PERU: cOCA Y NARCOTRAFICO

Los incas jamás habrían imaginado que alguna vez, la coca iba a convertirse en la manzana de la discordia de media humanidad.
“Los Incas –dicen- estimaban tanto la coca que la llamaron K'oca que significa arbusto único, excelente, sagrado” o sea, como aún se la conoce entre los quechuas y los aimaras: “la hoja sagrada”..
Alguna vez, cuando ya los conquistadores irrumpieron en este lado de América al tratar de impedir su uso por los indígenas de entonces, se empezaron a tejer mitos. Se decía que “la coca es el símbolo de la venganza frente a los intrusos y elementos de justicia entre los indios y los blancos”
Lo que se afirma contundentemente es que “La coca en la Cultura Andina es el hilo de continuidad histórica que no se rige por la civilización y el progreso”.

Pasaron siglos o décadas o años en que su uso se hacía sin saber qué cosa se chacchaba o se bebía en cocimiento hasta 1901 en que William Golden Mortimer, médico norteamericano, sistematizó todos los conocimientos existentes acerca de la coca en su obra "Perú: A History of Coca"obra reeditada en 1974 como: "History of Coca, the Divine Plant of the lncas".
Posiblemente, allí se habló por primera vez de la cocaina.

Se comprobó que la coca contenía esa sustancia que nada tenia de malo al masticarla o beberla. Luego se drogadizó, es decir, de ser una hoja benéfica para la salud del hombre, se convirtiò en maléfica, en una especie de maldiciòn para la vida humana.
Según un dato de internet: “La Universidad de Harvard ha probado que la masticación diaria de 100 gr. de hojas de coca satisface la ración alimentaria recomendada tanto para el hombre como para la mujer. Ese estudio se hizo en 1975, "Valor nutricional de la Coca", donde se sostiene que la coca puede contribuir en gran medida a la dieta alimenticia: 60 gr. de coca por día colman las necesidades de calcio. Se han iniciado nuevas fases de comprobación de la utilidad científica en biomedicina y farmacia” se decía en el comentario.
Se corroboraba lo que aquí ya habian dicho médicos peruanos como el doctor Fernando Cabieses, Teobaldo Llosa, entre otros.

Todos sabemos entonces que la coca no es dañina, sino la cocaina, aspirada o inyectada, la cual se ha convertido en una de las drogas mas malévolas de que se dispone ahora y que es consumida en casi todos los países del mundo. Esto ha desatado un negociado que rinde ganancias lindantes con la fábula. A los negociantes de cocaina se les llama “nacrotraficantes”.

Los´países más afectados por la drogadicciòn son los de Europa y los Estados Unidos que libran una batalla campal para que los países productores de coca: Perú, Colombia, Bolivia, arrasen con los cultivos por considerar que es el mejor remedio para acabar con la drogadicción.

Pero, aquí, los estudiosos afirman que ese no es el mejor remedio. Por ejemplo, el economista y estudioso del tema, Hugo Cabieses, dijo en una entrevista que: “ Lo que debe hacerse es atacar los eslabones intermedios de la cadena. Es decir, no a los agricultores que producen la hoja de coca, que es la materia prima del clorhidrato de cocaína y la pasta básica de cocaína; y tampoco a los consumidores, que son los pobladores, generalmente pobres, de los países del Norte o de nuestros propios países; sino a los que trafican con recursos químicos para producir la pasta básica y la cocaína, a los que lavan el dinero proveniente de este enorme negocio, y a aquellos que son sus “gerentes”. Se trata entonces de tener un buen sistema de información e inteligencia que ubique efectivamente a los responsables, y no optar por el camino más fácil que es reprimir a los consumidores y a los productores. Esto último, además, se realiza con una tesis absolutamente equivocada, que es la que tiene Estados Unidos, para quien es mejor matar a las abejas que están en el panal que a las millones que sobrevuelan en su propio territorio. Esto, en última instancia, no resuelve el problema sino lo complica (recordemos que de esta complicación viven muchísimos funcionarios y policías, y que Estados Unidos invierte cada año muchísimo dinero).

Aquí en el Perú, hay instituciones especializadas como DEVIDA que realizan esfuerzos denodados aunque inútiles para acabar con el narcotráfico pretendiendo sustituir el cultivo de la coca por otros alternativos. Pero, hay otros estudiosos o no que no creen que ese sea el remedio.
El presidente de la institución nombrada, Rómulo Pizarro, acaba de presentar al Congreso de la República, un plan que comprende el 2007 hasta el 2011, con la pretensión de exterminar el narcotráfico.
Pizarro conversó con una de las más tercas oponentes al arrasamiento de los cultivos de coca, ella misma sembradora de “ la hoja sagrada”, Nancy Obregón, ahora congresista de la República.
Pizarro confirmó que la política antidrogas que se realiza en el país, está errada y hasta ofreció cambiarle de nombre a DEVIDA.
La Obregón y otros dirigentes cocaleros defienden a los cultivadores de la coca y enfilan sus baterías, contra los intermediarios en la fabricaciòn de la cocaína y, por supuesto, a los narcotraficantes de cuello y corbata multimillonarios, y no contra los campesinos pobres.
El hilo no se puede romper por el lado más débil.

