DOCTOR FRANCISCO MIRÓ QUESADA, 90 AÑOS
El domingo 20, el diario El Comercio publicó el artículo que me permito copiar para mis lectores de este blog.
El artículo decía lo siguiente:
DOCTOR FRANCISCO, 90 AÑOS
El doctor Francisco Miró Quesada Cantuarias está cumpliendo 90 años de edad. Solo él sabrá si son muchos o son pocos, porque él tiene sobrada conciencia para evaluarlos. Los mortales estamos acostumbrados a evaluar más la cantidad que la calidad de las edades, cuando en realidad debería ser lo contrario.
Trabajé 32 años en el diario El Comercio, de los cuales veinte años a órdenes del doctor Francisco en calidad de director del Suplemento Dominical de dicho Diario.
Entonces, yo puedo sacar mis propias conclusiones -desde el punto de vista más neutral posible- respecto a mi estada al lado de mi ex Director. Puedo decir con toda franqueza que no aprendí más periodismo del que sabía, pero aprendí, en cambio, mucho más del conocimiento que me faltaba de la vida que vivía.
Su formación filosófica hizo del doctor Francisco un hombre enterado de todas las interioridades y minuciosidades de la persona humana, de todo lo que es bueno y de todo lo que es malo para continuar el curso de la vida.
Así, resultó que mi vida no mejoraba porque aprendía cómo mejorar el artículo que escribía desde puntos de vista lexicográficas o sintácticas sino por la carga deontológica o ética que le cargaba a mi producción periodística.
Nunca recibí la menor reprensión a mi comportamiento por parte del doctor Francisco, sino al contrario. Siempre, mi trabajo fue recomendado. Acaso, porque jamás fui presionado ni siquiera con el peso de una aguja. para cumplir mi tarea.
Cuando un día me preguntó si me parecía posible viajar a cubrir la Guerra del Irak o no, (1991) no me sorprendió que me solicitara esa especie de autorización a mi persona porque siempre lo hizo así se tratara de ir a la esquina. Yo viajé a Irak aunque al siguiente día era mi cumpleaños.
La iniciativa de entrevistar en exclusiva al Embajador Javier Pérez de Cuellar en sus oficinas de Nueva York cuando era Secretario General de la ONU (1983) fue muy grata, aunque más grata fue todavía para mí la carta de presentación con que me envió. Nunca había pensado que el doctor Francisco tuviera tan alta consideración a mi persona y a mi profesionalismo.
Los 90 años que está cumpliendo el doctor Francisco deben serle muy gratos pero no por la cantidad de años que ha acumulado sino por la calidad de obras profesionales y humanas que en favor del Perú y el mundo ha realizado en ese lapso.
Frente a acontecimiento tan singular de su 90 cumpleaños, el titular interpretativo por aparecer en primera plana en todos los corazones que le son gratos, debería ser: doctor Francisco Miró Quesada Cantuarias: ¡Felicitaciones a la filosofía y a la vida!
Para incluirlo en esta mi página blog, reservé lo siguiente:
En octubre de 1968 me presenté a un concurso “Turismo para la Paz” auspiciado por la ONU, el premio consistía en un viaje a Ginebra donde entregarían el Premio. Me presenté al concurso y lo gané, pero por gestiones implacableS logré que el viaje me lo dieron los organizadores para ir a informar sobre a guerra de Biafra (Nigeria) y no a Ginebra. Lo conseguí y entonces viajé a Biafra. Esto me convirtió en el primer periodista `peruano que realizaba un viaje a un lugar de tanto magnitud noticiosa y contingencia inhumana. Era el primer viaje de esa naturaleza que realizaba en mi vida y por eso estaba tan sorprendido..
A partir de entonces, empecé a viajar por diferentes países del mundo, la mayoría enviado por la dirección de El Comercio, como por ejemplo el realizado a Vietnam en 1969, aprovechando una invitación personal a Corea del Norte.
Con el doctor Francisco, como director del Suplemento DOMINICAL de El Comercio donde yo ejercía el cargo de Jefe de Redacción, se tomó la norma de viajar a testimoniar hechos de caracter mundial o solo internacional, muy a menudo.
No voy a enumerarlos en esta nota periodística, pero estuve en varios golpes de estado en Africa y América del sur, en Primeras Cumbres de jefes de estado de categoría mundial (Ronald Reagan-Mihail Gorbachov) y entrevistas o presentaciones de personajes de gran valor noticioso como Juan Pablo II, Chow En-lai, Pol Pot, Lech Walesa, Cory Aquino, Gabriel García Márquez entre otros.
En el DOMINICAL se hizo costumbre el que inmediatamente de iniciado el suceso o a punto de iniciarse, el director Miró Quesada me preponía el viaje.
Interesante recordar que nunca recibí una conminación para viajar, siempre había una propuesta previa, como si se me estuviera pidiendo permiso y no dando una orden para viajar.
Esta actitud era parte de la personalidad del doctor Miró Quesada, nunca el imperio ni la prepotencia, siempre la conversación y la delicadeza.
Tal vez, un método adoptado por un alto jefe de un periódico para obtener la obsecuencia inmediata de sus súbditos. Jamás, como dije antes, hubo una nota discordante entre mi Director y yo.
Veinte años pasaron volando y solo se acabó todo cuando terminó mi tiempo de servicios.
Pero mi amistad con el ilustre filósofo y periodistas doctor Francisco Miró Quesada Cantuarias, no sufrió nunca ninguna variante hasta la noche en que celebramos su 90 aniversario de vida.
Lo escuché hablar con la misma claridad y lucidez que cuando presentó mi libro “Testigo de su Tiempo” en dos Tomos, editado por el Fondo de Cultura Económica del Perú. Entonces, en la Casona de San Marcos lo volvieron a aplaudir como siempre.
Con mi mismo de gratitud y admiración, repito que el titular de primera página en mi corazón en su 90 aniversario, habría sido: "Doctor Francisco Miro Quesada Cantuarias, ¡Viva la Filosofia, viva la Vida!".
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