EL MUNDO, UN DÍA

Blog del Periodista Manuel Jesús Orbegozo. Este blog se mantendrá en línea como tributo a quien con su pluma forjo generaciones de periodistas desde la aulas sanmarquinas. MJO siempre presente.

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Primero, recorrió todo su país en plan informativo, y luego casi todo el mundo con el mismo afán. Por lo menos, muchos de los grandes sucesos mundiales de los últimos 30 años del siglo XX (guerras, epidemias, citas cumbres, desastres, olimpiadas deportivas, etc.) fueron cubiertos por este hombre de prensa emprendedor, humanista, bajo de cuerpo pero alto de espíritu, silencioso, de vuelo rasante, como un alcatraz antes que de alturas, como un águila, por considerar que la soberbia es negativa para el espíritu humano. Trabajó en La Crónica y Expreso, y más de 30 años en el diario El Comercio como Jefe de Redacción, luego fue Director del diario oficial El Peruano y como profesor de periodismo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos lo sigue siendo aún después de 30 años seguidos. Esta es un apretada síntesis de la vida de un periodista hizo historia en el Perú y en muchos de quienes lo conocieron. Puede además ver su galeria fotográfica en http://mjorbe.jalbum.net Nota: MJO partio el 12 de setiembre para hacer una entrevista, la más larga de todas. MJO no se ha ido, vive en cada uno de los corazones de quienes lo conocieron.

Saturday, May 05, 2007

OTRA "EPOPEYA"

Este testimonio es insospechable de fraude pues copia del original permanece en los archivos de la organización cultural americana Wikisource del Estado de Florida en los Estados Unidos. El coronel Valle Riestra es antepasado del actual congresista
Javier Valle Riestra González Olaechea quien varias veces se ha referido a él por su participación patriótica en las batallas de San Juan y Miraflores. Es un poco largo pero sumamente interesante. Vamos a ver cómo se sienten después de su lectura aquellos que claman por el olvido.
(Dante Castillo)

"Al comenzar estas líneas me encuentro tentado en poner punto final a
mi trabajo. Lo que voy a narrar, es una lección para la naciónchilena, y la grave falta que sus soldados cometieron, conviene serecuerde....

Pero no hay que temer que el roto sea disciplinado cuando se les presente ocasiones iguales; y hoy más que ellos conocen sus fuerzas y saben cuando deben de imponerse á sus fuitres.

Por otra parte, mi rencor contra el invasor, me incita a referir lasespantosas escenas del incendio de Chorrillos, del saqueo y de los asesinatos que se realizaron en esa villa. Hay que recordar la historia vergonzosa de la crápula del ejército chileno en aquel memorable día; hay que mostrar el lodo de aquel ejército, que siendo
vencedor quedó vencido durante 24 horas, porque sus vicios lo cegaron, y si no fueron exterminados, fue debido a que en las líneas peruanas no hubo una cabeza aunque sobraron corazones.

Dispersa en las calles de Chorrillos la soldadesca chilena, asaltó las pulperías y despacho de licores entre el diluvio de balas que se cruzaban en todas direcciones. Las pipas de vinos eran desfondadas á culatazos; los piscos rotos a balazos; las botellas descogolladas al golpe seco del corvo, tinto en sangre enemiga.......y amiga; y pocos minutos después 14000 chilenos estaban borrachos en las calles del
Versalles peruano, siendo la oficialidad impotente para contener el desborde, que, repito, era más espantoso que una derrota. En ésta, la mancomunidad de la desgracia y de los peligros une a los hombres, pero lo que pasaba en Chorrillos, había relajado, olvidado y atropellado toda subordinación. El "delirium tremens" dominó al ejército invasor por completo.

Muertos, fusilados y asesinados, los cholos peruanos, el instinto sanguinario de los rotos buscó nuevas víctimas, y los extranjeros,principalmente los italianos, fueron exterminados. Muchos de éstos habían quedado en Chorrillos guardando sus intereses, pero todos fueron fusilados ¿Cómo comenzaron tales asesinatos con personas que no
habían tomado la menor parte en el combate?

