ALAN VERSUS HUMALA

En el Perú solo se habla del debate que de todas maneras deben sostener los dos candidatos a la presidencia de la República: Alan García Pérez y Ollanta Humala Tasso. El primero representa al Apra, un partido politico con unos 80 años de vida, y el segundo, a la UPP (Uniòn por el Perú) de apenas unos meses de nacido.


Todos los peruanos sabemos que García y Humala son como dos náufragos que han sobrevivido a la primera vuelta a la que se presentaron 22 candidatos que luego del escrutinio alcanzaron cifras de aprobaciòn vergonzoza. Aún, personajes que se pensó podrían obtener cantidades respetables, por ejemplo, Javier Diez Canseco o Natale Amprimo, quedaron en ridículo.
García Pérez es un político que a pesar de su juventud tiene una larga ejecutoria profesional, ha sido ya hasta presidente de la República, pésimo, por supuesto. En cambio, Ollanta Humala, ex Tnte. Coronel del EP, tiene menos de un año en la política aunque en su curriculum figura un dato que podría enorgullecer a los enemigos acérrimos del ex presidente Fujimori: se le insurreccionó junto con su hermano Antauro, días antes de que aquel dimitiera.

En el Perú, hasta la fecha, todo anda mal. Aun el proceso eleccionario, Mientras en Chile, el triunfo de la presidenta Bachellet se supo en 24 horas, aquí, nos hemos demorado un mes. Claro que se supo desde el primer día que Humala había ganado a dos de los más importantes contendores, Alan Garcia y Lourdes Flores, aunque no se tenían cifras definitivas, lo cual sembró el desconcierto. Tanto, que hay líderes de UN de Lourdes y parte del pueblo, que consideran que los apristas de García hicieron trampa en las mesas de votaciòn.
La misma Lourdes se retiró de la contienda afirmando que había perdido “en las mesas pero no en las urnas”. En realidad, nadie imaginò que García le iba a ganar.

Para esto contribuyeron las “guerra sucias” y muchos medios de comunicaciòn, que casi al únisono y como si fueran voceros públicos correctos toman partido por sus candidatos para defenderlos a brazo partido y arreciar contra sus contrincantes. Luego de la primera vuelta, han venido exigiendo que antes de concurrir a las elecciones el 4 de junio debería haber un debate entre los candidatos García y Humala, pero propagandizando al primero como ganador y no al segundo.
Se tiene conocimiento de que el debate podría realizarse el próximo miércoles 17.
Se sabe que los debates no demuestran nada, en la práctica, salvo que uno se exprese mejor que otro. Y en este caso, Alan podría apabullar a Humala, porque todos los peruanos conocemos la labia o “verbosidad persuasiva” de Alan contra la poca costumbre de discursear de Humala.
Pero, lo más triste del caso es que gane quien gane el debate servirá muy poco para salvar al Perú. Solo serviría para ayudar al ganador que en este caso, ya está decidido.
Los periódicos del domingo insisten en que Alan ganará las elecciones y hasta se dan cifraa posibles: Alan 56% y Humala 44%.
En este sentido, debemos adsmitir que muchos medios de comunicaciòn han influido en la inclinaciòn del voto hacia Alan luego de la primeras vuelta.

Digo, algunos medios de comunicaciòn, o sea las empresas dueñas de esos medios, y no los periodistas, aunque no dejan de haber algunos hombres de prensa que consciente o incoscientemente, ética o antiéticamente, se han prestado a contribuir a la “guera sucia” contra Humala que yo, en 50 años a la redonda no vi jamás.

No le llamó “guerra sucia” a la reproducciòn de las acusaciones del presidente venezolano contra Alan al llamarlo “ladrón”, “sinverguenza”, etc., porque son hechos objetivos. En todo caso habría que denostar al presidente Chávez; yo estoy contra ese despropósito cometido en su calidad de jefe de gobierno, aunque haya dicho la verdad.
Tampoco llamó “guerra sucia” a la propaganda que algunos “humalistas” extraoficiales hacen publicando la fotografía de García propinándole la famosa “patadita” a uno de sus más humildes compañeros. No, Eso no es guerra sucia. Eso simplmente refleja de manera inobjetable el alma de Alan, su psicología de hombre prepotente, soberbio e irrespetuoso con la gente pobre y humilde a la que ofrece rescatar.

Llamó “guerra sucia”, por ejemplo, calificar ambiertamente de “asesino” a Humala cuando no existe comprobaciòn alguna de haber asesinado a nadie. También estoy en contra de algunos diarios que entreveran informaciòn con opinión y en una noticia común y coriente relacionada con el candidato Humala lo llamen “fascista” por ejemplo.
Esa es una calificaciòn que la puede hacer cualquier ciudadano, como opiniòn de la cual él podrá responder en caso necesario. Pero ningún periodista puede arrogarse a cometer tamaño desatino deontológico.

En “internet” he leido un artículo en el que se comenta acremente las declaraciones de Fernando Berkemeyer, un ciudaddano acaudalado a quien se le moteja estar ahora a favor del ex presidente aprista cuando en alguna oportunidad, fue su enemigo, al sentir que atentaba contra sus sintereses económicos.

Se dice respecto a Berkemeyer: “La cruzada por la propiedad, la libertad y individualidad, es el sustrato de las epopeyas reaccionarias más importantes de la historia. Franquismo puro, si se permite un ejemplo concreto. ¿Y por qué es tan peligroso Ollanta Humala, que merezca amputarse, embarrarse, votar para que haya problemas, sólo con la esperanza que García al final se vaya? Berkemeyer da algunas pistas: (a) se niega a retirar la expresión de su programa que dice que al devolverse los medios de comunicación a sus propietarios se reinstauró un 'aparato oligárquico de dominación ideológica-cultural', cuando lo que estamos viendo es precisamente un brutal aparato de dominación imponiéndose sobre todos nosotros, y al servicio de intereses minoritarios, ¿qué habría que rectificar?. Si algo demuestran estas elecciones es que hay que reformar a gritos el sistema de medios de comunicación, aunque los candidatos no puedan decirlo sin ser apabullados; (b) no dice que Cuba sea un dictadura, y duda que la del Perú sea una verdadera democracia, como si Humala no estuviera viendo la clase de democracia que se aplica a quién representa a más del 30% de los peruanos. Pero para el bueno de Fernando Berkemeyer están tan fusionados la democracia con los privilegios que le es imposible entender porque no todos tenemos la misma opinión sobre ella”.

Yo decía que el debate, si se llega a realizar, no va a cambiar nada en el Perú. Alan ganará estas elecciones, no porque se lo merezca sino porque el pueblo se lo merece. Todavía el Perú no tiene conciencia política, nuestra cultura en general es de muy bajo nivel, nuestra educaciòn está por los suelos.
Alguna vez, sabremos definir por quien debemos votar cuando tengamos conciencia cívica y política.
Yo termino reafirmando lo que he dicho siempre sobre Humala: que es el “mejor” candidato a la presidencia, "mejor" incluso que Alan.
Basado en eso y sin mayores argumentos hemos de votar millones de peruanos que aún vivimos ninguneados en nuestra propia patria.