Toledo regalará $30 a los más pobres
El presidente del Perú, Alejandro Toledo, va a “regalar” 30 dólares mensuales a los peruanos más pobres de los más pobres, como hacía la madre Teresa de Calcuta. Veamos como es esto.
Otro “gesto” democrático
para ganar clientela politica
Desde el primer día de ascender al altísimo cargo de Presidente de la República, Alejandro Toledo no supo comportarse a la altura de semejante compromiso; de inmediato perdió la confianza y el apoyo de la ciudadanía.
Su primer “gesto” presidencial fue fijarse el sueldo más alto de toda la historia de la República. Nadie, nunca jamás ganó tanto dinero como él.
Esto sorprendiò a los peruanos de todas las clases sociales, menos, posiblemente, a quienes conformaban la “chakana” o sea a los de su entorno.
Esto “gesto” se producía cuando el país no estaba en condiciones econòmicas de soportar el pago de un sueldo tan elevado.
Mientras los maestros, -que en otros países son los mejor pagados o los que reciben mayor consideración-, no ganaban más alla de 200 dólares mensuales, y mientras los policias, ganaban mucho menos y los maestros universitarios un poco más, el presidente Alejandro Toledo se asignó 18 mil dólares como sueldo mensual.
Al cambio de entonces, eran algo asi como 600 soles los maestros y 60 mil soles, Toledo, aunque estas no sean cifras redondas sino aproximadas.
Toda la campaña eleccionaria del ciudadano Toledo se basó en decirnos que èl habìa sido muy pobre, que en su infancia había descamado pescados en los mercados públicos y había lustrado zapatos en las plazas y calles de Chimbote, un puerto abigarrado del norte del país donde vivió.
Esta imagen de niño pobre era admirable para todos nosotros. Por fin, pensàbamos, vamos a tener como presidente a un ciudadano qué sabía lo que era pobreza, lo que significaba ganarse la vida con el sudor de su frente.
Pues, justamente, contradiciendo todo eso, ordenò a la Caja Fiscal que él no podría ganar sino el sueldo que se señalaba.
Hubo tremenda bronca cuando se conoció el dato, que él trató de amenguar ofreciéndonos destinar 6 mil dólares de lo que iba a recibir, para pasárselos a los lustradores de zapatos, etc.,
Pero, ya la esperanza, la figura ideal del cholo bueno se cayò del corazòn de las gentes.
Por eso, ahora que nos sale con que pretende instaurar un programa que permitirà entregarles 100 dólares mensuales a los más pobres del país, nadie cree que sea un “gesto” democrático, sino una maniobra populista.
Los medios, -recogiendo el masivo sentir popular-, lo frena, lo encara, lo moteja. El contesta airado: “Si no les doy nada a los pobres, ustedes pitean; y si les doy algo, ustedes pitean, ¿quien les entiende, ah?.
Hermoso raciocinio, hermosa premisa filosófica para dejar mudos a los politicos y a los periodistas que ven en este “gesto” solo una “viveza criolla”, ese comportamiento que aprendemos los serranos que venimos a la costa a “avivarnos”.
Lo que pasa es que Toledo tiene 8 y hasta 5 por ciento de apoyo popular y quiere reconquistarnos. Cree que regalándoles 100 soles mensuales a los más pobres, estos van a regresar como ganado al redil.
Toledo se corrompiò al llegar al poder. O lo corrompieron. Lo corrompiò su mujer que lo único que busca es el relumbrón, el aparecer en primer plano en los noticieros nacionales o internacionales. No tiene vergüenza de ninguna naturaleza. Critican su comportamiento, pero a ella no le interesas un comino, le da lo mismo chana que juana.
Ahora está en España metida en una jarana que no es para ella. ¿Qué tiene qué hacer semejante antropòloga judio-belga-peruana en una exibiciòn de sastrería femenina?.
Ideal que haya un subsidio para los más pobres, pero dos problemas previos: Primero, no hay catastros, no hay nóminas, no hay identidad de los más pobres en el Perú que, a la sazón, somos una gran mayorìa. En segundo lugar, ya le han dicho que más va a costar la lavada que la camisa, porque el 25 por ciento de la inversiòn se va a ir en burocracia.
Pero, los ayayeros dicen, que todo está arrglado para que “unos 6 millones de pobres-pobres reciban esa ayuda” dice su escudero. el premier Ferrero.
Toledo. como la madre Teresa de Calcuta, quiere favorecer a los más pobres de los más pobres.
Recuerdo que cuando le pregunté a la Madre Teresa, cuánto llevaba en su bolso, ella me contestó, nada. No puede ser madre Teresa, enséñeme su bolso, por favor. La Madre, medio indignada, me mostró su bolso de bayeta y estaba vacío, en el fondo solo estaba su rosario. ¿No lleva usted, dinero, Madre Teresa?. No, nunca, me dijo la monja, dulcemente.
Ahi aproveché para perdirle su rosario: Regálemelo, por favor, Madre Teresa.
Ella dudò mucho, pero finalmente me lo obsequió. Fue un gesto autèntico y no “populista” desprenderse de una joya.
Eso me pasó con la madre Teresa, pero no me pasaría con Alejandro Toledo.
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