En la calle del Tren, un despacho fue asaltado y los chilenos trataron de insultar a la esposa del italiano que custodiaba el negocio. Este se interpuso como era su deber y la quiso arrancar del poder de los soldados, pero hicieron fuego sobre aquel infeliz y una bala puso fin a sus días. ¿Qué fue de la infeliz mujer? Hay cosas que dan asco referirlas. Insultada, maltratada, disputada a golpes, dejó de
existir; ¡y su cadáver seguía siendo profanado por aquellas bestias del instinto!

Las pocas mujeres que quedaron en Chorrillos, fueron víctimas de los más inicuos crímenes (*), y esto a la luz del día, sin el menor recato, en plena vía pública. Y cuando la bestia dominaba al hombre en aquellas fieras armadas, las balas de sus rifles atravesando al rival y a la mujer disputada, les daba campo para arrojar a un lado el cadáver del primero y profanar el de la segunda.

Un italiano entre otros muchos, fue hecho prisionero, si se puede, en este caso, emplear la palabra. El pobre hombre lleno de miedo les halagaba su amor propio temeroso de que hicieran con él lo que habían hecho con sus paisanos. Era el desgraciado la befa de los guardianes. Uno le daba un golpe con la culata del rifle.

• Ande niño no má pa que coma pronto mancarroni, le decían.

Otro con la bayoneta lo iba punzando, y por último, el que estaba a su espalda se lanzó contra el infeliz y rodeándolo con los brazos por la cintura, le introdujo en el estómago un corvo vaciándole el vientre.

Un grito italiano y las carcajadas de los rotos se escucharon. Estas hicieron grato espectáculo de tan espantoso hecho.

• ¡Guatita con porotos niños!, decían en su sanguinaria burla.

El doctor Mac Lean, médico inglés y padre de una numerosa familia, nacida en Tacna, vivía en Chorrillos, en un rancho en la calle de Lima. La casa tenía una inmensa bandera inglesa, sobre la puerta, el escudo de aquella nación y en el muro, en una plancha de zinc, con los colores ingleses, se leía, PROPIEDAD INGLESA.

Este rancho, verdadero palacio, fue invadido por los chilenos, el respetable anciano se creía seguro bajo su bandera patria y protestó, pero fue insultado, golpeado, mientras los rotos se lanzaron al saqueo de despensa y muebles.

• ¡Mire padre eterno, le decían aludiendo a su blanca y poblada barba,nos ise donde están las chauchas porque si no lo fusilamos en seguidita no má!

El doctor Mac Lean trató de salir, llegando a conseguirlo hasta la reja de hierro, pero allí lo alcanzó un disparo que instantáneamente lo mató. Pocos minutos después ardía el rancho regado, por completo,de kerosene.

La crápula, a las cinco de la tarde, hacía, entre los invasores, sus terribles efectos. Los niños estaban de remolienda, como ellos decían. Entre los muertos
y heridos rodaban los borrachos, con esa... embrutecida y sanguinaria del chileno. Los gemidos y gritos, pidiendo socorro, de los heridos, se mezclaban con las blasfemias y cantos obscenos de los borrachos. Las coplas de la monótona chilena, se escuchaban al mismo tiempo que las oraciones de los moribundos.

Y la remolienda seguía in crecendo; ya no existía disciplina; ya no se onocían ni entre ellos. Una botella para vaciarla, una mujer, viva o muerta, una lata de kerosene para incendiar los palacios de Chorrillos, eran disputados á bala o á corvo.

No se cansaban de matar, cuando ya no había cholos peruanos ni bachiches ni gringos, se mataban entre sí, se quemaban como ratas.

El rancho, o mejor dicho el palacio que, en la calle del Tren, posee la familia Pflücker fue el teatro de espantosas escenas. Algo muy codiciable debieron encontrar ahí los rotos, puesto que como fieras, se disputaron el botín. Se dividieron en dos bandos y la más numerosa arrojó afuera a la menor. Pero ésta buscó refuerzo, y ya fuerte, atacó la casa, trabándose un serio combate entre chilenos; pero viendo los
asaltantes que sus paisanos no cedían, resolvieron incendiar el rancho, y así se realizó, puesto que en pocos instantes las llamas rodearon a los que estaban dentro.

