FUJIMORI Y “EL INFORME KROLL”
Alberto Fujimori Fujimori es uno de los expresidentes de la República más controvertidos de la historia del Perú. Nunca se ha discutido tanto a un personaje político como a este hijo de inmigrantes japoneses que luego de diez años de gobierno, fugó totalmente cubierto de lodo.
A Fujimori se le ha discutido desde su lugar de nacimiento hasta, posiblemente, en lugar donde alguna vez tendrá que morir.
Empujado por el destino, este peruano-japonés alcanzó la presidencia cuando nadie lo imaginaba. Primero porque en las elecciones del 90, competía con uno de los peruanos de mayor prestigio intelectual del momento: el novelista Mario Vargas Llosa; y segundo, porque en las encuestas de ese entonces, no aparecía ni lejanamente como ganador.
Fujimori llegó a la presidencia cuando el país estaba quiebra, agónico, en anomia y caos total. Tenía que enfrentar a dos monstruos que lo devoraban: una economía por los suelos y un terrorismo infernal.
Hijo de inmigrantes desconocidos, ex rector de rectores, y uno que otro mérito en su currículum, como Presidente, tomó al toro por las astas y dictó un Decreto que dejó atónito al país: una ruda medida para enderezar la economía que el periodismo bautizó como “Fujimorazo”.
Luego, empezó una campaña implacable contra el terrorismo.
Por entonces, Abimael Guzman y sus torbas huestes tenía doblegado a todo el país. Detenía la vida pública cuando se le daba la gana y disponía de las vidas de las autoridades y los ciudadanos como nunca antes se había registrado en la historia. La bomba en Tarata, por ejemplo, fue infernal.
Inclusive, enfrentó un inédito problema internacional: la toma de la Embajada japonesa en Lima por parte de otro grupo terrorista, el MRTA, a la que liberó en una acción que obtuvo admiración mundial.
Finalmente, Fujimori puso punto final a un diferendo centenario con el Ecuador, contienda bélica que empañaba nuestras relaciones limítrofes. Fujimori y el presidente Mahil Mahuad: firmaron la paz
Fujimori había sido elegido para un primer período 1900-1995, luego para un segundo período 1995-2000. Fue cuando estaba expirando el siglo XX que debido a las pretensiones de alcanzar una tercera reelección, empezó a endurecerse la oposición pública que pretendía acabar con tales pretensiones, un insólito episodio en nuestra historia.
El 14 de setiembre del 2000, en marcha ya el movimiento popular, un canal de TV local, presentó un video que destapaba una situación de corruptela política insoñada, algo que antes nadie jamás ni se lo había soñado.
El video mostraba a un congresista cuando es sobornado para que deje su partido y se pase al partido oficial. Los personajes de este acápite, más parecido a una novela de ciencia-ficción, fueron Vladimiro Montesinos y Alberto Kouri Bumarchar.
Esto cae no solamente como un baldazo de agua fría en el campo político sino que abarraja internacionalmente a la imagen del país. A partir de este momento, la opinión pública se divide más en contra que a favor de Fujimori. Quienes están en contra tienen ahora una prueba fehaciente para incrementar su descontento.
Alberto Fujimori renuncia a la presidencia. Aprovecha un viaje que realiza al Oriente y se queda en Japón, luego de afrontar un novelesco fin de fiesta, con cacería de brujas y una cacería de perros a Montesinos quien, al verse descubierto in fraganti, no le queda sino solo fugar.
Montesinos es apresado en el extranjero y enjuiciado después por lavado de dinero, concusión, tráfico de influencias, tortura, asesinato, enriquecimiento ilícito y otros.
Nunca antes en la historia del país se había encontrado a un individuo capaz de cometer tanto delito bajo el palio de un presidente. Una vez encontrado el hilo, se crean Juzgados de Corrupción especiales para dar con los cómplices escondidos en la madeja.
Comienzan a caer generales del ejército, la marina y la aviación; políticos de intachable conducta civil, administradores, jueces, etc.; caen y son juzgados, menos Fujimori que, refugiado en el Japón, es defendido por las leyes de este país que lo consideran japonés por eso de doble nacionalidad.
A Fujimori se le pretende traer al país, pero no se encuentran las formas legales. Simultáneamente se contrata a una firma investigadora de renombre mundial: La Kroll Associates Inc., para que hurgue los bolsillos de Fujimori, dónde ha escondido lo que supuestamente ha robado junto a Montesinos.
Años después, Kroll presenta su Informe que, según los entendidos, no prueba nada, aunque sí da pistas y nombres para que se prosiga investigando.
Nadie conocía por menores sobre este Informe. Hasta que alguien lo descubre y entonces, revienta otro tumor. Muchas autoridades de primera categoría habrían visto el Informe, pero lo acallaron.
En esto nos quedamos. Esta es el drama y esta la catadura de nuestras autoridades, de nuestro país. Ciudadanos de la más alta categoría social, política o intelectual anduvieron metidos y todavía muchos continúan como los personajes de esta novela esperpéntica.
Mientras tanto, Juan Pueblo rumia su miseria en los Andes y en las barriadas, las enfermeras siguen sin obtener medio para incrementar sus salarios y los catedráticos universitarios no aceptan los 100 soles que les ofrece el Ministro, para que depongan su huelga.
Hay que recordar que un catedrático gana 20 veces menos de lo que gana el Ministro y más de 20 veces menos de lo que gana un congresista. Muchos congresistas solo saben leer y escribir, un catedrático, no.
Pero, ese es el Perú de hoy, uno de los más grandes países del mundo de ayer.
2 Comments:
saben esta clase de informes,de nada sirve.investigar no es.crear e imaginarse sin diferenciar lo que es el tiempo y espacio,de nada sirve.cuando se trata de cuentas bancarias,investigar es un fraude solo apto para gente ingenua. sea quien sea,a quien se investiga su cuenta bancaria,es como decirle a dios,porque has creado al hombre,investiga como dios ha creado al hombre. resumen: informe a lo kroll,una burrada mas.
Good post
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