ALEJANDRO ROMUALDO:
ALEJANDRO ROMUALDO
Uno de los más importantes poetas peruanos pertenecientes a la Generación del 50 ha muerto de manera trágica: fue encontrado sin vida en su casa, sin razón alguna, salvo un ataque al miocardio que es lo más aceptable. Romualdo ha recibido el homenaje de todo Lima y el Perú y el mundo intelectual, y velados sus restos mortales en la Casona de la Universidad Nacional de San Marcos, de la cual fue alumno distinguido. Romualdo fue Premio Nacional de Poesia y su libro “EDICION EXTRAORDINARIA” es uno de los más recordados por contener el “Canto Coral a Tupac Amaru que es la libertad”, referido a la gesta trágica del inca José Gabriel de Condorcanqui, Tupac Amaru. Lo siguiente es una breve semblanza personal del ilustre poeta que difiere, cuando se rebela que Romualdo murió mientras atravesaba por una situaciòn económica lamentable producto de nuestras costumbres sociales. En el Perú, los poetas o literatos, mientras viven, no son debidamente reconocidos, salvo cuando mueren, tal el caso del inmortal Alejandro Romulado, que descanse en paz. MJO.
El poeta Alejandro Romulado nació en Trujillo en los años 20 y nunca gozó de las diversiones que en la ciudades mestizas alegran la infancia. Sus poemas donde hace referencias líricas a esta edad solo son producto de su innato sentimiento poético creador.
De pronto, apareció en Lima y tampoco completó bien en Lima los cascabeleos de su niñez y más bien su juventud sí, al lado de amigos de colegios y especialmente cuando ya es alumno de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos..
Estudiante severo, de regreso de España a donde viajó becado cuando tenia aún 20 años, parte de su vida lo constituyen las aulas universitarias y también el diario La Prensa donde se desempeña como periodista, en el renglón de la caricatura. Romulado es un extrarodinario dibujante humorista, político de despiadada ironía.
Después colabora en el diario LIBERTAD, vocero del Movimiento Social Progresista donde su caricatura es lo más significatrivo de las campañas políticas de ese movimento.
Una vez dibujó la procesión del Señór de los Milagros, a quien, Romualdo le puso el rostro del conocido hacendado y periodista de entonces, don Pedro Beltrán. Romulado tituló así su caricatura: “Procesión del Señor de los Mil agros”; una estupenda ironía religiosa con carácter político que causó sensación en el mundo intelectual.
Romulado pasó sus mejores momentos juveniles con el grupo de jóvenes universitarios del 50 que solian reunirse semanalmente en el famoso “Bar Palermo”, de Colmena Derecha. Todos los jueves se solian reunir allí alrededor de una botella de cerveza para difundir sus nuevos poemas o cuentos, quienes hoy, vivos o muertos, contituyen personas de renombre de la literatura castellana y del Perú. Entre ellos, los poetas fallecidos Washington Delgado, Francisco Bendezú y Pablo Guevara.
En esa década, la gente de dicha Generación publicó una revistita muy singular, parecía un acordeón en cuyos pliegues, los poetas y escritores que recién empezaban, escribían sus versos o sus cuentos no inmduros sino recien nacidos. En uno de esos números se publicó Elegía al Duende de “La Torre de los Alucinados”, donde Romualdo demuestra a los cuatro vientos su delicadísimo y personal sentimiento poético:
“En el cielo, en la tierra, y en el viento, duende
duende, duende, tataraduende, duende antiguo.
Ronda tu ojo vagabundo en la sombra…”
El grupo generacional, terminada la década del 50, se dispersó como todo en la vida y luego, años después aparecerían triunfadores y brillantes.
Décadas después, Romulado no solo tenia un libro publicado, “La Torre de los Alucinados”, sino una docena más de libros, algunos traducidos a otros idiomas y todos comentados por brillantes críticos nacionales o extranjeros..
Cada libro traía un mensje y una característica, lo que demostraba que Romulado era un creador incansable e insaciable.
Pero, cuando el crepúsculo empezó a aparecer en el horizonte de su vida, y las arrugas y las canas, él empezó a doblegarse.
Romulado siempre tuvo un carácter soledoso, de silencio, aunque rudo y mordaz, pero útil para enrumbar políticamente a la sociedad desde el punto de vista de la poesía.
Se fue quedando solo, solo hasta un momento en que su soledad se transformó en misería en todos los sentidos.
Es cierto que en el Perú, los poetas o intelectuales en general, no son festejados ni cuidados socialmente y viven al desgaire los finales de sus vidas. Tanto que en estos ultimos meses, se empezó a correr por internet, un documento firmado por sus amigos más cercanos o no, dirigido a la presidencia de la República, para que en mérito a los valores de Romualdo como poeta, le asigne una pensión que le permita vivir más decentemente, como se suele decir a menudo.
Alejandro Romualdo, escribiría “Canto Coral a Tupac Amaru que es la Libertad”, un poema épico. Entrañable, que se ha adentrado en el corazón de todos los peruanos, como un himno a la nación, a su historia, a la libertad y a la Vida.
Nada podría ser más apropiado que publicar el final de dicho poema, como una despedida fraterna y cívica.
Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo
Y no podrán matarlo.
Querrán descuartizarlo, triturarlo,
mancharlo, pisotearlo, desalmarlo
Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querran romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo
Y no podrán matarlo.
Al tercer día de los sufrimientos
cuando se crea todo consumado
Gritando ¡libertad! sobre la tierra
ha de volver.
Y no podrán matarlo.
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