EL MUNDO, UN DÍA

Blog del Periodista Manuel Jesús Orbegozo. Este blog se mantendrá en línea como tributo a quien con su pluma forjo generaciones de periodistas desde la aulas sanmarquinas. MJO siempre presente.

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Primero, recorrió todo su país en plan informativo, y luego casi todo el mundo con el mismo afán. Por lo menos, muchos de los grandes sucesos mundiales de los últimos 30 años del siglo XX (guerras, epidemias, citas cumbres, desastres, olimpiadas deportivas, etc.) fueron cubiertos por este hombre de prensa emprendedor, humanista, bajo de cuerpo pero alto de espíritu, silencioso, de vuelo rasante, como un alcatraz antes que de alturas, como un águila, por considerar que la soberbia es negativa para el espíritu humano. Trabajó en La Crónica y Expreso, y más de 30 años en el diario El Comercio como Jefe de Redacción, luego fue Director del diario oficial El Peruano y como profesor de periodismo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos lo sigue siendo aún después de 30 años seguidos. Esta es un apretada síntesis de la vida de un periodista hizo historia en el Perú y en muchos de quienes lo conocieron. Puede además ver su galeria fotográfica en http://mjorbe.jalbum.net Nota: MJO partio el 12 de setiembre para hacer una entrevista, la más larga de todas. MJO no se ha ido, vive en cada uno de los corazones de quienes lo conocieron.

Wednesday, August 29, 2007

SIGUE LA CHILENIZACION DEL PERU

WONG CHILENA




No es la primera vez que se publica que los empresarios chilenos pretenden comprar Las Tiendas Wong.
Wong es uno de los primeros supermercados gigantescos que al estilo Ripley-Falabella funciona en el Perú. El dueño de las tiendas Wong acaba de morir, fue hijo de chino y por consiguiente, sus hijos son peruanos descendientes de chinos.
Pero resulta que los Wong son más peruanos que muchos de nosotros. Por lo pronto, hace una decena de años realizan anualmente un desfile de Fiestas Patrias que es el más vistoso. folklórico. fastuoso y vibrante de todos los que se realizan en el país.

Lo que quiere decir es que el fenómeno de la chilenización de los supermercados y otras actividades comerciales en nuestro país cada vez adquiere mayor gravedad. No desde el punto de vista del potencial económico, sino sentimental o patriótico en una palabra. Sea como fuere, se quiera o no se quiera, los chilenos irán poblando cada vez más el Perú hasta un momento en que ellos serán más que nosotros, como lo hicieron en Tacna y Arica antes del Plebiscito, que nunca se realizó.
Esto, porque los chilenos no tienen el mismo ADN que los argentinos o los bolivianos o los australianos o los srilankeses. Los chilenos tienen una personalidad genética prusianamente belicosa tal como la pusieron en evidencia en la Guerra del 79, para eterna memoria.
En este sentido, las autoridades peruanas, psicólogos, siquiatras, y de otras especialidades afines deberían estudiar el caso. No se trata de que no puedan invertir en el Perú, sino de las normas bajo las cuales deberían hacerlo como inversionistas. No como todos los demás.

Ica, que acaba de sufrir un terremoto gravísimo ha arrojado 700 víctimas peruanas. En Ica trabajan muchos chilenos como inversionistas, técnicos y agricultores. Viven en el mismo territorio. Los agricultores, según estamos informados son explotados por los terratenientes chilenos. Eso no puede ser, entonces, Las autoridades no pueden hacerse los suecos. Ningún chileno ha salido con un solo rasguños mientras 700 peruanos han muerto inmisericordemente bajo los escombros. ¿No sería correcto que las autoridades examinaran por qué razón se ha producido este hecho?.
Finalmente, si Wong se “chileniza” ,-lo cual significa seguirle los pasos a la Inca Kola-, luego podrían venir La Moneda, etc, Total, ya no vamos a celebrar el 28 de Julio, como nuestro Dia de la Patria sino el…



