EL SHOW CONTINUA
La crisis creada en torno al gobierno del presidente Toledo atraviesa por uno de sus momentos más dramáticos.
Lo que pasa es que el entorno presidencial se ha vuelto tan caradura que lo único que hace es buscar la forma más sutil para salir del enredo.
Por ahora, solo les queda buscarle cinco pies al gato: poner en duda las declaraciones de Carmen Burga.
Como se sabe ella ha dado hasta ahora tres versiones públicas: la primera donde afirma que Toledo llegó a la presidencia gracias a la falsificaciòn de firmas en la que ella intervino. La segunda, donde se retracta de plano, niega terminantemente sus declaraciones anteriores y hasta le pide perdón al presidente Toledo; y la tercera y última, en la que vuelve a confirmar su primera declaración: si, señores, hubo falsificaciòn de firmas.
El congresista Marcial Ayaypoma y el peruposibilista Juan Sheput, por ejemplo, afirman que no se le puede creer a una persona que primero dice una cosa, luego otra y, finalmente, otra.
Pero, intentan desconocer que entre la primera afirmaciòn y la segunda, y entre la segunda y la tercera ocurrieron hechos realmente increibles.
Inmediatamente después de conocerse la denuncia, Carmen Burga fue conminada para que se retractara, pero no solo eso sino sacada del país de la manera más inhumana y brutal. Le prepararon pasaportes a ella y a sus tres familiares en menos de 24 horas y las llevaron hasta Venezuela. ¿Quiénes? ¿Qué personas podrían estar interesadas en hacer desaparecer a una mujer, a su marido y sus hijos?
Abandonada en ese país, desesperada, la Burga regresa al Perú y se pone a derecho. Antes se presenta por televisiòn para contar parte de su odisea y confirmar que sí hubo falsificaciòn de firmas.
Destapa el chanchullo preparado por autoridades de alto nivel como Freedy Otárola, y realizada por mandaderos y arrincona de esta manera a todo el aparato gubernamental. Claro, en un cierto momento dijo que no conocía a la persona que la había llevado fuera del país y acompañado en su destierro porque etaba encapuchad, pero cuando este sujeto, el mismo se descubre en un progrma de TV, entonces, ella confirma que efectivamente es él.
Aquí, los Ayaypomas y los Sheput dicen que, por ejemplo, ahí hay una grave contradicción testimonial.
Pasan en un programa televisivo una conversaciòn sostenida entre el sujeto aquel llamado William Menacho y otro que entra en danza, Marco Sánchez, brazo derecho de Otarola, y también la conversaciòn es puesta en tela de juicio.
Se ha presentado una testigo más: Maribel Vásquez, quien, además de confirmar que ella participó en la falsificiaci`n de firmas, vio a Alejandro Toledo también llenando padrones, con firmas falsas.
Lo mismo que ha declarado Carmen Burga. Pero, los ayaypomas y los Sheput dicen que hay contradicciones porque la Burga, una vez declaró que Toledo estaba solo y otra vez que Toledo estaba acompañado.
Es decir, no saben cómo superar el terremoto.
Descubiertos como con las manos en la masa, se plantea un dilema político: ¿Vacan o no vacan al presidente?.
Deberían vacarlo porque su gobierno es un desastre, ese debería ser su castigo, castigo a su soberbia y a su ineptitud. Pero, ¿a estas alturas del partido, valdrá la pena? ¿Cuándo solo falta un año y meses constitucionales para que se vaya?.
Se le debería vacar ahora que solo 8 de cada 100 peruanos lo acepta como presidente del Perú?. Pero, eso significaría acabar con la teta que amamanta a todo el aparato que lo acompaña en su gestiòn, incluyendo a los congresistas, etc.
Y, that is the question.
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