EL MUNDO, UN DÍA

Blog del Periodista Manuel Jesús Orbegozo. Este blog se mantendrá en línea como tributo a quien con su pluma forjo generaciones de periodistas desde la aulas sanmarquinas. MJO siempre presente.

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Primero, recorrió todo su país en plan informativo, y luego casi todo el mundo con el mismo afán. Por lo menos, muchos de los grandes sucesos mundiales de los últimos 30 años del siglo XX (guerras, epidemias, citas cumbres, desastres, olimpiadas deportivas, etc.) fueron cubiertos por este hombre de prensa emprendedor, humanista, bajo de cuerpo pero alto de espíritu, silencioso, de vuelo rasante, como un alcatraz antes que de alturas, como un águila, por considerar que la soberbia es negativa para el espíritu humano. Trabajó en La Crónica y Expreso, y más de 30 años en el diario El Comercio como Jefe de Redacción, luego fue Director del diario oficial El Peruano y como profesor de periodismo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos lo sigue siendo aún después de 30 años seguidos. Esta es un apretada síntesis de la vida de un periodista hizo historia en el Perú y en muchos de quienes lo conocieron. Puede además ver su galeria fotográfica en http://mjorbe.jalbum.net Nota: MJO partio el 12 de setiembre para hacer una entrevista, la más larga de todas. MJO no se ha ido, vive en cada uno de los corazones de quienes lo conocieron.

Friday, April 16, 2010

MARIO VARGAS LLOSA

Mientras el Rey Juan Carlos lo premiaba en Madrid, yo buscaba entre mis papeles viejos, la breve entrevista que le hice a Mario hace uu par de años. Dije, no voy a hacerle la competencia al rey de España pero a Mario si lo voy a felicitar con estos recuerdos:



MARIO VARGAS LLOSA

33 MINUTOS


Volví a encontrar a Mario Vargas Llosa después de mucho tiempo. En un poco más de 30 años, sólo lo había visto una vez.
Le conté que cuando Mao regresó a su aldea de Changsha, luego de liberar a China, exclamó: “30 años han pasado/ como un chasquear de dedos”; una hermosa metáfora del tiempo que a Mario no le causó mucha gracia. No capté bien su comentario, pero creo que fue nimió. Pretendió pasar inadvertido no sé si a Mao o a la metáfora.
Parece que los Marios son así. Al filósofo Mario Bunge le conté que Hemingway me dijo que el mayor éxito del hombre en la vida es durar; le pareció una tontería. Para Bunge, el mayor éxito del hombre es perdurar”. Creo que se refería, no a los hombres comunes y corrientes como nosotros, sino a los Marios famosos, como Bunge, Vargas Llosa, Benedetti, Schneider, etc., a quienes, realmente, les debe preocupar más la eternidad que el olvido.

Chavin de Huántar

Pero, volviendo a Mario, la tarde que conversamos 33 minutos contados, en su residencia de Las Magnolias, 295, asensor, me contó que estaba regresando de Chavín de Huántar a donde nunca antes había ido por primera vez. Las ruinas lo deslumbraron. Su memoria ha archivado aún los recovecos donde juegan a las escondidas la luz y la sombra; cuánta admiración le causa la sapiencia de los arquitectos incas. Le pasman los túneles de la obra, sus pasadizos y sus cabezas clavas, (de las cuales solo queda una), con sus pupilas fijas en la eternidad. Considera una lástima no acondicionar esos rincones y presentarlos al mundo como lugares de la más alta calidad turística. “No hay en el mundo nada más admirable: las piedras, el Lanzón, la arquitectura, el paisaje. La naturaleza, todo es impresionante, sólo las carreteras son un desastre”.
Y eso que no conoce el sistema que emplearon los arquitectos incas para construir esa obra. María Scholten me decía: “En síntesis, el método que emplearon consistía en: a) Utilizar una medida específica que asciende a 3.34 por 20 a la potencia “n” de nuestro sistema métrico, etc”.
Medidas para un asombro mayor.

