UNIVERSIDAD DE SAN M ARCOS: 456 AÑOS
Alguna vez viajé a cubrir la Guerra de Biafra. Llegué a Lagos, Nigeria, país al que por razones ajenas a mi voluntad, ingresé sin visa. Los nigerianos me dieron 24 horas para dejar el país. Al siguiente día, cuando me presenté al Aeropuerto me informaron que tenia primero que cumplir una cita: hablar con el Ministro de Turismo. Fui a la cita y luego de una larga conversación muy amable, el ministro Sam Epelé, me dijo que a parir de ese momento me convertía en Huésped Ilustre de Nigeria a causa de que al leer mi currículum, había visto que yo era profesor de la Universidad Mayor de San Marcos, la universidad más antigua de América; y también, periodista de El Comercio, el diario más antiguo del Perú.
A partir de ese momento tuve todo a mi disposición inclusive hablar con el presidente de la República, general Gowon, luego ir a las cercanias de la ciudad petrolera de Abá, donde se combatía y parte de las ambiciones secesionistas de Biafra.
Relato esta anécdota personal solo para indicar hasta qué niveles nacionales o extranjeros, tenía significación la vieja Universidad peruana de San Marcos.
Desgraciadamente, la situación de desdén con que las autoridades de Educación y Economía –acaso amparándose en el todavía descalabro socioeconómico que vive el país- tratan a las universidades pública, hace que San Marcos no esté pasando por sus mejores momentos administrativos ni académicos. Faltan profesores, -pues, los mejores han emigrado-, aquellos que marcaron una época, debido a que los sueldos son solo comparables a los de un taxista o un empleado bancario. En estos días se publicó un informe dramático sobre esta situaciòn.
San Marcos, a lo largo de su historia, se cambió tres veces de sede. Su primera sede -aunque parezca increíble- fue donde ahora funciona el Congreso de la República; su segunda sede fue en el Parque Universitario donde era más conocida como La Casona. Dejó la Casona hace 50 años para pasarse a La Ciudad Universitaria en las afueras de la vieja ciudad colonial donde atiende a más de 35 mil estudiantes. San Marcos ha adquirido ahora mucho más fama aún en las clases populares. Tiene tanta fama y goza de tanto prestigio que para unas 5 mil vacantes anuales, se presentan unos 50 mil jóvenes pre universitarios, lo que demuestra también la crisis educativa por la que atraviesa la masa estudiantil peruana.
San Marcos, de todos modos, está celebrando su cumpleaños, recordando a sus grandes maestros como don Hipólito Unánue, médico y prócer de la Independencia; don Raúl Porras Barrenechea y don Jorge Basadre, historiadores eminentes; y Daniel A. Carrión, un estudiante de medicina que se inoculó el virus de la verruga peruana para estudiarla. Carrión pagó con su vida semejante osadía, pero la mortífera verruga peruana quedó al descubierto y para siempre.
Dos hechos más importantes que incrementan esta celebración, son: la inauguración del monumento a Fray Tomas de San Martín, el fraile que fundó la Universidad el 12 de mayo de 1551, primero como un lugar para aprender la doctrina cristiana, jurisprudencia y letras.
Cuatrocientos años despues ofrece todas las asignaturas que se enseñan en el mundo académico dentro del ambiente de la más sofisticada modernidad.
El otro caso es el haber recibido como aporte de España, el Patio de Derecho restaurado, una joya histórica de la universidad por donde discurrieron los doctos y célebres hombres de esas épocas, juristas, intelectuales, médicos, maestros y estudiantes de los siglos XIX y XX que, una vez que se trasladó a su sede actual, quedó en completo abandono.
Ahora, luce como nuevo, así como también los demás aposentos contiguos, todos han recobrado su belleza original y su esplendor, su cariz colonial elegante y magnifico, gracias a la colaboración de España.
La vieja Universidad de San Marcos ha celebrado, pues, su cumpleaños, un insoñado 456 aniversario más de vida histórica y académica famosas.
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