CONTROL A LOS BLOGS
Cincuenta años atrás, la comunicación interpersonal era casi imposible, se realizaba solo por medio del teléfono e informativa, por medio del periodismo.
No había ninguna otra posibilidad. Una fotografía no se podía trasmitir jamás. Solo después de la década del 60, se empezaron a trasmitir fotografías via-cable.
Me permitiré mencionar una sola experiencia personal: en 1969 estuve en Vietnam y no pude trasmitir al diario El Comercio donde trabajaba, ni una sola noticia ni una sola fotografía sobre mi labor periodística. Aparte de las restricciones estratégicas, no había aparatos hábiles para la transmisión. El material que recogí de la guerra solo lo publiqué en Lima, un mes después de haberlo obtenido.
El sistema del blog es milagroso. En el 2005, un joven periodista me instaló un blog en mi computadora cuando yo no tenía ni idea de lo que se trataba. Un mes después mi sorpresa no tenia límites, lo que escribía y trasmitía por intermedio del blog era leído ese mismo día en cualquier lugar del mundo donde fuera abierto.
Mientras cuando escribía en los periódicos locales solo podían leerme quienes compraban el periódico en Lima o en algún otro lugar de mi país, lo que publicaba en el blog era leído instantes después de la transmisión y, como repito, en cualquier lugar del mundo.
Un milagro
De esta manera comencé a publicar mis ideas, mis comentarios sobre mi país y el mundo, mis noticias, mis criticas, etc., de acuerdo a mi conciencia profesional y a mi ancho mundo informativo periodístico.
Hasta aquí, todo bien, pero luego viene mi primera decepción respecto a este milagro. Como se comprenderá, todos los que tienen blogs pueden escribir o expresar libremente sus ideas, lo que consideran conveniente. Inclusive, contestar o entablar conversación o discusión como entre dos leales contendientes.
De esta manera, a partir de algún tiempo, a mis comentarios –en especial- sobre el armamentismo de Chile y los abusos israelíes con los palestinos, empecé a recibir respuestas agresivas que fueron subiendo de tono hasta convertirse en insultos de la más baja especie.
Pero, lo que fue peor, empezaron a “jackear” mi blog y de 800 visitas diarias que tenía las redujeron a 100.
Hubo intervención de algunos especialistas “antijacker” nacionales y extranjeros, pero para mí, el problema no era que me redujeran a cero mis informes, sino que los blogs fueran convertidos en armas de combate de la más baja especie ética y moral. Entonces, me vi obligado a recurrir a un recurso lícito y aconsejado por los entendidos: cerrar el ingreso de comunicaciones externas.
Cualquiera que revise el lenguaje que empleo en mis blogs, como en todo lo que escribo, jamás encontrará palabras nocivas, obscenas, soeces, insultativas o procaces. De los insultos personales pasaron a insultar a mi país. Esto, hacían anónimamente los bloggers chilenos y judíos. Al respecto, hay testigos valiosos como son los mismas “antihackers” que intervinieron con la finalidad de frenarlos.
En una conferencia que ofrecí sobre mis experiencias bloggistas, -que no son muchas ni yo soy un experto en este tipo de comunicación-, dije que se debería buscar una fórmula para frenar estos abusos expresivos de manera drástica y de alguna manera, legal; que no se creyera que se trata de atentar contra la libre expresión de las ideas, sino de faltas contra la ética periodística o de la vida social.
Quienes me escucharon no estuvieron de acuerdo conmigo y alguno de ellos hizo mofa de mi proposición.
Pues, bien, los periódicos de ahora traen al respecto una noticia excepcional con este título: “Gobierno italiano quiere regular blogs”.
La proposición ha sido aprobada por el Consejo de Ministros y ya ha sido enviada al Parlamento para su examen y aprobación.
En su parte central, la noticia afirma lo siguiente: “La Ley Levi-Prod dice que cualquier persona que tenga un blog o un sitio web debe registrarlo como empresa editorial, un periodista colegiado deberá asumir el papel de director responsable de todo lo que se publique, los contenidos difamatorios se pagarán con multa e incluso penas de cárcel, según el caso”.Claro que este contenido ha sido, prácticamente, rechazado por media Italia.
De todos modos, se debe discutir y no solo en Italia sino en cualquier otro país sobre la posibilidad de aplicar a los bloggers la misma doctrina comunicacional que se aplica a los periodistas en general. Tú tienes libertad de expresión y puedes escribir los que quieras, pero todo tiene su límite, nada es ilimitado en la vida. Acá, si ofendes difamatoriamente con lo que escribes te enjuician y puedes ir a la carcel.
Veremos en qué termina esto y mientras tanto aquí, en Lima, se va a realizar el próximo mes de noviembre, justamente, un ”Taller de periodismo digital” donde se trataran los problemas computacionales de los internets y los blogs.
Entre los temas que abordarán se cuentan:
-Las incertidumbres de internet como medio informativo: el destino del
nuevo soporte más allá de la etapa del Web 2.0.
-Cómo hablar de información periodística en la red: ritmo, lenguaje y
reglas profesionales.
-La organización de un sitio informativo, su arborescencia y su
navegación.
-La presencia creciente de la audiencia en el contenido y en la
redacción de los sitios.
-Cómo se organiza una sala de noticias en internet y su relación con la
sala de noticias de un diario impreso: el modelo de producción, el
lenguaje, etc.
-El modelo económico de los medios periodísticos en internet: pago o no
pago, mitos y realidades.
-Internet es todavía peor que lo que usted imagina: lo que la red
cambia en el periodismo que le dio origen.
Esto ofrecen los organizadores. Mientras tanto, veremos qué pasa con los benditos blogs y sus mantenedores.
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