RODRICH-PERU VERSUS AMPRIMO-CHILE
Natale Amprimo y Jacques Rodrich son dos congresistas peruanos que sostienen tesis antagónicas en lo que respecta a si se debe permitir la inversión extranjera en lugares estratégicos como puertos, aeropuertos, centrales hidroeléctricas, etc., referida especialmente a Chile.
Hechos recientes y pasados ocurridos entre Perú y Chile han devenido razones para establecer un resquemor arduo y ahora, entablar una disputa violenta de gentilicios de nuestra propia nacionalidad: peruanos versus peruanos o, talvez mejor, antiperuanos.
Hay quienes, -en especial los empresarios-, están a favor de que no se ponga ninguna taxativa a la inversión de Chile en puertos, etc., considerados como de valor estratégico.
Por ejemplo, el presidente de CONFIEP, José Miguel Morales, ha dicho: “Lo que deseamos los empresarios es mayor inversión proceda de donde proceda para generar más fuentes de trabajo”, y punto.
O sea, le da lo mismo que las inversiones provengan de Dios o el Diablo. ¿Habrá leído el señor Morales alguna vez a Clements Markham (inglés) o a Vicuña Mackena (chileno)?.
Como lo sabemos de sobra, nuestro país atraviesa por una ruda crisis económica y precisa de la inversión de capitales extranjeros para aliviarse. Esto cabe dentro de los límites perfectos y nadie lo discute en absoluto. Pueden venir inversionistas de cualquier país del mundo: Camerún, Austria, Marruecos, China o la Cochinchina.
El problema está en Chile.
Como también lo sabemos todos los peruanos, Chile ya tiene inversiones en nuestro país en cantidades astronómicas, insoñadas. A donde volteas la cara te encuentras con ingentes inversiones chilenas y aunque esto nos causa un poco de envidia, a todos nos parece bien.
El problema está en cuando se sabe que Chile participa mayoritariamente en los aires peruanos por intermedio de la Línea LAN, o pretende dominar los mares invirtiendo en el Callao, nuestro primer puerto marítimo.
En estos casos habría que poner las barbas en remojo y volver inevitablemente al 1879, donde hubo una guerra que la perdimos por demasiado confiados o imprevisores; descuidamos puniblemente nuestra seguridad nacional y perdimos.
Nos enteramos de que Chile se estaba armando y cuando intentamos hacer lo mismo, ya resultó demasiado tarde.
En el fondo, al señalado congresista Amprimo no le importa la seguridad nacional, él dice que la propuesta de Rodrich es un cuento: “son discursos que suenan muy bien para la tribuna”, afirma sarcástico. Algo así como pucha la payasá.
Amprimo apela a la Constitución, Ley de Leyes, como le llaman los doctos, pero solo cuando les conviene. Cuando no les conviene entonces funciona un viejo aforismo que parece peruano: “Hecha la ley, hecha la trampa”.
Para los que, como Amprimo, creen que quienes zapateamos por el Perú somos patrioteros, se le debe decir que no es así, que las cosas en los últimos 50 años cambiaron mucho a favor de Chile, no a favor del Perú.
En la década del 40, al comenzar el día, los soldados en los cuarteles lanzábamos dos gritos estentóreos que eran escuchados más allá de las fronteras: ¡Viva el Perú!:!Viva!; ¡Muera Chile!:!Muera!
La mitad de ese grito estentóreo fue eliminado hace más de 50 años en aras de la amistad internacional y como intento de cerrar las heridas del 79; ese grito se quedó en solo: ¡“Viva el Perú”!, ¡Viva!
Chile no ha hecho nada semejante, ningún gesto parecido. Por ejemplo, no quiere retirarse del mar de Grau en Tacna; nos agredieron cuando Perú fue a jugar fútbol en Santiago; nos mataron a un hombre indefenso en los arenales tacneños; nos pasan un vídeo infame sobre nuestra pobreza en sus vuelos aéreos de LAN. Lo cual no sería un pecado el que se nos mostrara pobres, sino que a los chilenos no les corresponde hacerlo: propagandizar internacionalmente nuestras flaquezas o miserias.
Eso demuestra palmariamente una catadura de infraterno.
