CARMEN BURGA Y LA FALSIFICACION DE FIRMAS

El Peru: inagotable fuente de noticias.

El Perú, este histórico, hermosísimo país de los avisos turísticos, es una fuente inagotable de noticias. Desgraciadamente muchas de estas noticias son turbias, se deslizan por las redacciones de los medios de comunicaciòn locales o mundiales, como serpientes en los montes o corren como ríos turbulentos y desenfrenados.
Tales noticias, por lo general, no las genera el pueblo sino la clase política, provienen de la actuaciòn de los que nos gobiernan, se genera en el corazón de quienes hoy ostentan el poder.

Veamos un caso asqueante:
En junio del año pasado, la señora Carmen Burga Cachay, voluntariamente, denunció haber participado en la falsificación de firmas para que el partido País Posible del candidato Alejandro Toledo pudiera ganar las elecciones presidenciales del 2000. Dijo que ella era una de las personas que había participado directamente en esa falsificaciòn. Después aparecieron más participantes.
La noticia causò un terremoto de grado 10 en la opiniòn pública. Revelaba que Toledo había ganado la presidencia de la República no legalmente sino con firmas falsas.
Dos días después de conocida noticia tan sensacional, increiblemente, la señora Burga se presentó, a través de un video televisivo, para manifestar que la perdonáramos porque todo lo que había declarado en torno a la falsificaciòn de firmas, era mentira. Que quien la había inducido a mentir fue el congresista Rafael Rey Rey, un conocido opositor al gobierno.
Cuando se pensó que la noticia iba a seguir en el sentido de que Carmen Burga continuaría siendo protagonista de la noticia, desapareció del Perú, como tragada por el viento. 24 horas despúes de la retractaciòn, la Burga y su familia se hicieron humo.
Se supo luego que misteriosmanete había viajado al exterior y ahì quedó todo.

Pero, ¿qué ocurre ahora?, Carmen Burga acaba de regresar al país meses despúes de su desapariciòn para confirmar que sí hubo falsificación de firmas y que se retractó porque fue amenazada de muerte. Ha contado una odisea y, puesta a Derecho, afirma estar lista ahora a develar todos los misterios que rodean a esta patraña gubernamental.
La Burga acaba de declarar que luego de su acusaciòn del año pasado, fue secuestrada por Guillermo Suárez Flores y una docena de esbirros para que se retractara y, por intermedio de un video pidiera perdón al presidente Toledo por la “tamaña mentira” en que incurriò.
La Burga había sido secuestrada por Suárez Flores -cuñado de Margarita Toledo, hermana del presidente Toledo-, y obligada a dejar el país.
Para esto, en 15 minutos. el Departamento de Migraciones le preparó cuatro pasaportes para ella, su esposo y dos de sus hijos. En menos de 24 horas la familia estaba en Ecuador, luego en Colombia y finalmente en Venezuela, con lo cual, los gobernantes pensaron que todo iba a quedar en el olvido.
Hace dos meses, Carmen Burga regresó subrepticiamente, está vivita y coleando, cambiada su fisonomía por razones de operaciones estéticas pagadas por el gobierno y asustada porque no sabe qué cosa le puede pasar ahora que, ante las autoridades judiciales y el Congreso, confirmará que sí hubo falsificaciòn de firmas y que sí hubo secuestro; tremendos delitos contra la fe pública y los derechos humanos.
Ya se ha presentado por televisión a corroborar que participó en la falsificación de firmas lo que le permitiò ganar las elecciones a País Posible, ahora Perú Posible, partido del presidente Alejandro Toledo.
Carmen Burga está en manos de la Fiscalía, muerta de miedo porque no solo sus secuestradores sino autoridades del gobierno están moviendo cielo y tierra para evitar que se conozca toda la verdad sobre esta sucia maniobra electoral hecha nada más ni nada menos que por el presidente Toledo, a través de sus secuaces.
Se espera que todo conduzca a que se conozca la verdad y solo la verdad y finalmente, se tomen las más drásticas medidas para que “caiga quien caiga” como es la frase de los cuentos chinos de Alejandro Toledo.

Que no le echen tierra al asunto como se le trata de echar a otros hechos que, en su momento, fueron noticias desastrozas, por ejemplo, un parlamentario, gordo, mofletudo, prepotente, que se comportó como un patán frente a autoridades judiciales y policiales cuando se le trató de investigar, en el Estado Nacional, en su calidad de dirigente. Se dijo que el Congreso lo iba a espectorar como a una basura, pero él sigue asistiendo como si nada hubiera pasado.
Otro congresita provinciano, decrépito de cuerpo y alma, fue acusado de abuso sexual contra una menor de edad. Los periòdicos mantuvieron la noticia una semana. También se dijo que iba a ser expulsado. Pero, hasta ahora, todo sigue igual como si nada hubiera sucedido.

El Perú es un país muy hermoso y muy rico, su historia solo es comparable a la de pocos países en el mundo, pero su clase política es corrupta, mediocre y miserable: lo desacredita tarde y mañana; tenemos noticias para rato.
Y por supuesto, tambièn por parte del lumpen urbano que debe razonar así: “Si los congresistas y los ministros se comportan como nosotros, nosotros ¿por què no nos vamos a comportar como ellos?.