La doble nacionalidad

Mario Vargas Llosa nunca nos podrá olvidar. Ni Londres ni París ni Madrid, nada lo atraerá tanto como Lima. Ni Inglaterra ni Francia ni España, tanto como el Perú. El amor a lo nuestro lo mantiene vivo, lo identifica hasta en los rostros de sus amigos. Por eso regresa todas las veces que puede. “Siento una gran nostalgia, una identificación total con sus regiones, con sus hombres, hasta con su lenguaje, el castellano, o mejor dicho, nuestra habla”, sus idiolectos, la tonalidad, su semántica. Define el fondo y la forma de las lenguas inglesa y francesa, que domino, pero no dejaría jamás de escribir, hablar y pensar en el castellano de nosotros”.
Mario loa a la amistad. Reconoce que sus amigos peruanos llenan la mitad de su vida. Claro, Szyszlo, por ejemplo, que no sé si aún vive atormentado con la idea de la muerte. Recuerdo que para consolarlo le conté que un sabio loco había arreglado su trauma con esta endecha: “Yo no le tengo miedo a la muerte, lo único que deseo es que cuando venga no me encuentre”.

Los adjetivos

Para Mario, como para muchos escritores, los adjetivos son una rémora que impide el deslizamiento del lenguaje sin interrupciones. U otras formas retoricistas, que él evita. Vallejo declaró en España, que lo que más le costaba era congraciarse con el lenguaje. La precisión lo acuciaba, igual que a Mario que revisa tres o cuatro veces sus originales. Precisa de limpiar la hojarasca, trabaja como el viento arrastrando toda hoja caída en el otoño. “Me interesa mucho la estructura de mis obras, el estilo, lucho contra todo lo que está de más. Pulo. Trabajo mucho. Trabajo en mi casa, en las bibliotecas. Analizo los localismos, lo folklórico, soy muy exigente”. O muy profesional.
Según infiero, Mario comparte el mismo criterio de Raimundo Lida cuando afirma: “Los adjetivos se han hecho para no usarlos”.

El Poder Judicial

Desde la terraza de su residencia vemos el mar, ahora no tan pacífico, sino medio turbulento, como el mar Judicial. En efecto, estamos viviendo los peores días de nuestra historia republicana en lo que corresponde a la corrupción institucional. Salvo las excepciones de cliché, todos somos unos bribones, hay bribones en el Parlamento, en el ejército, en las municipalidades, en el periodismo, entre los trabajadores de construcción civil, y por supuesto, en el Poder Judicial, “ah, claro, en el Poder Judicial. Algunas de las últimas sentencias dictadas por magistrados me parecen como si se estuviera en los mejores días de Montesinos o de Fujimori. Lo de Calmet, me pareció aberrante, ¿cómo pudo ser eso posible?. Lo de Barreto, me pareció la gota que rebalsó el vaso. Desgraciadamente, todavía hay colusiones. Hay que seguir luchando hasta alcanzar la justicia que merece una democracia. Creo que La Corte Suprema de Justicia hará ahora lo necesario para cambiar la imagen deteriorada del Poder Judicial, tengo esa impresión”.

Bush y Sharon

“Por supuesto que no hay derecho a que Bush intente atacar a Irak. Le va a pasar lo que con Afganistán. Claro, Bush tenía razón frente al desastre provocado por los terroristas de Bin Laden a las Torres Gemelas, ¿pero que ha conseguido atacando Afganistán, un país tan lejano y tan pobre?. Nada, hasta ahora, nada. Lo mismo va a ocurrir con Irak. El problema no es solo Sadam Hussein. ¿Cómo puede estabilizarse la región cuando Arabia Saudita (uno de los países más ricos del mundo) es la fuente principal, logística, que apoya el desequilibrio?”.
Pero, parece que pocos se atreven a ponerle el cascabel al gato o sea, exigirle a Estados Unidos saque las manos de ese plato oriental. O ser más justo y exigente, por ejemplo, en el caso de Israel y Palestina donde la ley es: a más prepotencia israelita, más terrorismo palestino o sea, cada vez más muertes de ambos lados aunque en la proporción de 1/10. “Es una lástima la elección de Sharon. Me parece un absurdo cuando allí se precisa de personajes como Rabin, decididos a pactar, a negociar, porque no hay otra salida. Es un problema que precisa la intervención de la Comunidad Internacional para evitar la, cada vez más peligrosa polarización en el Medio Oriente”.