Trataron estos de salir, pero se les recibió a balazos, se les cazaba,apenas asomaban la cabeza.

Un jefe chileno, un sargento mayor, llegó a tales momentos y al presenciar lo que pasaba creyó que sus soldados sufrían un error. No comprendía que entre chilenos se matasen.

• Niños, les gritó, lanzando sus caballos entre los asaltantes, miren que los de la casa son chilenos. No hagan fuego, déjenlos salir.

• Mi jiefe, le contestó uno, déjenos no má que pa eso somos tantos. El mayor chileno dio órdenes de suspender los fuegos.

• Mire, señor patroncito, váyase no má – le repusieron en son de amenaza. Pero el jefe chileno quería imponerse y llevar al orden a sus soldados. Estos montaron en cólera.

• Mire el futre, le dijeron, ya pué abrirse á lo largo. Y lanzando una palabra peculiar del chileno, uno de ellos hizo fuego sobre el sargento mayor, matándolo en el acto.

Los de la casa fueron todos quemados vivos. Eran chilenos contra chilenos.

¿Para qué seguir relatando más? Cansa el espíritu, lo enferma el recuerdo de tales hechos.

El desorden de los chilenos intimidó á generales, á los jefes y oficiales. Se vieron impotentes para tal desmoralización, se encontraron amenazados de muerte por su mismo ejército.

El jefe ú oficial que intentara contener a sus soldados, era victimado sin compasión. Había que dejarles que incendiaran el último rancho,que se consumiera la última botella de licor.

La Reserva que, fuera de Chorrillos, tenían los chilenos, también se desbandaba. No podían los rotos permanecer arma al brazo cuando tan cerca tenían la remolienda, es decir, el saqueo, el incendio y el licor. Los centinelas abandonaban sus puestos.

El ejército chileno no existía. Era una manada de fieras embrutecidas que rodaban por el suelo como odras llenas de alcohol.

Por la noche, las llamas subían al cielo, rugían, lo devoraban todo. La gran hoguera alumbraba las más espantosas escenas que recuerda la historia de América.

Y allá, en Miraflores, doce mil hombres armados, valientes y resueltos, esperando una orden, animados del deseo de combatir,enfurecidos con el espectáculo del mundo de ese Chorrillos que tanto amaban, en donde se habían anidado sus ilusiones de juventud, de amor y de sueños de gloria.

Allá en ese Miraflores, doce mil hombres que amaban a la Patria, que tenían a sus espaldas, hogares que defender, afecciones sagradas que salvar; doce mil hombres que lanzadas sobre Chorrillos no hubieran tenido que hacer otra cosa que aplastar con las culatas de sus rifles los cráneos de veinte mil borrachos...

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Sr.Orbegozo leer sus comentarios me hacen dudar que los años den la sabiduría y la tranquilidad, para mirar la vida sin el apasionamiento y la irracionalidad de la juventud.

No pongo en duda su calidad académica ni su experiencia profesional, como tampoco su viajes a través de mundo conociendo lugares que fueron cunas y tumbas de las más grandes civilizaciones de la humanidad.

A pesar de lo anterior me parece que su subconsciente, es el de un jovenzuelo que quiere la revancha o todo o nada, sin importar el costo en vidas humanas y económicos que tenga para el Perú.

Ud. como la gran mayoría de los peruanos, tiene una bala atravesada en el corazón y quieren sacarsela aúnque les cueste la vida.

Me pregunto si no basto con una guerra para que el Perú entendiera las nefastas consecuencias que esta puede tener para el país? Da la sensación que no !

Sr. Orbegozo para Ud. el ser peruano es símbolo de todo lo bueno que uno pueda imaginar, es la antítesis del chileno. No le parece a Ud. que sería tiempo que los peruanos demostraran esta superioridad moral e intelectual buscando solucionar los problemas dialogando y no con bravuconerías que podrían desencadenar una tragedia mayor que la de 1879-1884.

3:24 AM  
Blogger Manuel Jesús Orbegozo said...

