EL MUNDO, UN DÍA

Blog del Periodista Manuel Jesús Orbegozo. Este blog se mantendrá en línea como tributo a quien con su pluma forjo generaciones de periodistas desde la aulas sanmarquinas. MJO siempre presente.

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Primero, recorrió todo su país en plan informativo, y luego casi todo el mundo con el mismo afán. Por lo menos, muchos de los grandes sucesos mundiales de los últimos 30 años del siglo XX (guerras, epidemias, citas cumbres, desastres, olimpiadas deportivas, etc.) fueron cubiertos por este hombre de prensa emprendedor, humanista, bajo de cuerpo pero alto de espíritu, silencioso, de vuelo rasante, como un alcatraz antes que de alturas, como un águila, por considerar que la soberbia es negativa para el espíritu humano. Trabajó en La Crónica y Expreso, y más de 30 años en el diario El Comercio como Jefe de Redacción, luego fue Director del diario oficial El Peruano y como profesor de periodismo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos lo sigue siendo aún después de 30 años seguidos. Esta es un apretada síntesis de la vida de un periodista hizo historia en el Perú y en muchos de quienes lo conocieron. Puede además ver su galeria fotográfica en http://mjorbe.jalbum.net Nota: MJO partio el 12 de setiembre para hacer una entrevista, la más larga de todas. MJO no se ha ido, vive en cada uno de los corazones de quienes lo conocieron.

Wednesday, November 26, 2008

"CHILE Y EL GENERAL"

“los chilenos ni muertos”

Felizmente las cosas no irán a mayores, porque no hay ninguna razón de peso o de grado máximo. Eso lo sabe bien el gobierno peruano y la señora Bachelet.
El caso no es de ayer, es de hace dos años: el General Donayre pronunció unas frases que podrían tomarse como muy ofensivas para Chile si es que el autor fuera una persona válida.
Pero Donayre es más que medio loco.
¿A quién se le ocurre decir lo que dijo?
Donayre ni siquiera es el más grande enemigo de Chile. El que más odie a Chile sería incapaz de pronunciar frases de ese calibre. Esa es una frase de borrachos, de mediocres, de estúpidos. En Chile, también debe haber gente que diga así de los peruanos.
Quien odie a Chile con la justificación que alcancen sus sentimientos más hondos, no puede merecer jamás pronunciar una frase de esa envergadura, tan huachafa, tan trivial, tan estúpida, tan mediocre, tan de chancheros.
.
Los que odiamos a Chile –sin que esto signifique desearles daño- no nos atreveríamos jamás a pronunciar arengas de ese corte, nos llenaríamos de vergüenza, nos pondríamos al nivel de quienes odian al Perú, esos si nos sueltan unas frases que nos avergüenzan.
A veces habemos muchos que odiamos a Chile, pero es por lo que nos hicieron el 79 y por lo que nos quieren hacer luego.
Escribimos con odio porque sabemos que los chilenos –no todos- solo piensan en atacarnos para seguir sacando algo de nuestra geografía, de nuestras fronteras. Lo del mar de Tacna es una evidencia. Esperemos lo que va a pasar en La Haya..

Pero nuestro odio no llega a inventar frases estúpidas, Por ejemplo, yo jamás he escrito nada que pueda ofender a los chilenos, ninguna palabra soez, ninguna diatriba. Los chilenos tratan de humillarnos pero no solo a nosotros sino a nustra patria, a nuestra nacionalidad.

Ahora bien, menciono la palabra odio, porque no hay con qué reemplazarla, el castellano es muy mezquino, podría ser con cólera, con antipatía, etc., pero daño no les deseamos, de lo contrario LANChile no sería peruana no estría volando por los todos,los cielos del Perú, vuelan como si fueran dueños de todas las vías aéreas, ni dueños de las tiendas o almacenes más grandes de Lima, si manejaran los trenes de Machpicchu como quienre ni de los puertos en los próximos meses, pletóricos de policías secretos.
O sea, si les tuviéramos odio a los chilenos no los dejaríamos que se llenen de dólares a través de sus ingentes negocios instalados a costa de tantos millones de cholitos que somos ahora.

Lo que no quisiéramos, lo que no queremos es que nos ataquen, que nos hagan la guerra, no hoy ni mañana, sino en algunos años más. Nos sobra el ejemplo e la Guerra del 79. Diez años se prepararon hasta que pun, nos arruinaron.
En fin, a continuación publico un poema escrito con el corazón, Léanlo para que vean que aquí hay amor cristiano, nada de odio.
MJO


CHILE Y LA GUERRA

Chile nos puede hacer la guerra
ahora que hemos rasgado un velo
de ignominia.
Nos puede hacer la guerra mañana
o pasado o cuando quiera o precise,
porque Chile tiene más barcos
que nosotros, más aviones que nosotros
y más soberbia que nosotros.

No obstante, nosotros le podemos
ganar la guerra,
porque tenemos mucho más razones.
Con la razón somos más poderosos
que sus aviones y sus barcos.
Esto, por encima “de la Razón
o de la Fuerza” que no es un lema
democrático sino diabólico.

Cuando veo el mar del sur no encuentro señas
de que sea de Chile, al contrario,
Porque ese mar es de Tacna y Tacna
es tan peruana como todo el Perú.

Ese mar es nuestro con sus bancos
de peces y bandadas de gaviotas.
Nos lo legó don Miguel Grau,
el Héroe epónimo
de “La Guerra del 79”.

Hay un solo Tratado irrefutable
donde se afirma que ese mar es nuestro
y no “Convenios” que son papeles vagos
firmados debajo de la mesa
con segunda intención.

La señora Razón es una aliada
De la señora Justicia aunque tenga
Los ojos vendados.
No obstante, en nuestro caso,
a la Razón le hará caso,
la señora Justicia,

Lo importante ahora es no tener miedo
A la mayor cantidad de bayonetas,
a las musculaturas de plomo,
esas pueden ser derrotadas
fácilmente por la Razón y, por supuesto,
por el corazón.

El Perú tiene ahora más corazón
que antes, tiene más alma,
están más conectadas sus arterias.
La choledad es un muro de millones
De ladrillos mestizos quemados al sol,
como los Andes cada vez más pétreos,
indestructibles e inderrumbables.
Antes, la unión era desunión.
Entonces,
cualquier miserable podía vencernos
Ahora no, ahora estamos
más unidos que nunca.

El Perú es un país muy grande,
pero, más aún, muy noble. Cuando ve
que el enemigo se está ahogando,
le tira una boya y lo salva.
Así de grande es el Perú, como
lo registra la historia universal.

Chile nos puede atacar hoy o mañana
dada su prepotencia, pero ya no le será
tan fácil derrumbar las trincheras
ni orinarse sobre los cadáveres.

Será mejor que Chile lo piense dos veces
antes de atacarnos, de hacernos la guerra.
Esto porque la paz es mejor que la sangre,
que el odio, que las maldiciones.
Una guerra puede durar un mes, un año,
Un siglo, no tiene fecha de expiración.

Mejor es la paz que la guerra,
la vida que la muerte.
Es mejor, los hombres de todas las sangres
orando juntos con amor ante Dios:
“Por los siglos de los siglos. Amén”.

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