La Crónica y los muertos

En cierto instante, repasamos los huidos días del diario La Crónica, en la redacción de Pando cuando Mario tenía unos 15 años y cruzaba las salas de redacción con sus jóvenes ojos contradictoriamente llenos de timidez y asombro; y en la redacción de Tacna, cuando ya iba por los 20, era universitario y trabajaba en la revista Turismo.
Noté que Mario, -como Pedro Páramo cuando regresó a Comala-, pasó lista a los moradores de la redacción del tabloide púrpura, porque los recordó traqueteando sobre las generosas máquinas de escribir Remington o Underwood. Mario recuerda la escalera enclenque que llevaba al segundo piso, pero también a los periodistas.
Los enumeró uno por uno:
Gastón Aguirre Morales, y en vez de contestarle, presente, le contestè: !muerto!
Pedro Morales Blondet, “Guayaba”: !muerto!
El «viejo» Paz, de deportes: !muerto!
Becerrita, de policiales (y de Conversación en la Catedral): !muerto!
El «capitan» Nieves, también de policiales; !muerto!
El «gato» Marcoz: en duda (o medio muerto)
Los fotógrafos Alfonso y Abel Ego Aguirre: !muertos!
Alfonso Delboy: !muerto!
Antonio Olivas: !muerto!
Víctor Dorner: !muerto!
Milton von Hesse: !muerto!
Pocos quedamos vivos de esa Redacción de la década del 50: Tal vez, solo Carlos Ney Barrionuevo, (también recordado en Conversación en la Catedral), y yo.
Un viento frío de nostalgia nos enmudeció. Porque, de todos modos, la idea de la muerte es más dramática que la vida. Guardamos un minuto de silencio en el corazón a la memoria de nuestros ilustres amigos desaparecidos.

Monday, April 05, 2010

MARIO BUNGE, EL OTRO




HE leído ayer un artÍculo en un diario local y me ha traído vivos recuerdOs de Mario Bunge con quien sostuve una entrevista tanto honda como risueña. Me permito reproducirla en homenaje a tan brillante filósofo argentino:

Para esta entrevista al paso, el profesor Mario Bunge apareció en el hall de su hotel vistiendo un pulcro terno de casimir hecho a la medida de su alta estatura física e intelectual, sus ojos claros y una amplia sonrisa satisfecha.
Tomó asiento. Cruzó sus largas piernas que me parecieron haber producido un gran enredo de tibias y peronés, como me sucedió con Peter O`Toole (a quien Bunge admira) en un hotel del Cuzco. Allí le pregunté si le gustaría representar a Dios y él me contestó que no, que prefería hacer aún de un simple soldado de Shakespeare, pero no de Dios.
Bunge, instado a responder si le gustaría jugar ese papel o hacer de Napoleón o de Sócrates, me contestó que le gustaría representar a este último, acaso porque el ciego inmortal "enseñó a debatir racionalmente, como es deber de todos los maestros" o "acudir a las plazas públicas a discutir los problemas filosóficos, rebatir la falsa sabiduría y proponer sus propias opiniones", como informan los diccionarios de bolsillo.
Veinticinco siglos atrás, "la prédica de Sócrates chocó a los espíritus conservadores quienes lo acusaron de impiedad", mientras en este siglo, los positivistas acusan a Bunge de energúmeno o de algo así. Curioso porque "me pareció estúpido que pueda discutir hasta con los hermenéutas y no con los positivistas".
La guerra se inició cuando Bunge escribió su primer artículo contra estos en 1943, y va para una "Guerra de los 100 años", porque en 1953 volvió a publicar otro artículo contra ellos aquí, en Lima. "Hasta ahora no hay respuesta racional –confiesa Bunge- con lo que se demuestra la total ignorancia del positivismo sobre mi obra. Sucede, como si a un cristiano lo acusaran de musulmán".
-Lo que demostraría a su vez, la mala voluntad de los hombres, el funcionamiento mecánico de aquel gen egoísta y aquel gen altruista que todos portamos desde la noche de los tiempos, según el zoólogo norteamericano, Richard Dawkins", ¿no es cierto, profesor Bunge?.
-Dawkins no es zoólogo sino etólogo y no es norteamericano sino inglés y enseña en Oxford. Cuando publicó su obra discutí con mis alumnos. Nos desencantamos. Dawkins no es un investigador serio. Es cierto que el hombre es un producto de los genes de sus antecesores, pero también del medio ambiente en que se desarrolla, aún en el útero materno. Además, un hombre con el síndrome de Dawn no podría aprender el cálculo infinitesimal, pero sí ser un buen carpintero y ser feliz.