Remembrnzas

CUÁNDO SE CHINGÓ EL PERU (CHILE Y BOLIVIA)

Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
http://www.elclarin.cl/03 de noviembre de 2005

La palabra chingó puede ser asimilada, según Mario Vargas Llosa, a
frustración, fracaso o intento fallido. No se chingó el Perú cuando
Francisco Pizarro, aprovechándose de la guerra civil, apresó a
Atahualpa; tampoco cuando estuvo bajo el dominio de afeminados
virreyes, menos cuando el tribunal de la inquisición se dedicaba a
encarcelar a curitas solicitantes, que aprovechaban las confesiones de
las empleadas domésticas para gozar a sus amas, en la sacristía, según
cuenta el sabio José Toribio Medina, que tenía la costumbre chilena de
robarse cuanto incunable encontraba; tampoco pudo destruir al Perú el
mariscal Andrés de Santa Cruz, que intentó revivir el imperio inca,
menos la gorda Isabel II de España que, vengativamente, invadió las
islas chibchas provocando el rechazo y la solidaridad latinoamericana:
el quijotismo que tanto desesperaba a don Francisco Encina.Fue la
guerra del Pacífico la que chingó al Perú, manteniéndolo en constante
sopor hasta nuestros días. De nada sirve el recuerdo de Miguel Grau y
de Bolognesi: en cuatro años, 1879-1883, el Perú fue diezmado, su
marina destruida, el ejército aniquilado, en Arica, Tacna, Chorrillos
y Miraflores. La Lima virreinal, elegante, de bellas mujeres, era
ocupada por soldados chilenos , provenientes de ciudades pequeñas y
con olor a guano. Era la ocupación de Atenas por Esparta. Como
nuestros valientes soldados eran ignorantes y bandidos no dejaron
cáliz y otros objetos de oro por robar y que hoy visitan en la
catedral de Santiago los emigrantes peruanos que, con razón, huyen de
la miseria producida por el sinvergüenza japonés, Alberto Fujimori.
Incluso, si recorremos la ciudad de Santiago, veremos unos leones que
antes adornaban la bella ciudad de Lima.La guerra del Pacífico es el
origen de todos los resentimientos que han envenenado las relaciones
entre Chile, Perú y Bolivia. Los especuladores ingleses, Thomas North,
la casa Gibbs, y otros, compraron bonos a un 50% al arruinado Perú
que, con el boom del salitre, se multiplicaron por diez o quince veces
su valor de compra; North era el rey del salitre y se compraba, con
toda facilidad, a los abogados yanaconas de la corrupta oligarquía
chilena, al igual que hoy, la política y la ética andaban divorciadas.
Julio Zegers, Carlos Walker, Enrique Mac Iver, Eulogio Altamirano, y
muchos más, aprovechaban el poder en el parlamento para conseguir
regalías para sus ambiciosos amos ingleses.Con la guerra del Pacífico,
no sólo se chingaron Bolivia y Perú, sino también el vencedor, Chile.
En 1900, en el Ateneo de Santiago, el líder radical Enrique Mac Iver
daba una conferencia sobre la crisis moral de la República: Chile
había heredado la lepra que destruyó al Perú, es decir, la riqueza del
salitre, que corrompió las costumbres republicanas. A veces me
pregunto si no estamos pasando por algo parecido, con el caramelo
regalado del alto precio del cobre. El profesor Alejandro Venegas, en
1909, escribió unas cartas al presidente Pedro Montt que, al igual que
el profesor Ricardo Lagos, despertó grandes esperanzas en líderes
progresistas, como el mismo Venegas, Enrique Molina y Luis Emilio
Recabarren; su gobierno resultó un fiasco: el robo de las tierras
salitreras por los políticos, el terremoto de Valparaíso, la Matanza
de Santa María de Iquique, los amoríos de su bella mujer, Sarita del
Campo con el dandy porteño, senador Guillermo Rivera y su muerte, en
Bremen, terminaron de hundir su prestigio Por cierto que la historia
