EL PERU Y SU MUSEO DE ARTE MODERNO

Posiblemente la noticia cultural más importante de los últimos tiempos en el país, es la inauguración del Museo de Arte Moderno realizada en Trujillo, el jueves pasado 30 de noviembre.
Es posible que un Museo como el recién inaugurado no haya, por lo menos, en muchos países de este lado del mundo

Trujillo, como lo sabemos todos los peruanos, es una de nuestras ciudades más bellas, más importantes e históricas en el territorio nacional; está bañada por el mar Pacífico y fue fundada por el conquistador Francisco Pizarro. El ordenó que se llamara como se llama la ciudad española donde nació.
En Trujillo se firmó la primera Acta de la Independencia del Perú, diciembre de 1820, en una capilla que pertenece aún al Colegio Seminario de San Carlos y San Marcelo fundado hace casi 4 siglos. Eso ocurrió un año antes de que San Martín proclamara la libertad del Perú el 28 de julio de 1821.
En Trujillo nació El Grupo Norte”, famoso porque de allí surgieron o se incubaron grandes figuras de la política y la literatura. Para muestra, baste mencionar a Víctor Raúl Haya de la Torre y a César Vallejo.
En Trujillo se produjo un levantamiento de masas conocido en la historia como “La Revolución de Trujillo”, en julio de 1932, incitada por las ideas políticas reivindicacionistas del APRA, partido fundado por Haya de la Torre. Esto ocasionó graves consecuencias para la vida nacional, que solo el tiempo ha ido borrando implacablemente.

Pues, en este Trujillo, asentado casi sobre las milenarias ruinas de Chanchán y de las Huacas del Sol y la Luna en Moche; en este Trujillo, capital del departamento de La Libertad, el jueves en la noche empezó su vida cultural un Museo que funcionará bajo la égida de la Fundaciòn Gerardo Chávez.

Gerardo Edmundo Chávez López es trujillano y es pintor. Es un artista que tuvo un hermano, Ángel, también pintor, quien murió hace unos diez años, y tiene, ahora, un sobrino, hijo de Angel, también pintor y de éxito. Toda una familia de pintores.
Gerardo, que nació en noviembre de 1937, registra una historia llena de anécdotas que se resumen en un afán de sobresalir en la pintura para expresar sus vivencias, pero sobre todo su interpretación del hombre, así como las misteriosas sutilezas de su entorno.
Sería muy largo narrar los principales hitos de la vida de este pintor y solo nos queda tomar de aquí y de allá algunos de sus datos biográficos. Nos queda recordar que vino a Lima a buscar a su hermano Angel, cuando acababa de cumplir 15 años; dos años después ingresó a la Escuela de Bellas Artes, enamorado del profesionalismo de su hermano.

Pocos años después Gerardo viajó a Italia, y luego a Francia.
En Paris empezó a trabajar sin descanso con la idea de madurar su arte pictórico, el género o estilo que había escogido para expresarse. Se convierte en un pintor importante de la modernidad.
En 1961 expone en Florencia y triunfalmente regresa a Paris donde empieza a conocer a pintores de la talla de Wilfredo Lam. Le presentan al gran pintor chileno Roberto Matta, quien se convierte no solo en una especie de mentor sino en su mejor amigo.

En 1966 Chávez representa al Perú en la Bienal de Venecia junto a otros pintores peruanos como Piqueras, Guzmán, entre otros, con gran éxito artístico.
Desde entonces su vida se consagra solo a la pintura. Todo él entregado a la creación en este arte con éxito singular.
Sus cuadros son reconocidos y alabados por críticos y coleccionistas de significación mundial, y no obstante, Gerardo Chávez sigue siendo el mismo que un día nació en Trujillo y cuya infancia transcurrió en las calles que rodean al Cementerio General, ese fue su primer habitat.
No obstante, sus notables triunfos, Chávez sigue siendo el mismo, su manera de ser no cambia en nada. Su sencillez y desprendimiento continúan inmunes.
El éxito no lo marea.


Sin olvidar jamás al Perú, a sus raíces, Chávez abre un bar frente al Convento de Santa Clara, pero no para rendir homenaje al peruanísimo pico sour, sino a los hombres más ilustres del Perú y del mundo; sus fotos adornan las cuatro paredes del bar.
Enamorado de la niñez, sueña con tener un Museo al Juguete. Lo logra. Funda este museo. Sin embargo, él sigue soñando con otro museo.
Hasta hace unos 10 años que intentó fundar lo que soñaba: el Museo de Arte Moderno, aunque sin éxito. Hasta ahora que lo acaba de lograr plenamente.

En una finca que él adquirió hace muchos años en la salida a Laredo, un inmenso emporio azucarero, ha montado una galería para exponer obras de grandes pintores contemporáneos europeos, americanos y peruanos como Klee, Tamayo, Matta, Szyszlo, y una sala invalorable con sus propias obras donde la más importante podría ser “La Procesiòn de la Papa”, lienzo inmenso en tamaño y contenido, que cubre casi toda una pared de un salón del Museo.
El jueves 30, se realizó la inauguración en presencia del presidente de la República, Alan García Pérez, quien saludó la iniciativa, alabó la pintura y el gesto de Chávez, y lo condecoró con La Orden del Sol.
Fue una noche que pasará al recuerdo de los 300 asistentes o más, como apoteósica, un triunfo del arte y un regalo cultural inapreciable para Trujillo.
PromPerú presentó un espectáculo dignísimo para exaltar las viejas culturas prehispánicas en las cuales se inspira la creatividad de los artistas peruanos modernos y de todos los tiempos.

De esta manera, la vieja ciudad colonial, pero antes casi asiento de culturas precolombinas como la Mochica y la Chimú, seguirá siendo la Capital de la Primavera y de la Marinera, como se la conoce hasta hoy, pero ahora, de la Cultura, con su invalorable Museo de Arte Moderno Gerardo Chávez.
Una noticia digna de ser llevada por los cuatro vientos para ser conocida en todos los ámbitos del arte y la cultura universal.