“PELE” Y MOHAMAD ALI
Dos noticias relacionadas con el deporte han dado la vuelta al mundo recientemente: El hijo de Pelé fue capturado por la policía de Sao Paulo acusado de narcotraficante. Al enterarse de la notica, el rey Pelé lloró de amargura. Simultáneamente, en Washington, la hija de Mohamad Alí o Cassius Clay se coronaba campeona de box en su serie. El célebre ex campeón del mundo vio la pelea y cuando su hija triunfò subiò al cuadrilátero a abrazarla, aunque sin decir una sola palabra ni sonreir. El Parkinson no le dejò hacer ni la más leve mueca. Pero su corazòn debiò haber sonreido, debiò haber acelerado sus palpitaciones ante el triunfo de la hermosas Leila. Ah, la vida de los grandes presentándonos los dos lados de la medalla.
PELE
Lo más estremecedor es ver llorar a un rey. Y no llorar porque se le haya muerto un hijo, porque eso sería lo normal, sino porque el hijo es un descarriado, un pobre hombre.
Eso acaba de pasar con Edson Arantes do Nacimento, más conocido mundialmente como “Pele”.
Recuerdo que cuando hubo un golpe de Estado en el Chad, Africa, fui a ver qué pasaba allí. Me informé, tomé fotos y cuando estaba regresando al Camerún solo cruzando el río, la policía me capturò porque había ingresado a ese país, sin visa. Los oficiales de inmigraciòn me dijeron que había cometido una falta muy grave y que no me iban a liberar. Recordé que en mi maletìn llevaba fotografías donde aparezco con personajes que podrían avalar mi condiciòn de intelectual honesto. Nada. Ni Hemingway ni Pérez de Cuellar ni el Príncipe Sihanouk ni Mao ni García Márquez, nadie me servía de nada. Entonces, les mostré una fotografía que, de hecho, sorprendió al Comisario. La mirò de pies a cabeza y luego dio un grito selvático: ¡Pelé! ¡Pele! ¡El rey Pele!, gritó enloquecido. Pasó la fotografía a los soldados que lo rodeaban y todos se regocijaron hasta la locura. ¡El rey Pele! gritaban..
Entonces, el Comisario, me dijo: “Está Ud. libre, le ha salvado Pelé”.
Es decir, Pelé hizo lo que ninguno de mis embajadores hubiera podido hacer. .
Resultó que ayer, todos los diarios del mundo publicaron una foto en la que Pelé aparece llorando amargamente porque su hijo Edinho, ex futbolista como él, pero sin su grandeza, había sido detenido en Sao Paulo junto con 17 más de su collera acusados de estar involucrados en narcotráfrico.
Las investigaciones están en camino, pero qué gran dolor para Pelé, un hombre que podría ser considerado social y humanamente, ejemplar.
Entrevisté e Pelé en exclusiva aquì, en Lima, y “en el suplementario" le pedí que trajera a su memoria lo que más recordaba en este momento. Me dio los nombres de sus hijos (incluido Edinho)y luego recitó el tierno poema que le escribió a su primera hija:
“He pasado noches enteras
en nuestro hogar, en hoteles
de todo el mundo,
o en cabinas de aviones
que cruzaban los siete mares
soñando con tu venida. Dios fue
generoso conmigo y tu viniste.
Tú eres la gloria de mi vida”.
Todos sus hijos eran la gloria de su vida. Qué pena que una de esas glorias, lo haya hecho llorar amargamente para confirmar que los reyes también lloran.
MUHAMAD ALI
Casi simultáneamente, Leila Ali se presentó en Washington, Estados Unidos, para disputar la corona mundial de box en su serie. Leila es una hermosa morena que hubiera triunfado mejor como modelo en los desfiles de modas, pero que prefiriò subir a un cuadrilátero para molerse a golples con sus rivales.
Acaba de disputar el campeonato mundial con su compatriota Erin Toughill, a la que noqueó sin compasiòn creo que, al cuarto round.
Muhammad Ali o Cassius Clay, considerado una de las figuras más grandes en la historia mundial del boxeo, vio la pelea sentado junto a su última esposa.
Cuando terminò la contienda, Alí subiò al cuadrilátero a felicitar a su hija.
El encuentro de ambos fue demasiado tierno y patético. La muchacha lo besó y acarició suavemente, con amor infantil, aunque ella tiene ya 32 años. Toda la rudeza de sus puños se convirtió en miel de abejas con que untó su rostro de piedra, un rostro inexpresivo.
Alí solo miraba desde el fondo de su corazón porque el mal de Parkinson no lo deja ni siquiera pestañear.
A Cassius Clay lo entrevisté en Lima, cuando vino invitado por los árabes- palestinos a festejar sus triunfos y venerar juntos a Alah. El se presentó en una velada boxística donde hizo de payaso. Se dejó dar golpes bajos por un boxeadorcito cualquiera; eso era parte del show.
De todo modos, se le reconociò su calidad de monarca. Aún estaba íntegro. Todavía el mal de Parkinson no invadía el laberinto de su sistema nervioso.
En Washington fue patética la escena protagonizada por el padre y la hija en el ring, -perdedor y triunfadora-, el uno en el ocaso de su vida:la otra en la alborada.
Otra vez las cosas de este mundo: Mientras Pelé llora, Alí sonríe. solo que su risa no es efectiva porque su rostro es de piedra. Alí no puede mover sus músculos como lo hacía sobre el ring.
Ahora, solo le queda sonreir en frío.
Cosas inexplicables y de reflexiòn para los hombres: Pelé y Clay viendo sobre la mesa la moneda de la vida con sus dos caras, dialéctica pura, lección para todo el mundo: El dolor y la felicidad acosando a dos reyes del mundo.
2 Comments:
Seguramente tiene idea de en cuántas clases de periodismo y salas de redacción se cuenta su anécdota con la foto de Pelé. Fue un placer haberla leído directamente de la fuente. Ojalá se anime a contar más sobre sus interminables viajes, maestro.
Un gran abrazo.
A Angel Catillo, gracias por tu comentario. Nada nos puede halagar más a los viejos periodistas que la voz de los periodistas jóvenes como tú. Aparte, te digo que soy nuevo en esto de los blogs, tanto que yo estoy llamándole blog a lo que creo debo llmar post. Acabo de entrar a tu página y he leido tu mensaje "Necesaria autor´autocrítica. Veo que muchos bloggistas lo han comentado. Trataré próximamene de escribr algo al respecto, pero te adelanto que, en términos generales, coincido contigo cuando hablas de "dejadez humaística" al fonode nuestra situaciòn actual negativa. Ahi reside gran parte de las fallas. Trataré de explicarme próximamente. Saludos. MJO
Post a Comment
<< Home