CHILE Y ASIA: PROBLEMAS
FRONTERAS
El problema de fronteras con el país del Sur no es de hoy, es muy antiguo, ni siquiera desde después del Tratado de 1929. Debe mantenerse desde mucho tiempo atrás. Acaso, desde después de la Guerra del 79. La estrategia que plantea la Doctrina Portales pareciera estar aún a medio camino. “Las fuerzas navales...deben dominar para siempre en el Pacífico y ojalá la de Chile para siempre”
El retrato más cercano a la realidad de la situación por lo que atraviesan actualmente las sociedades de Perú y Chile, la describe Pedro Godoy, muy acertadamente en su artículo “Frontera acuática daña a dos regiones peruanas”.
Ahí dice:. “Chilenofobia allá, peruanofobia aquí, y los bolivianos denunciados como “enemigos de la patria”. Quienes abogamos por la complementación y la paz de los segmentos de la Patria Grande, hemos quedado a la intemperie. Tsunamis chauvinistas lo inundan todo. Hay tambores de guerra. Campea el odio allá mezclado con resentimiento y aquí, con prepotencia”.
Y Godoy es Director del Centro de Estudios chilenos y vive en Santiago. Godoy piensa más en la unión de América que en la desunión de los países que la conforman. Qué pena que solo él y pocos chilenos piensen así, pero no la mayoría.
El armamentismo chileno tantas veces denunciado en estos últimos años por personajes peruanos y extranjeros, no al amparo de chauvinismos ni odios inútiles sino de vehemencia natural por la perennización del Perú, no es gratuito. Todos consideran que no se trata de renovación de viejos armamentos, sino de armarse para otros fines.
Lo que acaba de ocurrir es un botón de muestra.
Frente al hecho felizmente superado ya, -Chile quería adueñarse de un pedazo de Tacna así porque sí- el Perú no debe cruzarse de brazos para que no le suceda lo del 79.
Es cierto, el TC chileno no ha permitido que el Ejecutivo haga lo que le pareció en gana. Eso demuestra que sus poderes son autónomos y muy respetables. Pero, hay chilenos que han rechazado al TC por considerar que no debió fallar contra la señora Bachellet. Pero, en fin, por ahora, hay paz.
Los políticos patriotas y los estrategas conocedores saben, sin embargo que el problema limítrofe en Tacna no está resuelto aún. El Punto Concordia aún no fijado, es clave para que se terminen los problemas limítrofes con Chile de una vez por todas.
El Vicealmirante (r) Jorge Brousset Barrios, experto en este tema, declaró al diario La República, que: “En el año 2005, cuando el Perú promulgó la Ley de Líneas de Bases, Chile protestó y denuncio esta norma. Su propósito era desconocer el punto 266 fijado en la Ley de Líneas de Base que corresponden al Punto Concordia. Repito que para que ese Punto Concordia tenga una validez absoluta lo necesario es que el Perú y Chile se sienten para darles sus coordinadas definitivas. El problema es que Chile se ha negado a fijar este punto a pesar de que el Perú se lo ha propuesto”.
En estas circunstancias, uno se pregunta ¿y cuando podría ocurrir esto?. Podría ser cuando seamos capaces de hablarle de tú a Chile, ahora no. Ahora, como dice Godoy, Chile está lleno de prepotencias.
Ojalá, las autoridades peruanas pongan las barbas en remojo y le dediquen todo el tiempo que sea posible a discutir este problema que es el más angustioso de todos los que vive el país por tratarse de su soberanía.
El general (r) Edgardo Mercado Jarrín, dijo una vez que a lo que debe aspirar siempre el Perú es a la cohesión. Y explicó largamente en que consistía la cohesión y de que manera fundamental decidía los conflictos.
ASIA.
Es una lástima que el Perú, cien años después de la tragedia del 79, todavía no haya logrado cohesionarse, es decir unirse en torno a un solo ideal patriótico. Chile, desde anes del 79 ya era una naciòn, nosotros no. Las disensiones caudillistas de entonces, la falta de cohesión entre todos los que vivían en este país con lìmites precisos, fue un punto capital en contra del Perú de entonces, y podría serlo frente a cualquier circunstancia futura.
Las autoridades del Perú, no toman en cuenta lo que dicen personajes ilustrados y conscientes sobre el desdén frente a las circunstancias bélicas, frente al racismo y la discriminación social que todavía existe en el país.
Justamente, este párrafo esta dedicado a lo que el domingo pasó en Asia. Asia es una de las tantas playas que funcionan como balneario en el sur de Lima.
Pues, bien, Algunas ONGs comprometidas con los DD. HH. conocedoras de que en algunas playas elitistas como la de Asia, no se permitía que criadas o amas de casa, se bañaran cuando las patronas lo hacían, prepararon un mitin de protesta que se realizó el domingo.
No fue un éxito rotundo sino anecdótico y por eso hasta mereció frases mediáticas de sorna. Pero de lo que se trataba era de simbolizar que todavía en el Perú, nos distinguimos unos de otros racialmente.
El Perú, desde la República quedó dividido en dos, partido por la cuchilla de la Cordillera de los Andes. Por desgracia, los pegados al mar prosperaron porque tuvieron todo el apoyo estatal, mientras los andinos quedaron relegados tanto que, por lo general, se considera que las muchachas de la región serrana, solo pueden servir como empleadas del hogar o sirvientas, como se las llamaba antes.
Pues, bien, ahora que raros clarines se escuchan en lontananza, bueno sería que las autoridades apuraran el paso para la integración nacional, más apoyo a los indígenas, más educación y más amor a los serranos, a los selváticos, a todos aquellos que siempre fueron discriminados racial, cultural o étnicamente.
El fenómeno de la cholificación está ocurriendo, como lo presumiera en el 50, el estudioso, doctor José Matos Mar. Pero precisamos acelerar el fenómeno, incentivarnos en busca de la cohesión de peruanos, total. No debemos ver por encima del hombro que los empresarios chilenos hayan tomado nuestras principales ciudades y nuestros cielos, estén tomados por los pilotos de LAN, como se dice de vez en cuando en los periódicos.
Nada estaría mal si detrás de todo esto no rondara el fantasma de Diego Portales, y no hubiera tanta prepotencia (bélica), como lo dice el estudioso chileno Pedro Godoy.
Esta es una voz de alerta, aunque en el fondo un clamor para que haya entendimiento, para que la solidaridad supere a la vanidad, para que la imagen de América se presente al mundo bellamente antes que empapada en sangre.