiores a ellos, usasen la lengua del Cuzco, y que no se diese gobierno, dignidad ni señorío sino la que supiese bien”.
Ahora se dice: “Sabemos que nuestra educación atraviesa por una grave crisis estructural, y que sólo puede ser revertida mediante una transformación profunda basada en una visión de largo plazo que comprometa la acción conjunta de la sociedad y los gobiernos, sostenida en el tiempo.
“Es fundamental –prosigue el comunicado- para confrontar el desafío de lograr una educación de calidad a la que puedan acceder todos los peruanos sin distinción, tener claridad en la visión de la educación que queremos y necesitamos construir en los objetivos que debemos perseguir, y en las políticas y medidas que debemos aplicar para lograrlo”.
No es un plagio sino una alturada reiteración al ideario de Basadre aquello de una educación sin ningún tipo de discriminación.
Tampoco una copia al pensamiento del maestro Luis Jaime Cisneros, aparecido en su artículo periodístico “Educación, una política de largo plazo", donde, en referencia al acuerdo del Consejo de Educación, recuerda: “Se comprenderá que no ha sido novedad para mi, que estuve cerca de la labor de Basadre y que soy un convencido de que si no diseñamos una política educativa que tenga quince años de horizonte y que no esté basada en la calidad de la enseñanza y la calidad del aprendizaje, no estaremos diseñando una educación para el porvenir”.
El maestro Cisneros ha alabado en un artículo largo y tendido, la citada decisión del Consejo, y ha ofrecido seguir comentándolo. El es uno de los firmantes ilustres, tanto como el padre Gustavo Gutiérrez, premio Príncipe de Asturias, entre otros.
Finalmente, el aviso que me ha servido de apoyo para escribir este texto, termina concretando: “Pero si queremos llegar a conseguir esa visión de la nueva educación que se nos propone para el año 2021, debemos tener claro que es imperioso empezar hoy. Por ello resulta urgente que el gobierno asuma la responsabilidad de aprobar el Proyecto Educativo Nacional y propiciar su adopción como política de Estado por el foro del Acuerdo Nacional, para revertir la histórica tendencia de entender los cambios de gobierno como cambios de las políticas de largo plazo”.
Las últimas estadísticas sobre la educación en el Perú han sido humillantes, tanto para nosotros los pobladores como para las autoridades y los gobiernos.
Recientemente, en uno de mis últimos post, consigné las declaraciones del profesor Herbert Morote quien daba estas cifras: “El Perú invierte solo el 3.4% de su PBI en educación. La media latinoamericana es de 4%. México invierte 5.8%, Finlandia 8%. Un sanmarquino recibe mil dólares al año, un finlandés, 45 mil dólares, mientras un chileno, 15 mil”.
La inversiòn del Perú en educación aún es mísera.
El Consejo de Educación nos ha puesto a todos en alerta. A partir de ahora, el slogan de guerra contra la ignorancia, podría ser el consignado en el aviso referido: “Construyamos hoy LA EDUCACIÒN del mañana”.
Entonces, el Perú, como lo diría Vallejo: “Abrazó al primer hombre; echóse a andar!...