FUJIMORI Y LA ANCHOVETA

Breve resumen sobre el “Caso Fujimori” que ha venido a alterar los medios políticos peruano-chilenos; además, la publicaciòn de una de las razones (la anchoveta) por las cuales Chile no quiere delimitaciòn marítima alguna en el sur. Irrefutable argumento sostenido por Luis A.Giampetri, Vicealmirante de nuestra Marina, ahora en retiro.

Increible que la presencia del ex presidente Alberto Fujimori en Santiago, haya causado tanto estrago en los medios políticos de Perú y Chile.

Fujimori es un personaje que, como estamos viendo, aparece como tremendamente controversial; hay gente que lo admira y gente que lo detesta, gente que quisiera que volviera a ser presidente y gente que quisiera que lo mataran o lo castigaran con cadena peerpetua.
Desde su ascenciòn al poder en el 1990, fue un personaje desconcertante. Haberle ganado la presidencia al famoso novelista Mario Vargas Llosa, ya resultó increible. Luego, su doble nacionalidad, lícita para medio mundo e ilícita para el otro medio mundo.
Viene su famoso “autogolpe” en 1992 que los políticos puristas no le perdonan, pero al que que el pueblo le dio más del 90% de apoyo.

En fin, a Fujimori no se le puede negar haber conseguido tres resultados históricos durante sus 10 años de gobierno: 1) Bajar la hiperinflación monstruosa que dejó el ex presidente García; 2) derrotar al terrorismo, incluyendo la recaptura de la Embajada japonesa tomada por el MRTA, que le dio crédito mundial, y 3) haber firmado la paz con el Ecuador.
Eso nadie lo podrá negar ni desmerecer, ni tirios ni troyanos.

Pero, de pronto, soprenden a su brazo derecho, Vladimiro Montesinos, coimeando a un parlamentario para que se pase al partido fujimorista; ahí comenzò el desastre.
La ciencia y la tecnología en acciòn: Montesinos tenía vídeos filmados por él y el SIN, de todo lo que había sucedido entre telones en el terreno político, fundamentalmente, casos de coimas a personajes que jamás uno se hubiera imaginado. Empiezan a develarse secretos burdos, delincuenciales de corrupciòn increible; el acabóse.
Fujimori es obligado a renunciar cuando aspiraba a un tercer gobierno, mientras se encontraba en el Japón a donde huyó para no ser apresasdo; acá, en cambio, apresan a Montesinos convertido en un titere o un mandamás perverso.
Ambos personajes son enjuiciados por más de 20 delitos de toda índole. Pero, la justicia peruana es endeble y también corupta, -por supuesto que igual que toda instituciòn pública como el Ejército-, salvo excepciones.

Fujimori, a quien todavía hay un sector que lo adora, es propuesto para regresar al Perú a candidatear a la Presidencia en el próximo 2006, no obstante, estar absolutamente desaforado.
“El Chino", como se le conoce popularmente, se juega el todo por el todo y en una aventura novelesca llega a Santiago de Chile en momentos terminantemente inoportunos, cuando entre ambos dos países se está discutiendo el problema de los límites marínos.
Las cosas están que arden, entonces, nadie sabe cuál será finalmente el desenlace. El Perú retira a su embajador en Tokio por intervenciones japonesas en Chile a favor del prófugo Fujimori. Todos los días, los mass media se ocupan de "El Chino" hasta de si está triste o no.
El hecho es que otra vez, se convierte en un peresonaje a quien aman algunos y odian otros, unos que lo ven ya con la banda presidencial y otros que lo quisieran ver muerto.

Esto se ha producido cuando internamente, a causa de la pésima conducciòn del país por parte del presidente Alejandro Toledo reemplazante de Fujimori. Hay un desengaño total en el país. Tenemos problemas de todo tipo, por acá y por allá. Los límites de extrema pobreza se han incrementado demasiado y la ingobernabilidad es monstruosa.
Así estamos.

Respecto a lo de Chile, a lo de los límites, esto ha pasado a segundo plano. De vez en cuando hay pronuciamientos o informaciones, algunas anecdóticas y otras valiosas.
Copio los párrafos finales del artículo “El meollo de los límites” escrito por el columnista Luis A. Giamietri Rojas, en el diario La Primera. El Vicealmirante en retiro, expone las razones por las cuales Chile no quiere aceptar lo que el Perú le está pidiendo legítimamente, con conocimiento de causa.

Es muy importante saber que “Las áreas de distribuciòn del alimento y por consiguiene las biomasas que se alimentan de ella en la costa peruana son dos: La primera, la principal, localizada en el norte desde Paita hasta el sur de Pisco, que sustenta nuestra pesquería de ancohoveta y la del sur localizada desde San Juan y que compartimos con Chile, que llega hasta el sur de Antofagasta. Debido a la falta de limítes en nuestro dominio marítimo del sur, esa biomasa no está sujeta a vedas ni cuotas al no haberse podido determinar las áreas de responsabilidad de cada país que se sirve de ella”.
“Publicaciones del diario chileno El Mercurio dan cuenta que el año pasado en el área norte de Chile fueron capturadas por las dos compañias que actúan en Arica, cerca de 2 millones de toneladas de anchoveta que podrian signficar ingresos que bordearían los 300 millones de dólares. Parte de esa pesquería se hace en aguas que nosotros reclamamos dentro de los limites sur de nuestro dominio maritimo”.

El vicealmirante Giampietri termina su columna con este párrafo contundente:
“Razones más que suficientes para que Chile se oponga al limite marítimo sur reclamado por el Perú, entre otros. De allí la importancia de la definiciòn de nuestra frontera marítima. Quizas esta explicaciòn –dice Giampietri- sirva para hacerle ver a los que luchan por mantener nuestros recursos que, en lugar de discutir entre peruanos, debemos hacer valer nuestros derechos a compartir esa parte de la ganancia pesquera y a la vez regular la pesca para optimizarla”.

No se precisa de más explicaciones técnicas ni exhaustivas. Aparte de que el Perú jamás ha firmado ningún tratado territorial en esa zona del mar de Grau, como se alega, hay otras razones, tal la expuesta aquí por un entendido en la materia y que basta y sobra para seguir reclamando –dentro de la ley- hasta las últimas consecuencias.