ISRAEL ACTUA CON IMPUNIDAD
Farid Kahhat, analista internacional y catedrático de la Universidad Católica, examina las consecuencias del ataque militar de Israel a una flotilla de barcos que llevaba ayuda humanitaria para los palestinos de la Franja de Gaza. Cuestiona la débil respuesta del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y de los gobiernos occidentales. También comenta sobre las elecciones en Colombia y la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) que en estos días se lleva a cabo en Lima.
-¿El ataque de Israel a la flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza dinamita las negociaciones entre la Autoridad Palestina y el gobierno de Israel y acerca la posibilidad de un nuevo conflicto armado en el Medio Oriente?
-No hay nada sustantivo en esta negociación y, por lo tanto, no hace mucha diferencia que prosiga o no. Un conflicto no sería producto de que se suspendan estas negociaciones indirectas entre palestinos e israelís, sino de las reiteradas conductas de Israel violatorias del derecho internacional.
-¿La tibia condena este ataque militar de Israel por parte del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas revela que Israel tiene carta blanca para actuar?
-Hay carta blanca sobre todo del gobierno de Estados Unidos. En la resolución del Consejo de seguridad, Estados Unidos, que es el único país que ha aplicado su derecho de veto en las Naciones Unidas en provecho de Israel, fue el país que hizo cuestión de estado para evitar una condena explícita a Israel por asaltar militarmente barcos debidamente registrados en aguas internacionales, lo que bajo el derecho internacional constituye un acto de piratería. Israel siempre ha contado con que Estados Unidos garantice su impunidad ante cualquier instancia internacional y sabe que puede actuar con impunidad.
-¿Con el gobierno de Obama ha cambiado en algo la política de Estados Unidos respecto a Israel y el Medio Oriente?
-En la retórica se ha cambiado, pero en las acciones no hay ningún cambio. Eso lo demuestra la resolución del Consejo de seguridad. El único cambio positivo que veo en Estados Unidos es el de la comunidad judía norteamericana. Ha surgido, aunque por ahora muy pequeño en términos financieros, un lobby judío progresista, alternativo al lobby judío conservador tradicional. En las encuestas, vemos que los jóvenes judíos norteamericanos no son partidarios de la política de ocupación de Israel. Este cambio todavía no ha producido un quiebre significativo, pero podría hacerlo y eso podría ser una base de apoyo de Obama para ejercer mayor presión sobre Israel. Yo no apostaría necesariamente a que eso vaya a ocurrir, pero cabe en lo posible.
-¿A pesar de la tibieza del Consejo de seguridad, Israel queda internacionalmente debilitado luego de este ataque militar?
-A nivel de la opinión pública mundial y de la sociedad civil, sí, pero a nivel oficial, no. Israel cuenta con que la campaña de desinformación que ha lanzado neutralice parte del efecto negativo en la opinión pública, y, de otro lado, cuenta con que la opinión pública no tiene mayor capacidad de presión y que eventualmente la atmósfera negativa se disipará. A nivel de gobiernos en lo inmediato no va a pasar nada. Israel ha perdido la vergüenza y ya no le preocupa la reacción de la opinión pública, y siente que puede neutralizar las otras consecuencias.
-¿Pero esta acción militar no ha terminado siendo contraproducente para Israel?
Los efectos políticos son mayor indignación hacia Israel, más gente dispuesta a enrolarse en grupos como Hamas, que sale fortalecido con esta acción militar de Israel, o en grupos islamistas radicales, y más presión a Israel por el tema del bloqueo a Gaza. Esto es claramente contraproducente para Israel.
-¿Y ha debilitado el bloqueo a Gaza que Israel pretendía defender con este ataque?
Esto debilita el bloqueo, efectivamente, pero no en forma sensible. Aunque la resolución del Consejo de seguridad no se atreve a hacer una crítica directa a Israel por estas acciones, sí pide el fin del bloqueo de Israel a Gaza. Pero la presión eficaz en contra del bloqueo a Gaza puede ser la de la sociedad civil organizada a nivel internacional, no la de los gobiernos occidentales, que jamás han aplicado ningún tipo de sanciones a Israel pese a que han tenido razones jurídicas para hacerlo.
