EL EXUBERANTE PASADO DEL PERU

El presente del Perú es dramático, en todos los sentidos. Desde hace siglos, los ciudadanos peruanos caminamos como a ciegas. Todos los intentos que se hacen por desarrollarnos se frustran, no alcanzan las metas previstas.
Y pensar que su pasado desborda cualquier tipo de especulación.
Por ejemplo, en el aspecto cultural, los restos que todos los días encuentran estudiosos o no, son por demás sorprendentes, espectaculares, increibles.
Veamos algunos de estos:

LOS SICRAS
Muy cerca de la ciudadela de Caral descubierta hace pocos años y convertida ahora en una de las revelaciones más sensacionales para los arqueólogos de todo el mundo, se acaba de encontrar otros restos que los convertirían en otra antiquísima civilización. Se trata de Las Sicras.
Según el arqueólogo Walter Tosso, a los restos encontrados en Las Sicras le dan una edad –según el Carbono 14- de 4,500 a 4,800 años de antigüedad.
Ya Caral, a unos 100 kilómetros al norte de Lima, ha sido considerada como una de las civilizaciones más antiguas del mundo, tanto como las de la Mesopotamia, Egipto, China o India.
El hallazgo reciente de Las Sicras ha producido un terremoto entre los científicos peruanos y del mundo, porque de pronto, se puede tratar de una civilización aún más antigua que Caral.
Tosso ha declarado que “La estructura monumental indica un importante y complejo nivel de organización colectiva hacia los inicios del proceso de integración de la sociedad andina.”.
Arqueólogos peruanos y japoneses han empezado la tarea de redescubrimiento de la ciudadela cubierta de arena y durará algunos años, pero lo que ya se ve, demostraría una vez más que el Perú antiguo era, en términos generales, muchos más desarrollado que ahora.

LA INDIANA JONES DEL MANTARO
Así titula El Comercio a la información que detalla el hallazgo de unas pinturas rupestres milenarias posiblemente hechas hace unos 6 mil años A.C.
Se trata de unas vicuñas pintadas por pobladores trashumantes que llegaron a los Andes hace toda esa friolera de años.
Las imágenes se notan claramente en una cueva de pura roca situada en el distrito de San Juan de Jarpa, a 75 kilómetros al norte de Huancayo, colindante con Yauyos, Lima
Las cuevas se encuentran a 4,200 m.s.n.m., y muestran diversas figuras que habrían sido pintadas por cazadores procedentes de la parte norte de las alturas de Huancavelica”, dice el diario. Los dibujantes emplearon tierra mineral molida entreverada con la sangre de esos animales, posiblemente con carácter ritual.
En este caso, no han sido científicos quienes encontraron estas pinturas rupestres sino cinco niñas estudiantes de un colegio rural de Chupaca, Las estudiantes andan enamoradas de su hallazgo con lo que han conseguido distinciones honoríficas en cuanto evento cultural han sido presentadas.
Y pensar que los políticos no son capaces de darnos una buena noticia como está, que nos aliente a seguir viviendo aunque sea de las grandezas de nuestro pasado.

EL MILAGRO DE MACHU PICCHU
La ciudadela de Machu Picchu está considerada como una de las 7 maravillas del mundo actual. Miles de turistas de diferentes países llegan todos los días a admirar cómo los arquitectos incas pudieron construir una ciudad de piedra en las cumbres de una montaña, donde solo anidan los cóndores, como dicen los poetas.
(Y, hablando de poetas, nadie o muy pocos, como Pablo Neruda, le cantó a Machu Picchu tan hermosa como poéticamente).

Sin embargo, nadie o tal vez algún científico se preguntó cómo pudieron vivir sus habitantes cuando no tenían agua potable. O mejor dicho, disponían de agua potable, pero ¿de dónde la sacaban, cómo la obtenían? Claro, podría ser de las lluvias, pero las lluvias son temporales, no todos los días está lloviendo.
Pues, bien, eso mismo se preguntó Kenneth Wright cuando su esposa y sus hijas visitaron Machupicchu en 1974. Regresaron maravilladas, pero cuando Kenneth les preguntó de dónde sacaban el agua, ella no supo qué responder. “Yo lo averiguaré”, le contestó a su esposa.
Hidrólogo de profesión, científico de nacimiento, empezó a ver de qué manera develaba el misterio.
Desde ese año inició gestiones para que le permitieran ese estudio, pero los administradores peruanos siempre le pusieron un “pero”.
Hasta que en 1994, confesó que eso le parecía un cuento de hadas; entonces, empezó a estudiar el asunto. Acompañado del profesor Alfredo Valencia, cavaron y cavaran por donde su instinto científico les decía que estaba la fuente para subsistir. Chequearon el hielo que hay en Quelccaya, cercano al lago Titicaca, etc, para averiguar cuánta agua había por ahí hacía 500 años. Finalmente, por ahi encontraron el canal de donde los incas se surtían de agua potable.
Descubrieron que el agua empozada en setiembre se iba filtrando hasta noviembre surtiendo al canal que media 750 metros de largo, 12 centímetros de fondo y 15 centímetros de ancho y por cada 100 metros descendía 3 hasta llegar a la puerta de la casa del inca, según datos revelados al diario PERU21. Primero, el inca, después los demás bebían el agua que venía desde tan lejos.

En suma, increíble trabajo del ingeniero norteamericano Wright, quien les cobra fortunas a las empresas con las que trabaja pero que al Perú no le ha cobrado ni medio. Increíble su delicadeza, su trabajo, pero también admirable la sapiencia de los hidrólogos incas.

O sea, qué grandioso pasado cultural y humano el de nuestro país. Y que lástima que ahora, estemos durmiendo sobre esos laureles. No hay nadie aún que nos despierte –salvo una que otra voz excepcional- y volvamos a ser hoy lo que fuimos ayer, tan grandes como solo hubo tres o cuatro civilizaciones en el mundo.