“EL HOMBRE DEL PRESIDENTE”
La influencia de la actual esposa del presidente de la República, Alejandro Toledo, es tan abrumadora que en los corrillos populares y políticos la denominan “El Hombre del Presidente” en alusiòn a ese famoso film norteamericano de décadas pasadas, donde el mandatario era un nadie o era como los reyes que reinan pero no gobiernan. Ahora, hay un problema relacionado con el israelí Avraham Dan On, paisano de la esposa del presidente. ¿Quién lo impuso como guardaespaldas de Toledo, que es peruano y no israelita? ?
La señora Karp, belga de nacimiento y peruana por x razones, pero de ancestros israelitas o judíos, manda en Toledo. Los sensores o sextos sentidos de las mujeres peruanas confirman que ella manda en Palacio y no él. “Ella es la que gobierna a Toledo” dicen.
Eso, en fin, podría ser pasable si las culturas coincidieran. Pero, ella misma afirma que pertenece a otra cultura, por lo tanto, es de otra naturaleza, de otro comportamiento, de otra idiosincracia; es una mujer de jerarquía superior con otra concepciòn del mundo y de la vida; una cultura tan encontrada con las nuestras –porque nosotros somos multiculturales- que todo lo que toca en nuestro país, no se convierte en oro, como en la fábula del rey Midas, sino en algo innombrable, propio de un rey cerdo.
Si fue lo de Zaraí, la señora Karp se equivocó innoblemente. Como se recordará, Toledo no quería reconocer a su hija Zaraí, hasta que al borde de la destituciòn presidencial, la firmò. El pobre Presidente, rasguñándose con la señora Karp hizo su show al afirmar que reconocía a Zaraí como su hija y que ahora será feliz, etc., dijo. Pero, allí mismo saltó la Karp para decir que el presidente había aceptado la paternidad jurídica, pero no la paternidad biológica; soltó su tremendo baldazo de agua fría sobre Zaraí y sobre todos nosotros. Mala.
Ültimamente, en el millonario Seguro de Vida que ha tomado el Presidente Toledo solo ha considerado a su esposa Eliane y a su hija Shantal, -que estudia en París. También a su hermana en deuda con la justicia, menos a Zaraí, qué pena y qué vergüenza.
Por más buena vountad que tenga la señora Karp, -porque de repente la tiene-, intentó sorprendernos con muestras de sensibilidad superior: luchar por el bienestar de las etnias que, dígase de paso, conforman el corazón de la patria. Al poco tiempo, se demostró que lo único que había hecho era enriquecer a las gentes de su entorno racial, social o político.
Una de las más ricas aunque descarnadas descripciones de la personalidad de la Karp la escribiò en Caretas, el periodista Fernando Vivas quien hasta dijo que la cabellera roja de Karp podría ser una chispa capaz de incendiar una pradera. Una metáfora a lo Mao Tse-tung, que lamentablemente nunca ha incendiado nada sino al contrario, ha chamuscado todo.
Ahí debería mandarle al presidente que, por ejemplo, atienda a las etnias siempre excluídas, siempre discriminadas y ahora sulfuradas. El psiquiatra Hernández, ha dicho recientemente: “Los problemas de exclusión son muy graves: si ser pobre es un problema, ser pobre e indígena es un doble problema; ser pobre, indigena y campesino un triple problema, y además de eso mujer, es un cuádruple problema. Estamos hablando de una exclusión que no es un producto de la pobreza sino que genera la pobreza”.
Desde antes de su segundo matrimonio con Toledo, la señora Karp anduvo metida en líos con quien se volvería a casar pero condicionado a que ganara la presidencia de la República, antes no.
Ahí nos dimos cuenta de que era una señora interesada, que solo ansiaba el poder, solo la figuraciòn, el sueño de convertirse en Primera Dama. Pero, no como sucedió con otras tantas primeras damas extranjeras o peruanas que no figuran para nada sino solo cuando matemáticamente son necesarias.
La señora Karp aparece hasta en la sopa. No sabe qué hacer por figurar.