-Israel justifica ese bloqueo por razones de seguridad.
-El bloqueo a Gaza es ilegal bajo el derecho internacional. Israel estableció el bloqueo no por razones de seguridad, sino fundamentalmente porque no quiere que Hamas pueda legitimarse ante la población palestina a través del ejercicio de su gobierno. El bloqueo garantiza que la población de Gaza tenga una vida miserable mientras el gobierno de Gaza siga siendo el de Hamas.
-El gobierno de Israel ha dicho que seguirá recurriendo a la fuerza para mantener el bloqueo a Gaza.
-El punto es quién le pone el cascabel al gato. Israel ha desafiado impunemente el derecho internacional durante más de 40 años sin ninguna consecuencia. Lo único que va a hacer que Israel cambie sus políticas es que esas políticas tengan consecuencias y le supongan un costo. El ejemplo práctico de eso es Sudáfrica, que cambió cuando la presión internacional elevó el costo de continuar con su política de segregación racial.
-Pero en el caso de Israel estamos lejos de un consenso para llegar a una condena internacional como la que hubo contra el régimen racista de Sudáfrica.
-Sí, es cierto, todavía estamos lejos de eso. Estamos ante un proceso incipiente que creo va a crecer a raíz de estas últimas acciones militares de Israel. No se puede esperar un boicot económico a Israel de parte de los gobiernos que tienen la capacidad de hacerlo de manera efectiva, como Estados Unidos y la Unión Europea, pero la campaña de boicot se ha iniciado desde los grupos de la sociedad civil, especialmente en Europa. Esto puede ganar fuerza a raíz de estos hechos.
-Israel ha calificado a la flotilla humanitaria como una operación terrorista…
-Si las personas que iban en estos barcos eran terroristas vinculados a Al Qaida y tenían armas que usaron contra los soldados israelís, como ha dicho Israel, entonces lo que correspondía era encausarlos ante tribunales israelís por acciones terroristas, sin embargo, lo que hicieron fue deportarlos en 48 horas, cosa que jamás se hace con terroristas armados. Esa es la prueba de que el gobierno de Israel está mintiendo de manera deliberada. Esto es parte de una campaña de confusión de Israel.
-¿Cuál habría sido la reacción internacional a nivel de gobiernos si este ataque militar a barcos civiles en aguas internacionales habría sido cometido por algún otro país, como Irán?
-La reacción de los gobiernos habría sido distinta. Hay antecedentes de eso. Cuando Irán interceptó naves militares británicas que según Irán estaban en sus aguas territoriales, se amenazó a Irán con sanciones económicas y posibles acciones militares. Amenazas que, no se han hecho en este caso, en el que las naves eran civiles y no militares y está probado que estaban en aguas internacionales. Irak tenía que cumplir todas las resoluciones del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas en forma incondicional y si no lo hacía era lícito usar la fuerza en su contra. Israel no ha cumplido con ninguna resolución del Consejo de seguridad en más 40 años y eso jamás ha implicado una sanción. Ese es el doble estándar en la política hacia el Medio Oriente.
-Ese doble estándar también lo vemos en las condenas al programa nuclear iraní y el silencio frente al Arsenal nuclear de Israel…
-Así es. Se dice que hay que preocuparse de la posibilidad de que tal vez en el futuro Irán tenga una bomba atómica, pero no hay que preocuparse por el hecho concreto de que Israel ya tiene docenas, y tal vez dos centenares, de bombas atómicas. Se dice que Irán no puede tener un programa nuclear porque sus líderes son irracionales y sus acciones son imprevisibles. La prueba que eso no es tan cierto es que Irán nunca ha intentado invadir a uno de sus vecinos. Israel, en cambio, ha invadido más de una vez a todos sus vecinos. Se dice que Irán, que no tiene armas nucleares, podría convertirse en una fuente de proliferación nuclear. En el caso de Israel, documentos recién desclasificados prueban que colaboraba con el programa nuclear sudafricano. Todo lo que se pueda decir de Irán se puede decir de Israel con mayor razón.
