CHILE, UNA MULTA ABUSIVA.
Una de nuestras embarcacionesn “violó las aguas de su mar territorial" y de acuerdo a las leyes marítímas, el barco pesquero fue detenido y conducido a Arica con su tripulaciòn. Normal. Así hacemos nosotros cuando sus barcos pesquero violan nuestro mar territorial –esto sí sin comillas-.
Pero nosotros, nuestras autoridades judiciales o pesqueras no les pondrían jamás una multa como la que acaban de ponerla las autoridades chlenas a la embarcaciòn peruana: 124 mil dólares, no pesos sino moneda norteamericana.
Según los entendidos es una cantidad que solo indica la furia actual y la prepotencia sempiterna de las autoridades chilenas frente a un caso que es, practicamente, común, porque en alta mar es difícil calcular al centímetro la situaciòn en que se encuentran las embarcaciones.
La Haya terminará con estos absusos, estas pretensiones exageradas, estas demostraciones de poder cuando los chilenos saben perfectamente que están obrando de manera equívoca, que ese mar no es suyo ni esas masas marinas les pertenecen.
En fin, es cuestiòon de esperar un tiempo más, unos años más para que las aguas lleguen a su nivel. Cuando en La Haya demostremos que el mar trritorial que ahora usufructúa Chile es nuestro, ahí se terminaron estas prepotencias y estos abusos.
El Canciller Antonio García Belaúnde dijo terminantemente en torno al incidente que “Estamos planteando que la multa no sea excesiva. Lo normal es el procedimiento de detenciòn y después se libera la nave, popr eso la multa va a ser apelada por el propieterio de la embarcación tengo entendido”, dijo, en diálogo con una radio local.
El diario que informó al respecto dijo que ”El jueves (pasado) la embarcaciòn peruana “Aguila” fue detenida por la Marina chilena por pèscar presuntamente en sus aguas –o sea actualmente en litigio en la Corte de la Haya- y llevada a Arica con sus 26 tribulantes. Pero el tema no quedó allí pues el Poder Judicial de ese país ha impuesto una multa que supera los 124 mil dólares”.
Manifestó también que el Canciller Belaúnde no descarta presentar una nota de protesta pero dijo que “vamos a esperar la resoluciòn final del tema”.
Sea como fuere, este caso solo demuestra la intemperancia, mejor dicho, la situación altiva y prepotente en la que se encuentran los chilenos frente al caso marítimo que, como es sabido ya está bajo los ojos jurídicos de La Haya.
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