Ha viajado quinientas veces al extranjero sola o con el presidente pero solamente para que la filmen, la fotografíen o la festejen. El día que se vaya de Palacio, no va a tener tiempo por el resto de su vida para ver tanto video al lado de reyes, de presidentes, de ministros, pero nunca al lado de un solo mendigo.
Claro, eso sí, al lado de indígenas, de serranos, de selvícolas, ahí si, aparece abrazándolos o dándoles besos. Vestida con sus anacos de colores, sus sombreros, sus collares y pulseras no de oro sino de pobres semillas locales. Tiene pasión por los collares. Una vez se presentó ante Kofi Annan en la ONU, con un collar de huayruros Luego de hacerle una biografía de papel sobre los huayruros aguarunas, se lo regaló a la mujer de Annan, previa foto.
Ahora está en una larga gira vacacional y de distensión, otra vuelta al mundo: Israel, Jordania, China, etc., gastándose millones de soles peruanos como parte de una comitiva criticada por el país entero, y tan inoportuna, que los principales líderes políticos le piden al presidente que regrese al país lo más pronto posible.
La policía dio cuenta recientemente que un día se contaron 60 marchas de protesta, manifestaciones populares en las calles de todo el país contra el desgobierno, hartos de la pobreza, del abuso, de la falta de soluciòn a sus problemas de pan y agua.
La señora Karp ha metido a sus judíos o israelitas hasta en los dormitorios de Palacio. Por ahí anda Allan Pollak, como si fuera uno de los personajes más ilustres del país. Y por ahí, el guardaespaldas Avi Dan On.
Pero, ¿cómo puede ser posible que el presidente peruano del Perú, tenga un guardaespaldas israelita?. ¿Quiere decir que los guardaespaldas peruanos no sirven?. ¿No confía en ellos? ¿En qué sentido?. ¿En el de la nacionalidad o en el del profesionalismo?.
Está bien que la señora Karp contrate judíos para sus propios guardaespaldas pero no para un presidente peruano del Perú?.
El vivísimo de Dan On envidiaba cómo Toledo rondaba a Lady B, la teniente de mirada venenosa, entonces, el judío también escogiò a su aeromoza del aviòn presidencial. “La Ventana Indiscreta” corroboró la noticia: consiguiò una foto donde aparecen los tortolitos en Cancún como los amantes en Teruel.
Pero, Avi, como lo nombran en Palacio, no solo andaba detrás de Toledo y su aeromoza sino que ejercía influencias impresionantes para favorecer a sus "baisanos" empresarios y comerciantes.
El conocido periodista Angel Paez, jefe de investigaciones de La República, ha descubierto que Avi influenció para que el gobierno contratara a una compañía de seguridad israelita “Pointing Trading” para que entrenara guardaespaldas nacionales.
Total, ahora el Perú le está debiendo al famoso “Pointing” más de 100 mil dólares, mucho más todavía contando los intereses.
El asunto está enredado porque ni la Contraloría de la República ni CONSUCODE autorizan el pago de semejante cantidad porque han encontrado irregularidades en los contratos.
Pero, Avi ordena que se le pague, ya. Sin embargo, hasta el ministro Feliz Murazzo le ha parado los machos. “No pagaré nada” le ha dicho.
Como se trata de gente de la misma nacionalidad de la señora Karp y del señor Dan On, los judíos Gabriel Shai y Shlomo Eshed serán pagados por su “trabajo”, de todas maneras, los judíos de la Karp tienen la sartén por el mango ¿quién lo podría dudar?.
Y a propósito: ¿qué tal trabajo ha hecho el “Opening”?. Malo, malo. La Policía Nacional ha tomado examen a los entrenados por los judios o israelitas y solo 24 % de estos saben disparar; el resto, cero.
Ay, señora Karp, cuántos dolores de cabeza tenemos y usted no nos ayuda a calmar.
¿Sabe Ud. eso, señora Karp?. Usted que es “El hombre del Presidente, ¿no nos podría decir cómo resolver semejantes problemas?.
Pero, ¿cómo, si usted solo vive viajando?
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