LA GUERRA DE LA COCA

Estados Unidos versus países cultivadores de coca

En el Perú se acaba de oficializar el cultivo de la coca. El Cusco ha dicho, “a nosotros nadie nos puede prohibir que sigamos cultivando la coca porque esto no significa ser productores de la cocaina, terror de los consumidores mundiales”. Veamos algunos detalles del problema.

Desde 1978 regía una ley que limitaba el cultivo de la coca en nuestro país. Como se sabe, la coca es una hoja que los peruanos de las regiones andinas (también en Ecuador, Argentina y Chile)consumen desde tiempos inmemoriales. A su vez, la coca es la base de la producciòn de la cocaína, una droga que se ha convertido en el terror de las sociedades ricas y también, pobres.
La coca, denominada “hoja sagrada” para los peruanos se produce en los departamentos medio selváticos situados en el sur y centro del país, como el Cusco, por ejemplo.
En días recientes, en la plaza Tupac Amaru del distrito de Huanchaq, Cusco, “en un ambiente festivo de música y danzas con la participaciòn de los alcaldes de la zona, los productores de hojas de coca y funcionarios regionales, incluso siete sacerdotes andinos realizaron un ritual religioso en señal de agradecimiento por la norma”. Asi informó sobre el hecho, un diario local comentando la decisiòn tomada por la Regiòn cusco para reiniciar la siembra de la coca sin limitacione s.
Allí estaba el presidente de dicha Regiòn, Carlos Cuaresma, perteneciente al FIM, partido político co-gobernate del Perú junto con País Posible del presidente Toledo.
Cuaresma volò esa misma tarde a Lima y aquì, anunciò en el mismo Palacio de gobierno, y ante nutrida conferencia de prensa, la normalizaciòn del sembrío de coca en casi todas las regiones de ese Departamento. El dijo, sinembargo que eso no significaba dejar de considerarse “enemigo acérrimo del narcotráfico”.
Primer comentario: increible que el Gobierno de Toledo no haya abierto la boca ante una actitud que pudo tener menos soberbia por parte de Carlos Curesma.
Segundo comentario: Esto porque los entendidos afirman que el problema tiene una alternativa que debe definirse rotundamente: O se despenaliza la producciòn y comerciaciòn de la coca o se va a la prohibiciòn absoluta de su cultivo.

Los países consumidores de cocaina y en especial, los Estados Unidos de Norteamerica, satanizan a los países productores de coca como son el Perú y Bolivia. Pero, lo hacen de manera prepotente y sin tomar en consideraciòn algunos elementos de peso que, si no justifican, por lo menos explican por qué el Perú y Bolivia siembran coca.
Los doctos y entre ellos, los antropólogos, manifestan que la coca constituye un símbolo cultural de los países andinos porque el chacchado o sea el masticado de las hojas por tiempos indeterminados puede constituir una adicciòn, pero de ninguna manera, un vicio nefasto. No es dañino sino, de alguna manera, benéfico para la salud
Es cuando se convierte en cocaina que se sataniza, se vuelve una droga ”maldita” porque arrasa con miembros de sociedades eminentemente ricas como son las de los países Europeos y de los Estados Unidos. La mayor parte del narcotráfico enfila sus cargmentos de cocaina y los distribuye en todos los estratos de este gran país, pero en especial, entre los jóvenes, hombre y mujeres, es decir, el sector más apreciable de una sociedad cualquiera.

Los bolivanos se preguntan entonces, ¿por qué la prohibiciòn de la droga no se realiza dentro de los Estados Unidos?. ¿Porqué lo poco que se gasta en apoyo para la erradicaciónn de los cultivos en los países productores de la hoja de coca no se gasta en campañas educativas y policiales dentro de ese país?. ¿Por qué los cultivadores de las coca tienen que pagar el pato?. Esto, porque como se sabe, los cultivadores son gentes absolutamente pobres que precisan de alicientes econòmicos para subsistir. Entonces, como sucediò hace muchos años, se planteó la sustituciòn del cultivo de la coca por la de otros cultivos. Pero, esto no se hizo agresivamente. Esto se hizo apenas. Nunca se emprendieron campañas que respondieran de manera real a la soluciòn del problema.
En un artículo de internet publicado por Carlos Toranzo Roca, contó que cuando Kofi Annan visitò Bolivia, planteó “una salida controlada al problema de la coca”. Toranzo dijo que Annan no tenía poder ni voz ni voto para meterse en este asunto. O sea, el problema no es de la ONU ni de USA, es de los propios países productores de coca los cuales deben tener en consideraciòn todos sus ángulos pertinentes.

En el país, el consumo de la cocaína y otras drogas está aumentando peligrosamente según encuestas realizadas en estos últimos días y lo que es peor cada vez más en niveles inconcebibles como viene a ser el de los escolares.
Lo que podría considerarse de hecho que lo que más se precisa en el país es de campañas educativas cerradas. Nuestra sociedad se abarraja cada vez más y no solo en lo que concierne a la cocaina. (Yo ecuerdo que en mi niñez, mi padre tenía en el botiquín familiar, un kilo de cocaina que todos nosotros usábamos solo para curarnos los dolores de muelas. Y nada más).

Pues bien, Cuaresma se ha rebelado y ha dicho, en el Cuzco nadie dejará de sembrar coca. Ya veremos cómo combatimos a los narcotraficantes.
Como se sabe estas son maffias demasiado poderosas a tal extremo de que ahora ya sabemos cómo corrompieron a nuestros políticos y lo más grave aun, a los más altos mandos militares, generales de la época pasada que ahora están tras las rejas.

Hay tres o cuatro especialistas en el tema que han aplaudido la decisiòn de Curesma porque consideran que nada se conseguirá tratando de erradicar los cultivos. Quienes lo hacen son campesinos sumamente pobres que no encuentran otra opciòn para acaban con su pobreza.
Aquellos recomiendan que se despenalice el cultivo de la coca, como sucediò en los Estados Unidos con La Ley Seca que desde el 1920 al 1930 solo sirviò para que se desarrollara la abyecciòn y el crimen y de paso, la sacralizaciòn de bandidos como Al Capone.
El problema es complejo, porque los cultivadores de cocaína no son maffiosos, lo son los ricos y los poderosos.
Como lo plantea Juan Carlos Tafur en su diario, o se despenaliza absolutmante la producciòn y comercializaciòn de la coca con lo cual se destruye las maffias de narcotrafico o se procede a la erradicaciòn absoluta de un producto que más allá de la antropológía es, de hecho, fuente de crimen, corrupción y delincuencia. Lo que no se puede hacer es que este gobierno se cruce de brazos sin hacer nada”.

Lo recomendable podría ser la despenalizaciòn del problema. Total, la coca es inocente. Tanto, que ahora se sirve como “te de coca” en varias líneas aéreas y también sirve para que la cocacola sean consumida en todos los países del mundo.