ENIGMA: ¿QUE ES UN “BLOG”?

Un diccionario común y corriente en inglés no registra el nombre “blog”. Ni creo que un Appleton.
El nombre no suena a nada del otro mundo, no es ni siquiera eufónico, pero su utilidad comunicacional vale más que la eufonía y cualquier otra característica adicional.

Recuerdo que hace dos años ignoraba que éra un blog.
Herbert Holguìn, estudiante de periodismo digital y amigo mio, de visita en mi casa, me propuso armarme un blog.
Lo acepté como alguien que acepta un bizcocho y luego empece a utilizarlo como quien no quiere la cosa.
Pasado un mes de enviar unos cuantos mensajes atolondrados o tímidos, me di cuenta de la importancia comunicacional que representaba y de que, a mi, me iba a sacar del ostracismo profesional en el que me encontraba; me iba a servir cantidades.
Aunque escribía en cuanta oportunidaad se me presentaba había dejado atrás el periodismo tradicional que lo ejercí durante 50 años consecutivos. Me refiero al periodismo escrito, a la prensa, no a las otras opciones como son el periodismo radial o televisivo.

Eso ocurriò en noviembre del año 2004. Un año despúes, tuve un repunte en mi lectoría que me dejó de una pieza: el dia 27, alcancé 793 lectores distribuidos en muchos países del mundo, porque como lo saben los bloggers, nuestros posts pueden ser inmediatamente traducidos al inglés.
Porque ese es otro de los valores del blog que no viene a ser sino uno de los tantos beneficios que la ciencia y la tecnología modernas nos han puesto a disposición.

Cuando en las décadas del 70 al 90 viajaba por el mundo, siempre anclaba en Madrid donde la prestigiosa Agencia de Noticias EFE se encargaba de distribuir en todos los países de habla hispana, las informaciones que yo recogía en mis periplos. Pero, por ejemplo, si yo entrevistaba al primer ministro de algún país, hoy 30 de setiembre, en los diarios a los cuales les llegaba la informaciòn alcanzada por EFE, solo era dable publicarla 15, 30 o más días después.
Mis informaciones y fotografías de la guerra del Vietnam, por ejemplo, solo fueron publicadas en mi Diario, casi 60 días después de recogidas y tomadas in situ.
Es que por entonces, no había satélites ni cables ni teletipos ni nada que unieran a Hanoi, a Singapur, a Sydney, a Dakar, etc., con Lima.

El milagro de la electrónica ha hecho que los sucesos sean conocidos en el mismo momento en que suceden, en cualquier lugar del mundo donde hay receptores.
Todos los cristianos o no, vimos las excequias de Juan Pablo II en el mismo momento en que ocurrían y tan verazmente que dos señoras que observaban la TV, cerca de mi casa, lloraban llenas de pesar viendo lo que estaba sucediendo en El Vaticano.

En los años 40, yo ingresé en Lima a la Escuela Militar de Artillería y durante 4 años no vi ni hablé con mis padres que vivían 500 kilòmetros al norte. Solo nos saludábamos por medio de una carta mensual.
Resulta que ahora, todos los días cuando lo precisamos o cuando a mi me da la gana, hablo con mi hijo y mi nieto que viven en San Francisco o con mi nieta que vive en Gessi, Italia. Además de hablor con ellos, los veo, “en vivo y en directo”, según el argot televisivo,

El periodismo digital es un milagro. Pero, como sucede con todo invento que raya en milagro, debemos aprender a usarlo lo mejor que podamos. Alfred Nobel inventó el TNT para desgracia de la humanidad poque con la potencia de este trinitotolueno se han arrasado muchas ciudades y muchas vidas. Y, lógicamente, Nobel no lo inventó para eso.
Cuando estuvo de paso por Lima el científico Robert Oppenheimer, le pregunté si sentía algún remordimiento por haber contribuído a que la bomba atómica hiciera polvo a Hiroshima.
Por supuesto que sonrió y enmendó mi pregunta en el sentido de que los científicos nunca tienen la culpa del mal uso que le dan otros, de lo que ellos inventan, en todo caso, los políticos.
Creo que recordó a Einstein opuesto a que se arrasara Hiroshima.

Lo que quiero significar es que el lenguaje tiene mucho poder, acaso tanto o como el de la dinamita. Entonces, debemos utilizarlo de la mejor manera, digamos, por ejemplo, a favor de la paz y no de las guerras.
Debemos discutir ideas y no despotricar ni insultar a personas ni menos a paises ni a confesiones religiosas ni a nadie ni a nada, por último.
Claro que la parábola bíblica nos enseñó que “aquí, nadie puede tirar la primera piedra” o sea, todos cometemos errores y deslices, pero la idea estaría en que los humanos debemos hacer todo lo posible por no cometerlos.

Sé que en el Perú hay una Asociación que reune a todos quienes tenemos un wewblog. Me agradaría pertenecer a esta instituciòn y cooperar a incrementar su prestigio, su cantidad, y también su calidad, si es que pudier hacerlo.
En tanto, mis felicitaciones no solo a los bloggers peruanos sino a todos los bloggers que están diseminados por todos los Continentes, están en todos los rincones del mundo.
Esta es la más brillante oportunidad que tenmos los hombres de saludarnos, de pasarnos la voz y no hacer como los vientos que solo pasan pero no se saludan; oportunidad para discutir ideas, hablar de todo lo grandioso que es habernos tocado vivir en esta irrepetible Era de la Informaciòn.

Un privilegio que personalmente deseo usufructuarlo lo poco que me queda de vida.