Seór Annonymous:

Ud. parte de premisas absolutamente absurdas. Justamente porque he estado en los escenarios de casi todas las guerras de las últimas décadas del siglo XX, desde Vietnam hasta la priemra Guerra de Irak, detesto las guerras. No sabe qué ecuerdos más siniestros tengo de las guerras, No solamente de lo que sucede en los frentes de batalla sino en los pueblos que soportan esas contiendas. De tal manera que si algo tengo en mi subconciente es el rechazo a la muerte, a todo lo que signifique prepotencias, violencia, exterminio, destruccion y muerte.
La `pimera pregunta que nos hacemos los peruanos es para qué Chile se arma tanto, violando todas las normas que rigen las leyes interncionales.
Por qué se ha convertido en el país mejor armado de Suadmáerica. hubo una broma por ahi: para matar pelícanos en la Antártida. No es un orgullo para la Democracia, decir soy el país mejor armado del mundo.
Por favor, si Chle no tuviera una historia negra de país guerrero y de conquista, nadie objetaria nada. Si supieramos que tods las necesidades de agua y gas que Chile necesitará en futuros mediatos e inmediatos, dormiríamos tranquilos.
Pero eso, como Ud. lo sabe, tanto coo sus paisanos, no es así.
t, he dicho mil veces, no tengo ninguna animadversiòn a Chle, salvo cuando me restregan por los ojos "el heroismo" de los chilneos al ganarnos la guerra del 79.
Espero que los amigos con quienes compartimos pan y ssueños en el país o el extranjero no se arrepientan de ser mis amigos. Siempre menciono a Nicanor Parra.Con el, un dia despues de almorzar en mi casa lo llevé a Ica, 300 kilómeros al Sur, para que probara el vino y el Pisco colonial que se produce justamente en la ciudad de Pisco donde también estuvimos.

No alargo más esta respuesta. Ud. que aparece un chileno sensato haga propaganda para que Chile ceda ante los requerimiento de los peruanos sobre un hecho justo, el trazo de los límites martítimos en el Sur. la prepotencia chilana no puede hacerse complice de una nueva guerra, por no respetar esa convenciòn. De lo contrario, iremos a la CIDH para que dilucide, pero no nos amenacen veladamente. Nosotros no queremos guerras, tenemos muchos problemas internos que resolver primero.
En "Epopeya", señor Annonymous ya están inistiendo en que la guerra contra Bolivia y Perú se desató por no respetar los tratados, cuálees,por ejemlo, la del Punto 1?He permitido el ingreso de su respuesta porque Ud., no me insulta ni insulta a país como lo hace la mayoría de annonymous que mme escriben.
Muchas gracias, saludos.
MJO

9:58 AM  
Blogger qc.carlos said...

Gracias por compartir esta información señor Orbegozo, la historia peruana nos enseña que nunca más debemos buscar la violencia para resolver nuestras diferencias internas o externas, pero tampoco vamos a dejar que el país vecino del sur siga con sus planes expansionistas, ya sea militarmente o por medio de sus empresas que trabajan en Perú abusando de los peruanos. La brutalidad de las acciones de los chilenos en la invasión de Lima, es una muestra de que ese país tuvo siempre una intención de destruir Perú. Si no fuera por los europeos residentes en Lima, quizás esa ciudad peruana hubiera sido destruida totalmente.

Me pregunto ¿Los chilenos invadieron y destruyeron medio Perú para luego irse con las manos vacías? ¿Que fue lo que los chilenos obtuvieron aparte de Iquique y Tarapacá? ¿Debemos confiar en un país que ayudo a Inglaterra en la guerra de las Malvinas? No olvidemos que ese país también ayudo a Ecuador en plena guerra del Cenepa, y que es para muchos el “Israel de Sur América”, por la ayuda militar que recibe de EEUU desde que el dictador Pinochet se aliara a los sectores derechistas más conservadores de ese país, creando el plan Cóndor, que tantas muertes causó en nuestro continente.

Los peruanos debemos conocer de nuestra historia, para aprender de nuestros errores y de quiénes buscan tomar ventaja de ellos. El buen vecino no es el que entrega la otra mejilla, sino el que hace respetar sus limites y territorio, y eso no limita integrarnos en otros aspectos, pero lo que es nuestro lo tenemos que defender.

11:27 AM  

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