¡POBRE MI PERU!

El resumen de lo ocurrido en Tacna -cuando un grupo de peruanos intentó llegar hasta el Hito No 1 de los límites con Chile para izar la Enseña patria y cantar el Himno Nacional en ese último rincón de la patria-, es decepcionante.

La visita estaba anunciada desde días atrás por el grupo de parlamentarios Nacionalistas pertenecientes al partido de Ollanta Humala. Este mismo afirmó que lideraría el viaje.

Todo fue que se anunciara que Humala era el de la idea de visitar el Hito No. 1, el 5 de abril en que se recuerda 128 años de la Declaratoria de Guerra de Chile contra el Perú, para que todos sus enemigos políticos se le fueran encima, especialmente los apristas que están en el gobierno. Pero, además, un cargamontón inusual compuesto por los medios de comunicación, cuyos propietarios no simpatizan con dicho político.

Es cierto que nuestras relaciones con Chile no están pasando por su mejor momento; pasan muy bien pero las relaciones comerciales, diplomáticas y gubernamentales, más no políticas. Esto de la delimitación marítima, por ejemplo, es una piedra en el zapato.

Hay un sector público representativo que reclama se acelere el esclarecimientos de los límites marítimos justamente en la zona de Tacna. Todos sabemos que Chile está ocupando indebidamente una zona terrestre y otra marítima, zonas que no les pertenecen. Hace muchos años que está usufructuando dichas zonas sin que el Perú, o sea, sus autoridades más representativas, le diga nada.

Humala, que puede tener todos los defectos que sus enemigos quieran señalare, considera que no comete ningún crimen ni pecado mortal al señalar que se debería terminar ya con ese diferendo recurriendo al CIDH y mientras tanto, nada tiene de particular que un chileno o un peruano vaya a pararse a los límites de su propio país. Se entiende, por supuesto, que quien hace eso sabe a que peligros se expone, un paso fuera de ese límite significa una falta grave. Y si se atreve a envalentonarse o a disparar, pues se convertirá en un héroe gratuito y anónimo.

Todos hemos visto por TV lo que registró respecto a la marcha hacia ese Hito, marcha llamada “Alfonso Benavides Correa”, un patriota ilustre, fallecido recientemente.
No obstante, autoridades limeñas y tacneñas se pusieron de acuerdo para que la marcha no alcanzara el Hito 1, sino que llegara hasta 25 kilómetros antes.
La policía tuvo que emplear sus varas y sus bombas lacrimógenas para detener la marcha, lo que fue repudiado por los tacneños visitantes.

Aquí, en la noche, el Ministro del Interior, el Primer Ministro y el de RR. EE., se presentaron ante la prensa a tratar de explicar ya que no a justificar las medidas tomadas, para evitar que se “empañaran las relaciones que existen entre nuestros dos paises.” García Belaúnde fue el menos convincente cuando dijo que había peligro de que las bombas de la zona minada chilena pudieran haberse pasado a territorio peruano a causa de los terremotos o los movimientos internos de la tierra o las corrientes de agua. Una exposición ridícula.

Dos periodistas que conducen sendos programas de televisión quedaron para mandarlas al cielo o al purgatorio. La una había realizado previamente una encuesta de si Humala es un héroe o un payaso por haber preparado esa visita al Hito No.1. Una estolidez periodística. Esta señora se rió de los marchantes tacneños, marcha a la que consideró un fracaso.
La otra señora directora salvó el honor del periodismo televisivo peruano al explicar las razones de ese hecho y hasta justificar la razón que asistió a quienes pretendieron realizar esa pacífica marcha patriótica por encima de si Humala fue su gestor o no.

¡Pobre Perú! Igual que antes, como en los tiempos de guerra impías, los peruanos seguimos siendo los mismos enemigos de nosotros mismos, los caciques que cada cual cuida su cacicazgo, muchas de nuestras autoridades son hoy tan pusilánimes y tan mendicantes como antes. Ni un solo gramo de patriotismo del legítimo ni un solo adarme de hidalguía, de decencia civil, todos obran “políticamente”, todos son “diplomáticos”. En el fondo, demostramos ser solo unos pobres timoratos, mequetrefes que nos aterrorizamos frente a los escorpiones mecánicos. Seguimos divididos entre los indios y los otros. No sabemos que así cualquiera puede venirse un día al Callao, de allí al “Jorge Chávez”. tomar aviones LAN para luego irse a Machu Picchu y finalmente, establecerse a las orillas del lago Titicaca porque agua nos va a hacer mucha falta para saciar la sed.

¡Pobre Perú, mi Perú!.