PERIODISMO “CHICHA”: IGNOMINIOSO
Periódicos “chicha” se les llama, en Lima, a los periódicos “amarillos”. Y como todos lo saben, “amarillos” son los periódicos sensacionalistas, calificativo que les vienen desde el siglo XIX cuando los norteamericanos comenzaron a emplear el sensacionalismo como pan del día.
O sea, el verdadero periodismo no debe ser sensacionalista. Dentro de los matices o valores informativos de los acontecimientos, existen algunos consistentes en lo que rompe la cotidianeidad, la rutina, el acontecer intrascendente. Por ejemplo, un choque de vehìculos, un homicidio, el robo de un reloj de oro al paso, o las declaraciones de un ministro que viaja al extranjero, no son hechos sensacionales. Salvo que lo mencionado exceda la cantidad y la calidad y adquiera, entonces, el matiz de la sensacionalidad.
El periodismo “chicha” exagera la sensacionalidad y lo convierte en sensacionalismo, lo extremadamente exagerado. No dice “ayer se incendió una casa” sino “un infierno consumiò una casa”, etc. Cuando un accidente causa 2 muertos o más, el sensacionalista dice “habría 10 muertos”, etc, para lo cual su falsedad se ampara en el uso del condicional.
Pero, además, el periodismo “chicha” emplea la jerga delincuencial como herramienta lingüística oficial. Todos sus titulares lindan con la exageraciòn, pero, además, con lo más grotescamente soez.
En este sentido, el periodismo peruano todavía atraviesa por la peor de sus etapas de vida pública. Posiblemente peor que todos los periódicos sensacionalistas del mundo, porque el “amarillismo” es una plaga universal.
Pero, lo peor que le pudo pasar al periodismo “chicha” en el Perú durante el régimen del gobierno anterior denominado comúnmente “fujimontesinismo” es el haberse “vendido” para difamar a los enemigos de ese gobierno.
Vladimiro Montesinos, el capo nùmero uno de esa mafaia. preso ahora de repente para toda su vida, “compró” los periódicos “chicha” a excelentes precios en dólares.
Una vez caído el règimen de Fujimori, justamente por una “traiciòn” de una de las amantes de Montesinos, se descubrieron todos sus mangoneos, sus compras de diarios "chicha" y otros medios de comunicaciòn, como canales de televisiòn, etc.,
Bueno, es aclarar que quienes vendieron sus medios y por lo tanto se enriquecieron en dólares, no fueron los periodistas profesionales, sino lógicamente, sus propietarios.
Pues, bien, después del debido proceso judicial, ayer fueron condenados los principales protagonistas de esa “vendimia”. Y por supuesto, que han sido bien condenados. Cinco años de cárcel a los propietarios de los periódicos “chicha” que escribieron una página negra en la historia de la prensa nacional que tuvo y tiene aún aunque ahora menos, tantos profesionales ante quien debemos quitarnos el sombrero.
La lista es larga de estos delincuentes, pero todavía faltan caer algunos por adolecer de enfermedades o estar fugados en el extranjero. Pero, la justicia tiene los brazos muy largos, dice el pueblo.
NOTA: “Chicha” es un sustantivo considerado en el Diccionario de la RAE, en segunda acepciòn como: “de poca importancia”. También: “ser inhàbil”. Dice, luego, que es un modismo familiar decir: “calma chicha”, cuando se navega y el mar está tranquilo. Señala que: “es una bebida alcohólica de maiz fermentado en agua azucarada”, etc. En realidad, en el Perú se considera a la “chicha” como un primerísimo licor preinca y los indígenas actuales. Es de maiz fermentado y luego, apurado su efecto alcohólico con chancaca.
Es un tèrmino muy popular que lo empleamos en són despreciable, de mediocre, de poco valor o estima. Periodismo “chicha” es el peor calificativo con el que se ha podido bautizar al periodismo prístino de José Faustino Sánchez Carriòn, Unánue, Gamarra, Mariátegui, Vallejo, Palma, Cisneros y cien nombres más entre los muertos, y los que viven aùn.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home