BOBBY FISHER,JAQUE AL REY

Nadie dejará de sentir la más profunda indignación y sentido de frustración humana luego de ver las imágenes de Bobby Fisher aparecidas en una de las páginas de Deportes del diario La PRIMERA.
La indignación puede tener dos fuentes, la una social y la otra política.
La social, porque Fisher aparece muy mal trajeado, demasiado pobremente vestido, como un mendigo, con una chompa y un bluejean raídos y comunes y una gorrita de esas que usan solo los homeless norteamericanos.
En otra fotografía se le ve barbado, con el rostro cubierto como con unas matas secas de nieve y una mirada perdida en el infinito.
O sea, un viejo –apenas tiene 65 años- viviendo la peor de las vejeces, porque todos vamos a ser viejos o ya lo somos, y muchos de nosotros acaso vistiendo medicantemente, pero no peor que él, que Bobby Fisher.

A propósito, ¿Sabe usted quien es Bobby Ficher, recuerda quién es él?
Bobby Fisher se coronó Campeón Mundial de Ajedrez, el deporte más hermoso del mundo, en 1972, cuando tenía apenas 29 años..
Su vida dedicada solo al ajedrez es única. Fisher jamás tomó al ajedrez como un negocio sino como un deporte o juego-ciencia. Despreció ríos de dólares, solo cobró lo que el pensó que debía recibir.
Cuando jugaba no permita que lo molestara nada ni nadie ni siquiera el vuelo de una mosca.
Su vida tuvo mucho de anécdotas buenas y malas, giros psicodélicos y estrambótico, pero también de decencia y magnanimidad. Este es el lado humano. Está considerado como uno de los 10 más grandes jugadores de la historia. Es legendario.

El lado político-económico constaría de lo siguiente: Estados Unidos, el país considerado por los norteamericanos mismos como el más democrático del mundo, no le quiere dar visa de ingreso, a uno de sus hijos: Fisher nació en Chicago, el 9 de marzo de 1943, y haber pasado toda su vida en USA.
Fisher, siempre tuvo asco a la política de su país, tanto, que según los medios de comunicación, el presidente Bush, debe ser calificado de criminal internacional. Cuando ocurrió lo del 11 de Septiembre, Fisher pensó que eso se merecía su país bajo el gobierno de Bush.
Cuando debió jugar el campeonato del mundo con su rival Boris Spasky en Praga, Checoslovaquia, la ONU, como decir los Estados Unidos, en plena Guerra Fría, Fischer rompió el decreto expedido. Se condenó así mismo para siempre.
Fischer empezó a errar por el mundo detrás de las mesas de ajedrez, en busca de los campeonatos hasta que llegó al Japón donde en el Aeropuerto de Narita le dijeron que su pasaporte estaba vencido. Lo apresaron mientras la Corte norteamericana solicitaba su extradición.
Ficher no quería regresar en estas condiciones.
Entonces, le pidió a Islandia que lo recibiera como ciudadano islandés y eso pasó. Fisher tiene la nacionalidad islandesa pero, no obstante, no puede ingresar a los Estados Unidos, porque, -decimos aparte-, sería peor. Lo esperan para cobrarle los taxes hasta el último dólares que debe, lo que conformaría una montaña más grande que esas de El Colorado..
Boby Fisher está ahí dando pena en Reykiavik, ciudad a donde viajé a cubrir la cumbre Reagan-Gorbachov, -tiempos malditos de la Guerra Fría- una ciudad de cristal acogedora, pero helada como que está situada al pie del Polo Norte. Estuve En Reyjiavik cuando Reagan y Gorbachov se rifaban quién disparaba el primero misil atómico para destruir el mundo. Ahí no arreglaron nada, tuvieran que ir a Moscú.

Como homenaje al legendario Bobby Fischer, me permito copiar parte de la entrevista que, luego de jugado el Campeonato Mundial de Sevilla del 88, me concedió, nos concedió el campeón soviético Gary Kasparov, a 12 periódicos mundiales. Debemos considerar que la entrevista se realizó hace 19 años:

Primera movida:
MJO (“El Comercio” del Perú): Los periodistas que estuvimos en Sevilla para comentar el desarrollo del torneo nos interesamos por cuestiones ajedrecísticas, pero también por otros aspectos. Discutimos mucho, por ejemplo, de que tú sientes mucha antipatía por Karpov e, inclusive, que le tienes miedo como rival. ¿Cuál es tu actitud frente a Karpov, como ajedrecista o persona?.
KASPAROV: La verdad es que sentí miedo en Sevilla y no fue hacia mi rival sino hacia mi propio juego, Jamás imaginé que jugaría tan mal. Sin embargo, Karpov no pudo vencerme. Adaptando la frase “por suerte”, replico, fue suficiente para no perder.
Mi opinión sobre Karpov, como persona es mala, muy mala. Bueno, la que él se merece en lo que a mi se refiere. Pero, ante el tablero, mis figuras juegan contra Karpov, el ajedrecista.

