LA GUERRA: CHILE Y LOS CHILENOS

Es una lástima que tenga que generalizar, porque como en todos los grupos o sociedades humanas, habemos buenos y malos, mezquinos y altruistas, generosos y patanes, estamos entreverados gentes de buena o de mala voluntad. Dicho este breve proemio, comienzo mi nuevo post incluyendo literalmente un mail que acabo de recibir de Francia para el conocimiento, análisis y opinión de todos mis lectores:


"Vivo en Francia y soy lector como muchos acá de su blog.
Envié un reclamo a google pues perate envió un virus! a través de suscomentarios...mi computador y otros fueron afectados....no puede ser no más....el virus era muy simple: consistía en la imposibilidad devolver a entrar a El Mundo, un Día y a cualquier Blog de Blogger....
uningeniero que vive acá detectó el problema y la simpleza de lasolución...c'est pas grave...
.lo que es grave es el intento de perate....Creemos que ud. debe decir algo por lo menos.
No es una broma.
El virus está en el último comentario al post del 1 de noviembre.
Atte.mirto1@gmail.com
Figuro como anónimo en los comentarios"

Cumplo con el encargo que se me hace y denuncio en la medida de lo posible este hecho delictuoso. Ahora, bien, en el mail se menciona a “Perate”. Espero que no sea el chileno con quien converso más amigable y sensatamente que con los demás. De ser cierto lo que denuncia “Mirlo” desde Francia, deberá ser otro “Perate”, algún “annonymous” de los que tanto abundan en el intercambio civilizado de pareceres, aunque no faltan quienes deben ser considerados “basura” por el fondo y forma de sus intervenciones. “Perate”, no creo que lo sea aunque, como se dice comúnmente, “De todo hay en la viña del Señor”.

Y ahora, sí, respecto a lo que alguna vez tenía que ocurrir no me queda sino decir que, según se está demostrando, los peruanos estamos al filo de la navaja debido a las bravatas chielnas, aunque decididos a hacer respetar nuestros derechos a cualquier precio.
Hemos pedido a Chile la delimitaciòn marítima y tendrá que hacerse la delimitaciòn. Por supuesto que no se precisa de una guerra, para eso, ahora, hay instancias internacionales a las que el Perú recurrirá en caso necesario con todo derecho, derecho que acaba de admitirlo el presidente Lagos en la reciente cita de presidentes en Mar del Plata.

Ya no es como antes en que cada uno inventaba su axioma como aquel de “Por la razón o por la Fuerza”. (Yo lo voy a escribir asi siempre porque una preposiciòn ahí no le cambia en absoluto el sentido a la frase. Asi lo ha escrito hoy en su columna, Lourdes Alcorta). ¿Lo de la guerra que se anuncia en diarios peruanos o chilenos es previsible?. Si. Es previsible. ¿Lo de que nos la ganen los chilenos? También es previsible, pero lógicamente, será más difícil que en el pasado, no obstante los misiles supersónicos, etc.
(En “Blandiendo el corvo”, columna del Vicealmirante Luis A. Giampietri: dice al final refiriéndose a Chile, que: "ha utilizado este expediente desde siempre por el repaso con el corvo (la historia es implacable con este cuchillo tenebroso) pero ahora el pueblo del Perú no se dejará impresionar por estas bravatas”).

Incluyo de inmediato, la siguiente cita, muy larga acaso para este tipo de informativo, pero sumamente importante, escrita hace más de 20 años por don Jorge Basadre; nunca entonces más valiosa y milagrosamente oportuna para publicarla, como ahora:

“Dentro de mis limitaciones, lejos de todo impulso irreflexivo (Con el anhelo de no sé si lo he logrado de colocarme por encima de los apriorismos, los primarismos y los sectarismos) traté de sentirme comprometido solo con este país dispar, desigual, en formaciòn y ebulliciòn, con tantas cosas espantosas y maravillosas en su seno.
País cuyos horizontes culturales, mirándolos en su integridad, parecen cada vez más bastos y complejos, gracias al inmenso desarrollo de las ciencias humanas. País de choques y mezclas entre razones inconexas y polivalentes, a través del tiempo largo a veces cegado por la embriaguez de momentos alegres y confiados aunque, en más de una ocasiòn, resultó sumido en un agonizar cruento para tener luego extraordinaria aptitud para reaccionar.