Lo más grave, sin embargo, es cuando le vende armas al Ecuador siendo garante y estando en plena guerra. ¿Con qué fin, ah?, se pregunta uno. Pues, para que nos aniquilen, es la respuesta lógica. Felizmente, esa guerra terminó a Dios gracias y a partir de entonces, los ecuatorianos no han movido un dedo como para llamarlos infraternos. Ahora, somos buenos amigos y esperamos seguir siéndolo siempre.
Amprimo señala al congresista Rodrich como de ser chauvinista. Este le contesta: “Pero, creo que el mejor interés del Perú es que las concesiones portuarias se den a inversionistas de clase internacional que no entren en conflictos con el Perú”. Así de simple.
Esto porque Chile sueña con ser el rey del Pacífico, un sueño no de hoy sino de hace más de 100 años. Un chileno eminente que vivió mucho tiempo en el Perú, lo planteó como un axioma: “Chile debe dominar el Pacífico”.
Otra cuestión: la idiosincrasia chilena que no es como la nuestra. Amprimo está obligado a saber por qué. Una perla: “Todos sabemos que Tacna y Arica no son históricamente nuestras, que no están pobladas por chilenos, que las retenemos irregularmente… y esos millones se han gastado en hacernos odiar, en persecuciones criminales, en el veneno de la mentira y de la injusticia y de orgías indignas”.
¿Quién dice esto?. Carlos Vicuña Fuentes, describiendo la brutal chilenización de Tacna y Arica. Y, ¿quién es Vicuña Fuentes? Pues, nada menos que otro eminente hombre público chileno.
Alguien interroga, pero ¿como puede ser que Francia y Alemania, que antes se enfrentaron en dos guerras mundiales, ahora sean amigos? Eso es otra cosa, se trata de otro tipo de pueblos, de gentes, de culturas, de idiosincrasias.
Nadie que conozca a los chilenos dejará de percibir que estos son soberbios, pedantes y enfermizamente prepotentes. Lo cual no quiere decir que todos sean así. Los hay excepcionalmente nobles, poetas y pintores a quienes conocí y entrevisté: Mistral, Neruda, Parra, Matta, etc.), tanto que hasta exhiben dos Premios Nobel que no podemos hacerlo muchos países latinoamericanos.
Para Amprimo, Rodrich es, pues, "patriotero"; así nos llama a los que amamos al Perú sin exageraciones estúpidas. Que Amprimo recuerde ese dicho universal que certifica: “Gallina que come huevo aunque le quemen el pico”. Chile no sabe perdonar, nunca supo ser grande. Eso lo confirman sus propios historiadores.
Muchos estamos con Rodrich, pero no falta alguno que esté con Amprimo. Porque así somos nosotros de mezquinos con nosotros mismos; somos pluriétnicos y pluriculturales, pero semejane legado histórico en vez de ser una bendición, funciona aquí como todo lo contrario.
La lucha actual entre nuestro propio gentilicio lo denuncia: peruanos versus peruanos. Los chilenos, -allendistas o antiallendistas- se arracimaron, por ejemplo frente al crítico problema del Beagle; nosotros, ahora no nos arracimamos frente a la traición.
(La ideología de Salvador Allende era de un socialismo chileno antes que de un socialismo marxista, lo recuerda Mercado Jarrín en sus serenos ensayos geopolíticos)
En suma, se debería recurrir a medios diplomáticos para disipar este horizonte cargado de nubes negras, porque en todo podríamos caer menos en otra guerra.
Chile no nos va a pedir perdón por lo que hicieron en 1995 ni va a delimitar fácilmente el mar frente a Tacna como es de justicia: ahora no se vive de milagros. Entonces, hay que recurrir al arbitraje, antes de que sea tarde.
Que se sienten a conversar los “2 más 2”, y finalmente que se busquen algunos países o personajes mediadores. Jimmy Carter, por ejemplo, -a quien conozco como uno de los pocos “americanos buenos”-, puede participar en el arbitraje.
“Lo que los ejércitos no pudieron, la diplomacia lo quiso lograr. La intervención norteamericana preparó como solución del conflicto la paz sin conquista: era la política del señor Blaime que señalaba para América una armonía duradera bajo la regla de oro del arbitraje”, como lo recuerda el ilustre peruano don Francisco García Calderón.