Cabieses afirma que desde el punto de vista económico “El problema del narcotráfico no es de oferta sino de demanda”, tal vez rimando con estas propuestas electrónicas planteadas para erradicar la peste:
- El consumo genera la producción.
- El papel fundamental del abastecimiento de productos químicos indispensables para producir clorhidrato de cocaína.
- Los sistemas financieros de los países consumidores permiten el lavado de dólares procedentes del narcotráfico.
- Dualidad moral con relación al problema de las drogas (legales o ilegales). Las multinacionales farmacéuticas se han opuesto al control de las drogas legales (anfetaminas, barbitúricos y tranquilizantes).
La cocaína es perniciosa como droga, pero de todos los efectos negativos el que ha generado todo un mundo de criminalidad y violencia ha sido su ilegalidad.
- Si los narcotraficantes decidieran liquidar la deuda con dinero contante y sonante se crearía una crisis de alcances imprevisibles en todo el sistema financiero mundial.
- La legalización de la producción y exportación de la hoja de coca convertida a los países productores en grandes potencias económicas.

Las posibles soluciones a lo mencionado, sería:
1º. Control del lavado de dólares. 2º. Control de los productos químicos que se usan para elaborar la pasta básica. 3º. Posibilidades de legalización o descriminalización. 4º. Política de cooperación para el desarrollo: a) En el plano internacional debe modificarse el intercambio desigual y la deuda externa, b) Preocupación muy especial de los gobiernos andinos por el desarrollo rural; y 5º. Aceptación de la coca en las esferas económicas con una producción ampliada y legal de la misma en una agroindustrialización que permita rescatar los valores de uso benéfico del cultivo de la coca.

Las estrategias de casa, hasta hoy, solo han obedecido al patronato norteamericano. Al respecto, un visible educador y especialista italiano, Cristiano Marsolin, ha escrito un largo y bien pensado artículo donde dice lo siguiente: “En el caso del Perú, el debate público está recluido con las ruinas preincaicas. La gente todavía parece no haberse puesto de acuerdo en la definición de ‘narcotraficante’. Mientras que cualquiera que aboga a favor de la coca puede ser tildado de narco, a los verdaderos narcos no hay quién se atreva a identificarlos. Los medios de comunicación peruanos, que podrían ser una voz importante para dar a conocer hechos relevantes de la realidad peruana y servir como medio de expresión de un debate serio sobre las drogas, a menudo se callan e incluso distorsionan la información. Parecería que en el Perú estuviera prohibido cuestionar la manera como el gobierno desarrolla sus políticas de control de drogas…”

Se espera que la dura posición dirigencial de las cocaleras y ahora congresistas Nancy Obregón y Elsa Malpartida cooperen decisivamente a enderezar las estrategias torcidas gubernamentales e incrementen la voluntad politica para acabar por fin, con esta lacra.


Finalmente, para el conocimiento general, ofrezco esta versiòn científica donde se enumera los 14 alcaloides naturales que contiene la coca, así como sus efectos en el organismo:
Cocaína: Es el éster metálico de la benzoil egnonina, tiene propiedades anestésicas y analgésicas.
Egnonina: Es un derivado carboxilado de la atropina, tiene propiedades de metabolizar grasas y glúcidos, carbohidratos y adelgazar la sangre.
Atropina o escopolamina, es un anestésico que produce sequedad del árbol respiratorio.
Pectina: Es absorbente y antidiarréico, junto a la vitamina E regula la producción de melanina para la piel.
Papaína: Esta proteasa (que en mayor proporción contiene la papaya) es muy parecida en su estructura a la catepsina animal, es un fermento que acelera la digestión.
Higrina: Excita las glándulas salivares cuando hay deficiencia de oxígeno en el ambiente.
Globulina: Es un cardiotónico que regula la carencia de oxígeno en el ambiente, mejorando la circulación sanguínea, evita el "soroche" (mal de altura).
Pyridina: Acelera la formación y funcionamiento del cerebro, aumenta la irrigación sanguínea a la hipófisis y las glándulas.
Quinolina: Evita la formación de caries dental junto con el fósforo y el calcio.
Conina: Es un anestésico poderoso.
Cocamina: Otro analgésico que junto con el anterior ayudan a la cocaína a aumentar sus propiedades.
Reserpina: Regula la presión arterial en hipo e hipertensión y ayuda a la formación de células óseas.
Benzoína: Acelera la formación de células musculares y evita la putrefacción de los alimentos, de ahí sus propiedades terapéuticas para la gastritis y las úlceras.
lnulina: Regula la secreción de la bilis y su acumulación en la vesícula, refresca y mejora el funcionamiento del hígado, equilibra la formación de melanina evitando y limpiando las manchas de la cara, es diurético, ayuda a eliminar las sustancias nocivas y tóxicas no fisiológicas. Es un polisacárido muy parecido a la vitamina Bl2 que produce aumento de las células de la sangre.

¿Increible, no? Por algo, los incas, sin saber nada de química ni de fisiología, la llamaron “La hoja sagrada”.