LA MADRE TERESA DUDABA DE DIOS
1.- QUÉ MALA SUERTE.- El epicentro del terremoto fue Ica a 300 kilómetros al sur de Lima. Durante 8 días, las réplicas se sintieron en casi todo el país. Estábamos conmovidos, pero realizábamos nuestro trabajo como todos los días. Un limpiador de ascensores cumplía su tarea en un edificio en el centro de Lima. Se produce una réplica, el ascensor se desengancha y arrastra al ascensorista que muere aplastado tres días después del terremoto y a 300 kilómetros de Ica.
2.- MILAGRITOS. A la media noche del miércoles 15, todo era caos en el epicentro del terremoto. Los muertos comienzan a amontonarse en las plazas principales de los pueblos afectados. Una señora embarazada es rescatada de entre los escombros y llevada a un puesto de asistencia pública. La atienden. Un minuto más y la primera hija de sus entrañas que podría nacer muerta, nace viva. En medio de la muerte, florece la vida. La joven de 20 años la iba a bautizar con un nombre norteamericano: Leslye. Llora y decide ponerle un nombre cristiano y más de acuerdo con el instante: se llamará MILAGRITOS; muy bien escogido, no?
3.- PESIMA IDEA.- Como se sabe, la bebida de uva conocida mundialmente como PISCO “Nació en Pisco”, la ciudad iqueña que acaba de ser destruida por el terremoto. El ministro Rafael Rey, junto con los productores del pisco y otros industriales tuvieron la idea de emitir una cantidad restringida de botellas de pisco que llevaran el nombre de “Grado 7.9“ para gratificar a los benefactores. La idea era buena si se hubieras tratado de rememorar otro acontecimiento. Pero, ¿un terremoto? La idea fue inoportuna y desechada por todo el mundo.
4.- POBREZA EXTREMA: El terremoto causó sus víctimas precisas, nadie más murió después que los socorristas se pusieran a trabajar árduamente para evitar más muertes. Pero, tal como se ha señalado, el terremoto se cebó en la gente más pobre de la zona. Las imágenes que la televisión y los diarios difundieron sobre los damnificados eran sumamente dramáticas: la pobreza en su último grado. No obstante, los socorristas hicieron todo lo posible por resolver los problemas del hambre y del frío que azotaban a los damnificados. Lamentablemente, no pudieron hacer nada con María, de 2 años de edad. La mato la neumonía. Dormía tapada solo con unos cartones.
5.- LA MADRE TERESA. Hoy apareció una noticia que no tiene por qué alarmarnos. El diario que la publica dice que “La Madre Teresa de Calcuta dudaba de Dios”.
¿Y, quién no duda de Dios?. Creo que todos nosotros, santos o no, pecadores o no. Porque hay ciertos momentos en que uno duda de que Dios pueda existir y no ser capaz, dada su infinita grandeza de remediar dolores tan brutales como injustos.
El periodista César Hildebrandt, ha escrito una columna al respecto y ha señalado que unas 300 personas perecieron cuando escuchaban misa dentro de una de las iglesias iqueñas. ¿Dios no pudo evitar el terremoto o salvara a esas 300 personas de la muerte?
A mi, me tocó cubrir la información sobre la sequía que por varios meses azotó a una región de Etiopía, en la zona llamada “El Triángulo de la Muerte” donde morían diariamente unas 5 mil personas o más. esqueletizadas por el hambre.
Allí vi. a la Madre Teresa de Calcuta inclinada sobre los moribundos tratando de ayudarlos a salvarse de las moscas y de la muerte. Es imposible que la madre Teresa no se haya frenado en algún momento de ese trayecto desgarrador, no para increpar a Dios, sino para pensar en dónde estaba su Amor hacia los Hombres en esa situación.
“A la vuelta de donde estaban tendidos los miles de moribundos, en Mekele, los sepultureros cavaban las fosas al son de la monotonía de una canción que decía:
La ilah la ilah
La ilah la ilh
que en castellano quería decir:
”Solamente hay un Dios”.
”Solamente hay un Dios”.
“Claro, solamente hay un Dios, me decía después el camarero del “Ras Hotel" donde me alojaba en Addis Abeba, “Pero, ¿por qué nos castiga tanto?, se preguntaba apretándose fuertemente las sienes.
Después, cuando el sol se perdía en el horizonte del funesto Sahel, nos llevaron a una casa que nos serviría de hotel.
Ese día que vi a la Madre Teresa, me acosté a las 9, en Mekele. Me cogió un sueño profundo, pero a la una de la madrugada me desperté y empecé a recorrer toda la pesadilla que habia vivido en el día. Ya no pude dormir más.
Me levanté a las 5, a las 8 empezamos a vivir otra horrible pesadilla”. (MJO, Febrero,1985)
1 Comments:
Hasta la madre teresa puede flaquear y dudar de los milagritos concedidos. Me gusta como escribes, regresare por tu blog, BYe.
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