ECUADOR PROSIGUE EL SHOW

EN 24 horas cambian de Presidente

Cien mil ecuatorianos cercaron Palacio de Gobierno y obligaron a Lucio Gutierez a renunciar a la presidencia de la República. Seguimos ofreciendo al mundo, un nuevo nùmero del show político latinoamericano.

Hacía algunas semanas que los países de este lado del Continente habían detenido su “show de latinoamericanizaciòn” o sea, sus golpes de estado o sus violentos cambios de presidentes constitucionales para poder normalizarse y continuar así escribiendo su historia rutilante.

¿Cuándo esta anomalía terminará?
Eso nadie lo sabe. Los especialistas sudan tinta tratando de encontrar las causas de las desestabilizaciones intermitentes pero es muy difícil dar en el clavo.
Por ejemplo, ahora, El Ecuador tumba a su presidente constitucional, Lucio Gutiérrez, para poner en su lugar a su vicepresidente Alfredo Palacio, con lo cual bate el actual récord regional: seis presidentes en solo ocho años de vida nacional. Antes el récord lo tenia Bolivia seguido muy cercanamente por el Perú.
Recuerdo una vez, que Bolivia se disputaba el hueso del poder entre Jaime Paz Zamora, la dama Aida Gueiler, Hernán Siles Suazo y el general Luis García Meza quien fungía de todo poderoso. Hoy, El general no tiene quién le escriba, está preso y esperando que lo condenen a 30 años de prisiòn por ladrón y corrupto.

Por entonces, entrevisté a Siles Suazo para lo cual me prepararon una operaciòn hormiga que constaba en ser llevado a su guarida en 5 taxis diferentes dirigidos por 5 bolivianitas diferentes, pero tan bonitas como decididas. Siles Suazo me recibiò en su escondide, pero no bien me vio, me gritó: “¡Huya, váyase, rápido, acaban de ubicar este escondite”. De todos modos, respondiò mi cuestionario, con duras frases contra la política de su país, mucho más de lo que acaba de decir Carlos Meza, el presidente actual ascendido porque el pueblo recientemente defenestró a Gonzalo Sánchez de Lozada. Meza ha dicho: “Bolivia es un solo de líos, qué lástima!”.

De esta anomalía o mala costumbre política no se salva ningún país latinoamericano, tal vez Chile o Brasil, por lo menos en estos últimos años. Conocí amistosamente a Salvador Allende, almorcé con él, y también conocí a Pinochet pero de éste sufrí sus tremendos ramalazos de tiranía detestable cuando 100 chilenos exiliados 20 años de su país quisieron entrar de contrabando a Santiago; en un rincón del aeropuerto fuimos reprimidos salvajemente por los gendarmes de Pinochet. Yo iba acompañando a los exiliados.

También en Brasil conocí a Getulio Vargas en el 51, Palacio de Rua do Catete. En 1954, Getulio se mató de un balazo en el pecho luego de escribir: “Entrego mi vida para entrar a la historia”. Era que estaba en un dilema: el pueblo brasileño rechazaba su gobierno. Se planteó entonces: ¿me quedo o me voy?. El solo se contestó considerando que era mejor irse, aunuqe al otro mundo; se mató. Esto es acaso lo que debería hacer tanto presidente latinoamericanos no bien siente el repudio de sus pueblos.

Volviendo a Bolivia, mientras esperaba al panzón y prepotente ministro de Gobierno, Arce Borja, para presentarle mis quejas, leía una crónica sobre Bolivia, de Pierre Lemoir,: “Golpe tras golpe. Banzer es derrocado por Pineda, Pineda es derrocado por Padilla, Padilla es reemplazadso por Guevara. Guevara es derrocado por Natuch. Natuch es reemplazado por la Gueiler, la Gueiler es decorrocada por García Meza. Contando con Banzer instauró un triunvirato militar, Bolivia, en tres años -1978 a 1980-, ha tendio 9 presidentes, 4 golpes de estado y 3 de Elecciones Generales”. L.Q. Q. D.

Tal vez, habría que concienzar a los que pretenden gobernarnos el verdadero sentido político del poder y la veneraciòn a la verdad, la justicia y la libertad. El amor a las cosas del pueblo y el rechazo absoluto a la corrupciòn. Conciencia de democracia, eso de que viene del pueblo y va hacia èl. Aquí en Latinoamérica, la democracia solo es una frase hecha.
En el Perú, creemos que ya tenemos conciencia de democracia; antes, se daban bastantes golpes de Estado, ahora no. Pretendemos convertirnos en elegantes funcionarios de la democracia. Pero, no es así, nuestra democracia está sostenida por los que tienen la sartén por el mango, ellos se rasgan las vestiduras defendiéndola, pero a la larga les sirve para nada a los demás.
El presidente de la República está envuelto en mil problemas. Hay más que suficientes pruebas de que falsificò firmas electorales para llegar a la presidencia. Lo cita el Congreso para que levante cargos, pero el Presidente se rié del Congreso. Su mujer y sus familiares son encontrados con las manos en la masa, los acusan, pero ellos también se ríen, aunque acompañados de algunos jueces que, frente a los casos, se hacen de la vista gorda.

Ha habido voces para que una asonada popular saque al presidente del Palacio de Gobierno, con Eliane Karp y todo. Pero, entonces, saltan algunas voces mediáticas y una mayoría de políticos, los que no quieren soltar la mamadera: “No, -gritan- no podemos retroceder, no podemos ser antidemocráticos, que dirán afuera”.
O sea, que en honor al puritanismo tenemos que soportar humillaciones, Porque ¿no es humillante tener una presidencia al borde de la comprobaciòn de que es delincuencial?.

En Ecuador no han soportado la situaciòn. El pueblo dice que Gutiérrez no cumpliò con sus promesas. Y el Ecuador, como nosotros y como una mayoria de pueblos latinoamericanos estamos con índices por debajo de la línea de pobreza. Hay pueblos donde algunos comen, pero una mayoría no.
De pronto, los entendidos profundizan y afirman: nos falta educaciòn pública primero, luego educaciòn política después. Excelente, pero, no dicen que primero tienen que tener sus estómagos llenos.

Al único presidente ecuatoriano que conocí fue a Jamil Mahuad. Me pareciò brillante. Excelente, fundamentalmente, porque puso fin a la guerra centenaria Perú-Ecuador. En la célebre Universidad Mayor de San Marcos, cuando se le otorgó el título de Doctor Honoris Causa, Mahuad dijo que la política se debería enseñar, es decir, abrir cátedras para que, a quienes tengan vocaciòn política se les enseñe a gobernar. Porque resulta que gobernar no es como soplar una vela.
Pero, hasta ahora, nadie le ha hecho caso en profundidad. Los que nos gobiernan son payasos de a dos por medio. Su mediocridad da risa. Hay que acabar con los payasos.
Chile, antes, producía payasos excelentes, exportaba circos y payasos excelentes. Ahora exporta pesos chilenos convertidos en dólares. ¿Qué ha pasado ahí, ah?

Del loco Abadalá Bucaram, pasaron a Fabián Alarcón, de ahí a Jamil Mahuad, de ahí a Gustavo Noboa, luego a Lucio Gutiérrez y, ahora, al ocasional Alfredo Palacio?.
¿Quién vendrá después?. Ya han empezado a correr las apuestas!.