-¿Qué efecto pueden tener sobre el gobierno de Netanyahu las críticas a esta operación militar al interior de Israel?
-Lamentablemente creo que eso no va a tener mayor efecto. Probablemente en lo inmediato esto incluso fortalezca a Netanyahu. Lo que la derecha, que es la mayoría del país, le increpa, es que la operación salió mal, no que haya hecho este ataque.
Su opinión sobre las elecciones en Colombia
-¿Es un hecho que Santos, dada la amplia diferencia a su favor y estar muy cerca al 50%, será el próximo presidente de Colombia?
-La única esperanza de Mokus no está en ganar los votos de quienes votaron por otros candidatos en LA PRIMERA vuelta, sino de obtener los votos de quienes hicieron campaña por él pero no fueron a votar. La pregunta es por cuánto margen ganaría Santos. Lo que necesita Mockus es tener un desempeño decoroso, sacando, por ejemplo, un 30%.
-¿Qué se puede esperar de un gobierno de Santos en su relación con la región, especialmente con Ecuador y Venezuela que han tenido una relación muy conflictiva con Uribe?
-Santos es la continuidad del gobierno de Uribe. Santos fue quien, como ministro de Defensa, ordenó el ataque a una base de las FARC en territorio de Ecuador, país que culpó más a Santos que al propio Uribe por ese ataque militar. Un tribunal ecuatoriano ha iniciado una acción penal contra Santos por ese ataque. Si bien el triunfo de Santos no es el resultado que el gobierno ecuatoriano quisiera, probablemente Ecuador prefiera no poner en riesgo el proceso de normalización de sus relaciones con Colombia, aunque es claro que esa relación será más tensa con Santos que con Mokus. En el caso de Venezuela, si bien no esperaría una confrontación armada, me parece difícil que la elección de Santos lleve a una normalización de las relaciones entre Colombia y Venezuela. En lo esencial creo que esa relación no va a cambiar, ni para bien ni para mal, con un gobierno de Santos. En el caso del Perú, continuará la buena relación que ahora existe, sea con Santos o con Mokus.
-¿El triunfo de Santos es un riesgo para la democracia al ratificar la continuidad del proceso autoritario encabezado por Uribe?
-La preocupación fundamental es que Uribe tuvo una relación de constante conflicto con las instancias judiciales, que son el último bastión de la división de poderes y del orden constitucional en Colombia. En tanto Santos fue parte del gobierno de Uribe que intentó cambiar la composición del Tribunal Supremo de Justicia y de tener un fiscal general favorable al gobierno, y representa la continuidad del uribismo, esos intentos de neutralizar la independencia judicial podrían continuar. En ese sentido, podría ser un riesgo para la democracia.
La Asamblea de la OEA y Lori Berenson
-¿Se puede esperar algo trascendente de la Asamblea de la OEA que se realiza en Lima?
-La agenda de la Asamblea de la OEA es la regular, no hay un hecho extraordinario que pueda ameritar un pronunciamiento especial…
-¿Y en el tema de la limitación en la compra de armamento propuesta por Perú puede haber algún avance?
-Para el Perú el énfasis en este tema no debería estar puesto en la OEA, sino en Unasur. De la OEA el Perú solamente puede esperar un pronunciamiento genérico en este tema que pueda crear una atmósfera positiva para la iniciativa peruana de paz y seguridad presentada en Unasur. Perú ha propuesto en Unasur una reducción de gastos en armamento y de efectivos militares en un 15%. Eso se verá en Unasur, pero no está en discusión en la OEA.
-¿El gobierno de Estados Unidos intervino en la liberación de Lori Berenson?
-No tengo elementos de juicio para afirmar eso, pero dado los antecedentes no descartaría esa posibilidad. Es un hecho que en el pasado el gobierno norteamericano ha intervenido en este tema.
Diario LA PRIMERA
Carlos Noriega
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