ALBA Y TLC, GUERRA A MUERTE
SEGUNDO PROBLEMA: Compro los 5 periódicos más importantes de Lima para ver el trato que la dan a la huelga de los médicos y protestas de la CGTP y otras asociaciones de trabajadores y me encuentro que un solo diario da la noticia en primera página, con foto y con toda amplitud. La mayorìa de los demás diario ni siquiera mencionan la situación de los médicos Y, dígase de paso, solo un diario publica una foto de Humala y sus declaraciones sobre el momento político actual, qué raro.
Pero, leamos el artículo sobre las pretensiones de Hugo Chávez:
INJERENCIA CHAVISTA
Por Ismael León Arias
En clara obediencia a órdenes del presidente García, la semana pasada el primer ministro Jorge del Castillo y el titular de Defensa, Allan Wagner, acusaron a quienes operan en el Perú las oficinas del ALBA –Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América- de dedicarse a organizar a la oposición. En otras palabras, intentan culpar al venezolano Hugo Chávez por el creciente descontento de médicos, agricultores, ganaderos, maestros del SUTEP y docentes universitarios.¡Injerencia en asuntos internos!, clamaron ambos. Como si la población necesitara que alguien (¡desde el extranjero!) la organice para oponerse a un gobierno que se enreda solo.
Pero será mejor no abundar en lo conocido. La incapacidad del gobierno, como los teoremas, la pueden demostrar los escolares de Pisco, que luego del terremoto del 15 de agosto siguen sin desayuno ni escuela. Es decir, dejaron de ser escolares.
Injerencia
Veamos el Tratado de Libre Comercio con EE.UU, el mismo que en diciembre del 2005 firmó Alejandro Toledo, ante la falsa indignación del entonces candidato García, quien prometió revisar (y lógicamente mejorar) su contenido por el nuevo Congreso. Algunos cambios, en efecto, se hicieron, pero por exigencia de la nueva administración demócrata en el Congreso norteamericano. Debe recordarse que a comienzos de este año, cuando AGP viajó a Washington para gestionar la aprobación del TLC, la legisladora Nancy Pelosi le exigió cambios en las condiciones laborales peruanas y en el capítulo de la ecología. El presidente ofreció cumplir las exigencias antes de la implementación del tratado.
¿Injerencia en problemas propios del Perú? No, qué ocurrencia.
Pero allí no quedó el asunto. Otro legislador demócrata, Sander Levin, fue más allá. "Exijo que esos cambios se hagan en su país, antes que nuestro Congreso inicie el debate de la ratificación". Y el gobierno peruano, ¡ay!, siguió acatando.
-Finalmente, gringo es gringo, pues.
No contentos con eso y desconfiados como son los norteamericanos, decidieron que su congresista Charles Rangel, presidente del Comité de Medios y Arbitrios en su Cámara, viajara al Perú a inspeccionar cómo iba ese procedimiento. El presidente García, virtualmente en posición supina, leyó al visitante los cambios exigidos y encaminados para su aprobación por el Congreso nativo, especialmente aquellos que adecuaban las condiciones laborales peruanas a las exigencias internacionales de la OIT. Y naturalmente paseó a su excelencia por los salones de Palacio. Foto previa, sonrisas ante las cámaras.
¿Injerencia en la soberanía? ¡Qué ocurrencia! ¡Es la globalización, hombre!
Grade dixit
¿Y qué clase de TLC es el que el señor García quiere que se confirme de una vez por el Congreso de los EE. UU? Veamos qué dice GRADE en un informe al Banco Mundial, sobre las posibles repercusiones del TLC entre Perú y EE.UU. "Los hogares del campo peruano perderán 370 millones de soles por año". Pone tres ejemplos, de los cuales, por razones de espacio, sólo mencionamos el del maíz. Dice GRADE que a la fecha de su reporte (mediados del 2006) el Perú registraba una producción total de 1 millón 471.000 TM de maíz amarillo, sembradas en 545 mil HS. Con el TLC –y sólo el primer año, pronostica- se importarán con cero arancel 500 mil TM de maíz americano subsidiado, a 6 dólares el quintal. "Se desincentivará la producción interna y cada año se tendrá que importar más maíz". Prevé que en diez años el arancel cero será para los maíces blanco y amarillo y el Perú entonces ya habrá dejado de producir ese grano. EE.UU. tendrá más trabajo para sus agricultores.
¿Injerencia en la economía peruana? ¡Patrañas! ¡Libre comercio!
En el rubro patentes, EE. UU, gracias al TLC y mediante los llamados datos de prueba y el segundo uso, amplió los actuales 20 años de vigencia que tienen sus productos. Esta medida retardará el ingreso de medicamentos genéricos al Perú, con el consiguiente daño para la salud de millones de pobres. Sin contar con que los negociadores americanos ampliaron sus patentes para las variaciones genéticas de plantas y animales nativos. De ese modo los peruanos pagaremos derechos sobre manufacturas de lana de alpaca genéticamente modificada, porque nuestros gobernantes, Toledo y García, ordenaron que el TLC con EE. UU se firme "sí o sí".
-¿Injerencia? ¡Eso dicen los comunistas!
Finalmente, y sólo a modo de píldoras ejemplares, el TLC garantiza a los inversionistas americanos derechos que no tienen ni en su país. Gracias a una llamada "Expropiación Indirecta", los empresarios de ese país podrán reclamar una indemnización del Estado peruano, en el caso de que cualquier autoridad nacional, regional o local, dicte en el futuro alguna medida impositiva que afecte sus expectativas de ganancias.
Tal como se lee: "Expectativas de Ganancias". De modo que, gracias a este TLC, el Estado peruano renuncia a legislar en el futuro sobre aspectos que pudieran mermar utilidades presupuestadas de antemano por los inversionistas americanos.
-Doctor García, ¿cómo se llama esto?...
-Confianza para el inversionista, es la estabilidad que el país requiere.
-¿No es injerencia impedirnos que hagamos leyes?
-Usted debe ser chavista. ¡Secretario, saquen de aquí a ese periodista!
Lima, 29 de octubre 2007
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