no se repite y la gran primera dama Luisa Durán nada tiene de parecido
a Sarita del Campo y el Maestro Lagos a diferencia del triste cara de
sepulturero Pedro Montt como lo llamaba el original Federico Errazuriz
termina su periodo reconocido por todos como el mejor presidente de
Chile. Las cartas de Venegas acusaron la escandalosa diferencia entre
ricos y pobres, en el Chile del Centenario. Mucho me temo que ocurrirá
lo mismo en el Bicentenario, pero si siquiera tendremos un valiente
Alejandro Venegas. Al igual que Mac Iver, nuestro profesor Venegas
atribuía estos males al veneno (salitre), heredado del Perú.En cada
crisis surgen reaccionarios patrioteros que, en Perú, Chile y Bolivia
se dedican a revivir los resentimientos incubados en pequeños sectores
militaristas. No faltan los cabeza de chorlitos, especialistas en
cuestiones militares, que se ponen a comparar los misiles de cada
país, como si la guerra fuera un juego, si acudir a las armas fuera
ético, En estos días, por desgracia, han reaparecido los adoradores de
los regímenes militares que vuelven a alabar a las fuerzas armadas y a
vilipendiar a los que ellos llaman ilusos latinoamericanistas, entre
los cuales me cuento, a mucha honra.Nuestras relaciones con los
vecinos Perú y Bolivia han sido siempre desastrosas: con Perú, mas de
cuarenta años fueron dominados por los avatares de la decisión,
respecto a las ciudades cautivas: Tacna y Arica; don Arturo
Alessandri, el catilina chileno, era muy hábil en materia de fraudes
electorales y estaba convencido de que con hacer votar a unos pocos
muertos y robarse las urnas, Chile ganaría un plebiscito en Tacna y
Arica. Antes, el gobierno del macuquero especulador de la bolsa, Juan
Luis Sanfuentes, había nombrado como ministro de guerra a uno de los
tantos huasos ladinos, don Ladislao Errázuriz, quien inventó una
guerra con Perú para alejar al ejército, en ese tiempo partidario del
Lenin chileno, Arturo Alesandri. Las víctimas de los jovencitos
patrioteros fueron los anarquistas de la federación de estudiantes de
la Universidad de Chile, cuyo local fue asaltado y quemado. Carlos
Vicuña Fuentes, que se atrevió a proponer la entrega de Tacna y Arica
al Perú, fue perseguido y exonerado como profesor; a lo mejor, si
reviviera, le pasaría lo mismo.Nuestro país quiso chilenizar Tacna y
Arica: llevó profesores, sacerdotes, abogados, -no pocos tinterillos-
médicos y otros profesionales, y audaces empresarios, a colonizar a
estas ciudades del norte. En Tacna se desarrolló la infancia de
Salvador Allende: su padre, del mismo nombre, era un poeta satírico
genial; escribió un verso que parecía una alabanza al tirano peruano,
Augusto Legía, pero se hacía el acróstico, aparecía un tremendo
insulto. Don Salvador Allende Castro efectuaba fiestas pantagruélicas
en la Tacna, en ese tiempo chilena.Tres soluciones se planteaban para
resolver el problema de Tacna y Arica: la primera, regalar a Bolivia
las dos ciudades; la segunda repartirlas, Arica para Chile y Tacna
para el Perú; la tercera, solicitar el arbitraje de Estados Unidos y
llamar a un plebiscito, por medio del cual se decidiera el destino de
ambas ciudades. En 1929, el plebiscito decidió que Arica quedaba para
Chile y Tacna para el Perú.Es evidente que los conflictos de la
frontera norte chilena no pueden ser bilaterales, son siempre
trilaterales. Es la errónea política de la Cancillería la que nos ha
llevado a plantear el problema de la salida al mar, de Bolivia, como
bilateral, cuando cualquier solución territorial del problema exige el
acuerdo entre Chile, Perú y Bolivia. Por consiguiente, es
