PRESIDENTE DESCORTES

Lo cortés no quita lo valiente.
Juan Pueblo.


ALAN GARCIA:
El diario La República amaneció con una primera página sorprendente: Como sobretítulo, decía: “Respetos guardan respetos, Sr. Presidente” y como titular: INACEPTABLE AGRESION. Luego, una explicación de la noticia “En gesto antidemocrático el mandatario Alan García pidió un ejemplar de La República, lo hojeó, lo leyó y lo lanzó al piso”. Lanzar en criollo, quiere decir “basurear”. La noticia está graficada por una foto del ministro Jorge del Castillo y del presidente de la República, Alan García Pérez.
En la página 3, el diario informa, con las fotos correspondientes, que en la reunión sostenida esa tarde en Palacio, con los periodistas, el presidente pidió una “República” que él leyó, posiblemente solo los titulares, y finalmente, la tiró al suelo, como un hato de papeles cualquiera.

El director Gustavo Mohme Seminario, escribió dos palabras para increparle al presidente semejante actitud, exigiéndole la “necesaria ecuanimidad, un comportamiento democrático acorde con su alta investidura y una libertad respetuosa hacia la libertad de expresión”.
Muy bien hecho. Ese gesto de García vuelve a revivir el recuerdo que ya muchos lo habíamos puesto en el desván, aquel de la patada que le propinó a un pobre hombre que lo único que pretendía hacer es abrirle el paso para que avanzara el candidato a la presidencia de la República.
El gesto no fue bien explotado por sus contendores políticos de entonces, porque de haberlo hecho, otro habría sido su destino. Aquella fotografía que registraba la actitud de García mostraba en cueros y de cuerpo entero su prepotencia e insensibilidad social. Propinar una patada con ferocidad –porque ese es el retrato gestual de García- no es una demostración de sensibilidad popular, que digamos. Al contrario, es un asco.

En fin, ojalá lo que acaba de ocurrir con La República lo lleve a modificar su yo interno, sus íntimos sentimientos públicos, su sindéresis política. No puede tirar al suelo un periódico así tuviera informaciones que no le son adictas. Como le ha dicho, Gustavo Mohme, “Respetos guardan respetos. Sr. Presidente”. Lo que, en forma y fondo, corroboramos los periodistas, como el suscrito.

VALLE RIESTRA Y EL CIDH:
El reconocido jurista y hombre público, pero sobre todo vehemente defensor de la soberanía nacional, ha escrito en el diario La Razón, un artículo largo y muy detallado sobre las razones que el Perú tiene, pude y debe esgrimir cuando se llegue el momento de presentarse ante el CIDH para reclamar los límites marinos en el sur.
Valle Riestra hace gala de sus conocimientos jurídicos, pero sobre todo de la validez del reclamo que está dilatando el Perú, no se sabe por qué. Valle Riestra vivisecciona el caso jurídicamente, pero sobre todo didácticamente, que es lo que se precisa para que todos los peruanos entendamos de qué se trata. Las grandes mayorías nacionales presienten que Chile está ocupando una gran zona marítima frente a Tacna, pero no conocen el caso con detalles. Aunque el caso, por lógica, es difícil de entender a primera vista, Valle Riestra explica la lección poniéndole los puntos y las comas, como un maestro en una pizarra.
Considero que mientras esperamos que las autoridades pertinentes se preparan para acudir a la CIDH, los diarios capitalinos deben tener una sección destinada a hacernos conocer la veracidad de nuestros derechos en todos los sentidos, máxime cuando se trata de la soberanía patria.

ALFONSO BENAVIDES CORREA:
Excelente que Javier Valle Riestra empiece su estupendo artículo de divulgación nacional sobre nuestros derechos marítimos y cómo sostenerlos ante la CIDH, en estos términos: “Publico estas reflexiones en memoria de mi maestro Alfonso Benavides Correa, gran defensor de los intereses nacionales contra el imperialismo (Recordar el Caso IPC) y contra el expansionismo chileno. Recordar Tacna y Arica y recordar nuestros derechos marítimos conculcados”.
En reconocimiento a estos méritos, Valle Riestra presenta una MOCION DE ORDEN DEL DIA para que el Congreso de la República acuerde expresar su hondo pesar por el fallecimiento del embajador y ex diputado, doctor Alfonso Benavides Correa, y además, acuerde guardar un minuto de silencio en su nombre y memoria.
Esperamos que el justo pedido del parlamentario Valle Riestra sea escuchado

Es una lástima que muy pocos diarios de circulación nacional se hayan ocupado de la muerte de Benavides Correa. Por encima de compartir o no sus ideas o sus impulsos, como dice Valle Riestra, él fue un defensor a muerte de los intereses nacionales en todos los foros posibles: en los parlamentos, en los medios, como en las calles. Su muerte, digamos sin temor a equivocarnos, ha pasado aquí casi inadvertida, mientras la juerga, la mediocridad, los robos en connivencia, las coimas, los chismes de la más baja calaña, ocupan hasta las primeras páginas de algunos diarios locales y de algún procaz, como despreciable programa televisivo.

Aunque sea en una línea, el día que murió amigo tan admirado como entrañable, Alfonso Benavides Correa, escribí mi sentimiento y pésame al enterarme de su muerte. Que descanse en paz.