JORGE TORRES VALLEJO HA MUERTO

HA MUERTO UN PERUANO;

Jorge Torres Vallejo ha muerto y el Perú debería estar de luto porque fue uno de los hombres más correctos nacidos en este país tan infestado de alimañas y podredumbre.
Torres Vallejo nació en Trujillo en 1933 y estudió en el histórico Colegio de San Juan hasta el 2do. año, de instrucción secundaria en que fue trasladado al Colegio Militar “Leoncio Prado” de Lima. Durante todo su ciclo estudiantil se distinguió por sus condiciones intelectuales y morales. Su comportamiento fue intachable.
Aun, en el deporte, fue capitán del equipo de fútbol de su colegio. El mismo comportamiento y figuración en la Universidad Nacional de Ingeniería donde terminó la profesión de Ingeniero Civil.
En el Leoncio Prado y en Ingeniería obtuvo las distinciones y premios más altos y honorables.

De vuelta a Trujillo, joven aun, lleno de madurez vital y política, Torres Vallejo confirmó su militancia en el Partido Aprista Peruano a instancias de su padre, muerto ya pero convertido en una de las figuras más señeras de aquel partido, cuya cuna natal es Trujillo.
Como militante aprista, a su vez, tuvo descollada figuración en calidad de representante parlamentario –diputado, senador y Constituyente- para luego completar su ciclo de servicio público como alcalde de su ciudad en largos períodos cívicos

La historia contada así, parece un viaje en tren sin paradas hasta completar una vuelta al mundo. Falta, sin embargo, señalar siquiera un solo gesto de su insobornable comportamiento político. Porque su vida privada también lo señala como un amigo fraterno, dadivoso y rebosante de buen humor.

Cuentan testigos de un hecho que debido a que nunca transigió con nada que no fuera correcto, y convencido por las irregularidades cometídasn al interior del APRA, en alguna oportunidad, le golpeó la mesa al mismo curaca del partido, don Víctor Raúl Haya de la Torre.
Esto ocasionó que quedara marcado para siempre y solo se buscara la oportunidad para expulsarlo del partido.

El mismo comportamiento señaló su vida política tanto que cuando votó en contra de todo lo que era aprista, lo hizo de todo lo que consideraba equivocado, falaz, dañino para la sociedad peruana, para el verdadero desarrollo del país; por eso votaba en contra.

De regresó a Trujillo, se dedicó a trabajos profesionales, fue elegido Alcalde de la ciudad hasta en dos períodos donde desarrolló excelente trabajo social y de la ciudad.
Luego viajó a los Estados Unidos donde pretendió obtener un Seguro de Salud. Allí, le señalaron que sufría de una dolencia hepática, -“Hepatitis C”-. El diagnostico fue ratificado y la imposibilidad de curarlo, un hecho irreversible. Solo le quedaban pocos años de vida.

En su casa de campo del filo de la playa de Huanchaco, Torres Vallejo vivió solitario su enfermedad con un estoicismo admirable, jamás se quejó ante nadie de su estado y en todo caso, lamentó siempre la pésima salud de la patria.
En días pasados, se publicó una nota periodística que reproducimos aquí, donde pueden apreciarse los valores políticos, cívicos y éticos de este caudillo social:

Trujillo, (PRESSPERU).- Nunca tuvo pelos en la lengua, y ahora, aun postrado en una cama del servicio de gastroenterología del Hospital Regional Docente de Trujillo, Jorge Torres Vallejo no teme a los designios del destino y proclama: "Tengo una enfermedad terminal, hepatitis C, que ha degenerado en cirrosis. Es decir que de aquí, o muero directamente o se me transforma en cáncer". El ex diputado y ex alcalde de Trujillo habla del tiempo que le queda, sin pestañeos, y señala que éste le alcanzará para arreglar sus "papeles" y terminar los libros inconclusos que espera vean la luz de la publicación antes de que su vida se apague.
A algunos les puede parecer raro que un ex diputado y ex alcalde esté internado en un hospital público.
Yo toda mi vida he usado los servicios públicos. Los hospitales públicos son mejores porque el personal técnico tiene más experiencia debido a que reciben de todo.
¿No ha recibido aún la visita de Homero Burgos, que desde hoy ha empezado a trabajar en este hospital?
Hasta ahora no, no sabía que estaba aquí. Pero me gustaría verlo porque es un gran amigo mío.
¿En estas circunstancias no le gustaría que, por fin, la dirigencia aprista lo reivindique?
No. Yo respeto a los buenos apristas, y les agradecería si piensan hacer eso, pero yo ya no puedo pertenecer a esa colectividad porque estoy convencido de las grandes inmoralidades de esta gente que se ha enriquecido en nombre del pueblo y gracias al pueblo. "Yo nací peruano”, no aprista, y me hice aprista por mi padre, que si estuviera vivo y viera lo que es el APRA sufriría mucho.
¿Y si Haya de la Torre estuviera vivo, qué diría?
Se moriría porque la mayoría de traidores a la causa de él son los que gobiernan hoy. Y él nunca fue ladrón.

MÁS DATOS.- El director del Hospital Regional Docente, Raúl Cantera, ha visitado a Jorge Torres para saludarlo en su condición de "luminaria política" y desearle pronta recuperación. Le ha ofrecido todas las facilidades, tanto en los exámenes como en la cirugía
Fuente: CORREO – TRUJILLO

Jorge Torres Vallejo ha muerto y lo han enterrado sin ningún honor. Don Manuel Gonzáles Prada decía que el Perú no es nuestra madre sino nuestra madrasta.

Pero, por otro lado, el líder trujillano insobornable, Jorge Torres Vallejo debe estar sonriendo en la inmensa soledad de su tumba, a solas, y a sabiendas de que todo en la vida es “Vanidad de Vanidades y todo Vanidad”.