multilateral. Siempre Chile quiso dar salida al mar a Bolivia: antes
del tratado de 1904, les quiso ceder Tacna y Arica, que no eran
chilenas, cuya soberanía debía ser resuelta 10 años después del
Tratado Ancón, 1883. Posteriormente Chile propuso entregar a los
bolivianos Camarones, Caleta Víctor o Pisagua; por apresurado,
nuestros hermanos perdieron la oportunidad. Por lo demás, la franja
entre la línea de la Concordia no podía ser cedida a la soberanía
boliviana sin acuerdo con el Perú. Aquí se halla una de las raíces de
la súbita explosión nacionalista, respecto de las fronteras marítimas,
provocadas por el impopular presidente Toledo.Al parecer, nuestras
relaciones con Bolivia estaban en franca mejoría; es evidente que, más
temprano que tarde, tendrá que solucionarse el tema de la
mediterraneidad boliviana, pero como siempre se mezclan los conflictos
de política interna, la impopularidad de los gobiernos y la
inestabilidad política, el presidente Toledo saca del sombrero el
conflictivo tema de las fronteras marítimas.Pienso que nuestra
política respecto a nuestros hermanos latinoamericanos no puede ser
más errónea. No sé cuándo se nos ocurrió que eran los íntimos amigos
del guerrero Bush, socios privilegiados de la Unión Europea y de los
países asiáticos. No recuerdo el nombre del genio que se le ocurrió
que en pocos años abandonaríamos América Latina y seríamos esos rubios
que soñaba Nicolás Palacios, autor de La raza chilena que, con razón,
escandalizaba al vasco Miguel de Unamuno. A los peruanos, a los
bolivianos y al resto de los países de América latina, los mirábamos
como indios, patipelados e incapaces de tener gobiernos estables. Los
tiranos de estos países eran el hazmerreír, el único bueno, que robaba
y mataba de verdad, era Daniel López Pinochet.Nuestra política en
América Latina se limitaba a responder a los acontecimientos: éramos
incapaces de anticiparnos ante cualquier situación difícil, no
proponíamos nada, salvo Tratados de libre Comercio, que permitieran a
nuestros jaguares chilenos inaugurar Luchetti, Falabellas, Lan y
Yumbos, en las distintas capitales de Latinoamérica. Nos creíamos los
cartagineses y no nos importaba nada rayar muros incásicos, mostrar
videos humillantes sobre Lima, en los vuelos de Lan y defender a los
ricos epulones, entre ellos al Sr. Luksic, que sólo está llamado a
declarar por tribunales de justicia democráticos, de un país hermano,
además, de la venta de armas al Ecuador. De nuevo nos pisamos la cola,
pues Lázaro Frei salvó a Pinochet de un justo castigo, sosteniendo la
soberanía de nuestros tribunales; ¿este argumento no vale para el
Perú?Ni Chile, ni Perú van a ganar nada con este irracional conflicto.
Justo cuando América Latina está pasando por su mejor época, cuando
vendemos el petróleo, el cobre, el gas, el café, el azúcar a precios
estratosféricos, vuelven los torpes conflictos limítrofes, en un mundo
globalizado. ¿Cómo se nos puede ocurrir recurrir a un club de bailes
folclóricos, financiados por el tío Sam, como la OEA, para resolver
conflictos fronterizos? Me temo que, de nuevo, dejaremos pasar la
oportunidad de construir la América con que soñaba Simón Bolívar

1 Comments:

Blogger Zorro Network said...

Pienso lo mismo, seamos más serios, resolvamos los problemas entre nosotros pero de forma seria, honesta, pacifica y con respeto. No seamos irracionales e infantiles, que los únicos que ganan con un conflicto en estos lados son las potencias de siempre. Seamos como California, Texas o Arizona, acaso entre ellas pelean NO!.
Saludos..

10:30 PM  

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