Por entonces, pensaron en el señor Prescott, 1882, como yo pienso en Carter, 2005. Fue cuando al presidente Garfield lo asesinaron en los EE. UU, y Balmaceda se suicidó en Santiago de Chile.
En tanto, no nos queda sino seguir confiando en que “Dios es peruano”, otro dicho ancestral nuestro que nos sirve para remediar nuestros males o solo para consolarnos. .
4 Comments:
La desunión que llega a ribetes fraticidas es, lamentablemente, endémica en nuestro país. Lo que me preocupa, sobremanera, al igual que a usted seguramente, es el hecho que la historia sea casi siempre cíclica. Si cambiamos el salitre y cobre del siglo XIX por el gas y agua del siglo XXI, ¿no tendríamos un escenario demasiado parecido al de los años previos a 1879? Saludos.
En primer lugar,señor Orbegozo, me presento. Soy una reciente lectora de su blog y lo admiro y respeto por su edad y trayectoria.
Respecto a su post discrepo respecto a la alusión al video de Lan. Pienso que al tratarse de Lan Perú, los encargados de poner ese video han sido peruanos. Al menos eso nos ha dejado ver la prensa. Por eso me parece que no hay un interés macabro de por medio.
Sin embargo debo admitir que me preocupa que el señor Sebastián Piñera pueda postular a la presidencia. Leí en El Mercurio que sería candidato a la presidencia por Renovación Nacional.
Este hombre es dueño de Chilevisión y lo que más me preocupa, accionista mayoritario de Lan Chile.
¿Qué opina ud al respecto?
A Angel Ccastillo: Exacto, hasta hay un tanto que dice: "La historia/vuelve a repetirse/. Fue el salitre y el cobre, ahora podría ser el gas y el agua potable. Hay que poner nuesros granos de arena para que no se altere la paz, pero tampoco quedarnos dormidos menos remedar a la avestruz. Estamos en la misma línea.Saludos. MJO.
Para lamorena:
Estoy sorpendido porque a los 19 años, las muchachas de ahora no se preocupàn por los problemas políticos ni existenciales como tú, tan acendradamente. Respecto a lo del video, el hecho de que peruanos lo haya visto antes no los libera a los chilenos de sus intereses medio "macabros". Lo de Chile es un problema muy complejo y muy profundo, de todos modos nuestras opiniones son válidas. Hay que seguir luchando por la paz. Saludos. MJO
El problema es que la inversión que vienen de chile vienen atada auna estratégia geopolítica muy preciso apoderarse delos monopolios naturales de energía y transporte y todo cuanto mopnopolio puedan , todos sabemos cual es el resultado de un monopolio en el alza de los precios aún cuando sean precios controlados por el estado (corrupcion de funcionarios de pormedio) , sino vean Lima tienen la energía (en poder de empresas chilenas)mas cara de LA pese a que tienen la estructura productiva mas barata generación hidráulica a diferencia de chile en donde deben quemar petroleo cuyo precio esta por las nubes.
Aun asi la energia que usan los chilenos y que mueve sus industrias es mas barata que la que usan las nuestras , y luego se preguntan tontamente a que se debe que sus empresas superen alas nuestras y se haya producido el fenómeno de la chilenización de nuestra economía , es que no se trata de calidad sino de indebidas ventajas obtenidas mediante estrategias geopoliticas de su gobiernos
El mismo efecto nocivo es el otro monopolio natural el de transporte marítimo y aéreo ya que todas las empresas o importan insumos o exportan productos.
Por ello el gran interes y compromiso del mismo estado chileno en destruir primero a Aerocontinente y ahora TANS con ayuda dela corrupta DGAC peruana.
Es que de dominando estos puntos claves podran tener al Perú por el cuello y colocar asus industrias y empresas en ventaja sobre las nuestras.
Una vez caido en esa situacion el daño sera irreversible , Como bien claro lo dijo un alto jefe militar chileno "la razón porla que chile tienen que armarse es para proteger sus inversiones en el exteriror" Es decir cuando el gobierno peruano reaccione y trate de zafarse del lazo que le estrangula sensillamente te pondrán los aviones y tanques y submarinos encima
Post a Comment
<< Home