País de demasiadas oportunidades perdidas, de riquezas muchas veces malgastadas atolondradamente, de grandes esperanzas súbitas y de largos silencios de obras inconclusas, de aclamaciones y dicterios, de exhaltaciones desaforadas y rápidos olvidos. País dulce y cruel de cumbres y abismos. País de Yahurhuacac el Inca que según la leyenda lloró sangre en su impotencia, y de Huiracocha, el Inca que se irguiò sobre el desastre.
País de aventureros sedientos de oro y de dominio sobre hombres, tierras y minas, y también país de santos y de fundadores de ciudades. País de cortesanos según los cuales no se podía hablar a los virreyes sino con el idioma del himno y el idioma del ruego.

País de las altivas y valerosas cartas que sucribieron Vizcardo Guzmán y Sánchez Carrión separadas en el tiempo y unidas
por la más pura inspiración democrática. País donde a lo largo del tiempo gamonales altivos o taimados creyeron vencidas a la estirpe de los defensores de los indios entre los que hubo mártíres como Juan Bustamante y oradores incorruptibles como Joaquín Capelo.
País con millones de analfabetos monolingues y con grandes figuras culturales. País de tanto desilusionado, pesimista y maldiciente en 1823, 1824 mientras que, en esos mismos momentos horribles, Hipólito Unanue voceaba su esperanza terca en el famoso periódico “Nuevo Día del Perú”. País donde, en la guerra de la Independencia, se produjo el bochorno de la escaramuza de Macanona y, poco después, la carga luminosa de los Húsares de Junín.

País que, entre el 1879 y 1883, se enredó y dividiò en un faccionalismo bizantino cuyos efectos letales no lograron contrarrestar, en múltiples rincones de la heredad nacional, numerosos héroes famosos o anónimos cuyos nombres debemos exhumar y que lucharon durante cinco largos años, a diferencia de lo ocurrido entre Francia y Alemania en 1870, limitada a unos pocos meses.
País que requiere urgentemente la superaciòn del estado empírico y del abismo social; pero al mismo tiempo, necesita tener siempre presente con lucidez su delicada ubicaciòn geopolítica en nuestra América” (Torre Tagle, 26 de enero de 1979)

Señores, peruanos: esta es "La Oraciòn Basadre” que todos debemos aprender y recitar de memoria. En unas cuántas líneas, el famoso, el lúcido historiador tacneño nos muestra la grandiosidad del Perú de ayer y de mañána, y la preocupante situaciòn actual.

A eso debemos tender, los peruanos. Basadre lo dice con enfásis heróico: “Se requiere urgentemente la superación del estado empirico y del abismo social, pero al mismo tiempo, necesita tener siempre presente con lucidez su delicada ubicación geopolítica en nuesra América”.

Chile está adelantando a pasos agigantados y, en buena hora. Nos dicen que les tenemos envidia porque vienen a Lima y construyen gigantescos almacenos comerciales o nos compran tierras en Ica para fabricar su “pisco chileno”, etc. Falso de toda falsedad, no les tenemos envidia, lo que no quiere decir que deje de preocuparnos porque sabemos sus fines. ¿Cómo confiar en un país que nos hizo una mala jugada hace cien años y nos sigue demostrando que no es fraterno cuando le vende armas al Ecuador en plena Guerra del Cenepa?. ¿Y se arma cuando sabe que nuestro territorio marítimo no está aún delimitado?.
¿Y no sé cómo, dicen los argentinos, que se comportó cuando la Guerra de las Malvinas?. ¿Gratitud a Inglaterra?

Señores, peruanos, escuchemos a Basadre y hagamos oidos sordos a la soberbia y a las amenazas.
Tenemos que apoyar a nuestros Poderes Públicos porque están reclamando nuestro derecho. Poder legítimo, no el otro poder, el de los poderosos que ellos mismos se hacen propaganda mundial de que lo son.
Para ellos el poder no es eterno:
“Los poderosos suben como los astros/y como los astros/ vuelven a bajar”, dice el taumatúrgico poeta Bertold Brecht.

(PD. Buscaré quien responda a "Jurisconsulto" porque yo no sé nada de leyes, apenas sé un poco de periodismo. disculpas. MJO)