Segunda movida
MJO: El siglo XX en el que nos ha tocado vivir se pede señalar como el de las ordenadoras y robots. ¿Ejercen estos elementos alguna influencia sobre el ajedrez haciéndolo quizás menos elegante y bello? ¿Cuál es tu punto de vista, crees que ha sido jugada ya la partida más bella de la historia del ajedrez?
KASPAROV: Por ahora los ordenadores no influyen en el desarrollo del ajedrez. Para los grandes maestros no es más que una pequeña ayuda en su entrenamiento.
Estoy convencido de que una maquina jamás podrá jugar mejor que un ajedrecista de relieve En caso contrario, tendría que escribir mejores libros, componer mejor música. El ajedrez no se reduce al cálculo matemático. Es también fantasía e intuición.
Decir que la mejor partida ha sido jugada equivaldría a afirmar que el ajedrez ya pasó de su apogeo. Pienso que eso aún no ha ocurrido y espero que el honor de jugar la más bella partida me corresponda a mi. Por más que el próximo campeón diría lo mismo y así hasta el infinito.
(El telex consigna al terminar esta respuesta, las palabras “se ríe” como un comentario de quien grabó las repuestas de kasparov)

Tercera movida
MJO: En el libro donde hablas de tu vida en la carátula se menciona como que eres “un hijo del cambio”, supongo que de la llamada “Perestroika” (cambios radicales en la URSS) Quiero que me aclares esa cuestión: ¿Cuál es tu actitud frente a la Perestroika? ¿Consideras que la renovación y la “glassnot” (apertura informativa) han de llegar también a los campos del ajedrez?
KASPAROV: La política de la renovación, apertura informativa y democratización es la única forma correcta para nuestro país. Estoy convencido de ello, porque para salir de la crisis es necesario tomar medidas extraordinarias, revolucionarias, inclusive.
En lo referente al libro, allí se plantea que el “glassnot” y la “perestroika” se han convertido en necesidad apremiante para el mundo ajedrecístico. Solo esa política podrá sacar al ajedrez de la crisis en la que lo ha hecho caer la actual dirección de la FIDE. Esto provocó el disgusto de algunos funcionarios del ajedrez quienes consideran que Kasparov está exagerando y que no hay que “sacar los trapos sucios”.
Estas personas que no pueden o no quieren comprender que los cambios positivos como el aumento del interés por el ajedrez en todo el mundo, el incremento de la suma de los premios o la fundación del mundial de grandes maestros se han realizado precisamente a pesar del Campeonato y la actual dirección de la FIDE.

Cuarta movida
MJO: El tiempo es un elemento muy importante que ejerce influencia directa sobre el desarrollo de los acontecimientos ante el tablero. ¿Es necesario el límite del tiempo? ¿Cuál es en general, tu actitud filosófica hacía el tiempo? ¿Odias al tiempo, les prestas poca atención o por el contrario te ayuda, digamos, tranquilizándote los nervios?
KASPAROV: Me siento muy bien cuando dispongo de mucho tiempo y muy mal cuando estoy apretado por el tiempo.

JAQUE
MJO: Creo que he tenido suerte en la vida, por ejemplo, he conocido personalmente a Gagarín y a Kasparov, los reyes soviéticos del espacio y del ajedrez. Mi pregunta es: ¿A qué otro personaje soviético me recomendarías conocer para morirme tranquilo, consciente de que como periodista pueda conocer a Evtushenko, a Richer, a Sajarov. ¿Cuál es tu respuesta?
KASPAROV: La lista de mis recomendaos podría resultar muy larga, pues, la Unión Soviética es un país rico en talentos. Prefiero decirle a Manuel Jesús Orbegozo, periodista de El Comercio, del Perú, que se resigne a morir tranquilo, sino que viva mucho más.

FINAL. Sin comentarios.

Moscú, febrero de 1988.,