Le pregunté a Bunge si admira a Chaplin o a Bernard Shaw por su gran sentido del humor al que rocía con una pizca de ironía crítica cuando diserta, para no devenir sarcasmo. Dijo que sí. Recordé cuando en una de sus charlas magistrales organizadas por la Universidad Garcilaso de la Vega le contaron que en la Universidad de Ingeniería se estaba tratando de convertir a la neblina en lluvia para provocar la vida en el desierto. Felicitó a los científicos y contó que era diferente a lo que trataba de hacer la CIA norteamericana en el Africa: ahuyentar a las nubes para que no lloviera y se mantuviera la sequía en el desierto. ¿No sería en la Etiopía que por entonces era procomunista, profesor Bunge?.
Recriminando el comportamiento del hombre dijo que en muchas oportunidades procedemos como si fuéramos animales, "somos unas bestias" expresó sin compasión ni eufemismo.
Entonces, me pareció que hablaba como algunos argentinos que se creen hacedores del mundo. Hubo una vez un cataclismo universal, y luego de desaparecida toda señal de vida sobre la tierra, restregándose los ojos salió al descampado un mono sobreviviente. Por ahí le salió una mona que cuando estuvo a tiro de cañón, le mostró una manzana y le dijo coquetamente:
- "Servido che, comé", le alcanzó la manzana y el sabio mono argentino le contestó:
- "Mirá vos, a mí no me la hacés, otra vez".
Y comenzó una nueva era.

En referencia a estas cosas mayores, le pregunté al doctor Bunge qué es lo que más admira de la Creación, por ejemplo, a cuál de los cuatro elementos . - Los elementos no son cuatro, son 12 -intentó evidenciar mi ignorancia química.
- No, yo me refiero a...
- Ah, bueno, entonces, me fascinan todos los elementos. ¿Cómo no sentirse fascinado de ver cómo corre el agua de los ríos, cómo se mueve el mar, oír silbar al viento o ver arder una llama, una hoguera. Me imagino cómo debieron sentirse fascinados los hombres de la prehistoria frente al fuego.
- Como ahora mismo, profesor Bunge, "porque la vida/es fuego, según uno de los más hermosos versos de Washington Delgado, un poeta peruano.
- Pero, lo que supera toda mi admiración –exclamo Bunge realmente entusiasmado como si rugiera un león- es el hombre.
Y ni cómo ponerlo en duda.

El profesor Jorge Lazo le había contado a Bunge que yo fui el último periodista en entrevistar a Pol Pot. Bunge tuvo curiosidad por saber cuál era mi opiniòn sobre la kampucheano "kmer rouge". Le repetí lo que había escrito recientemente, que en dos horas no me fue posible asomarme a su alma y sondearla para apreciar cuán pérfido era como lo pintan y no poder opinar si merecía el cielo o el infierno.
Pero, Bunge ya tenía una opinión: "Pol Pot no fue genocida. Pol Pot fue cruel y su crimen de ordenar una masacre colectiva nunca podrá ser justificada. Genocidas son los que intentan acabar con una etnia como lo sucedido en Yugoslavia y eso no hizo Pol Pot", dijo.
Y convinimos en que genocidios son el provocado por Hitler, el de Boznia-Herzegovina, por ejemplo, mientras masacres, las de Chechenia, Hiroshima, My Lai, Shabra y Chatila y tantos otros crímenes de lesa humanidad de los que, por otro lado, está llena la historia y las páginas de la Biblia.

Después, le propuse: "Madame Rolland tiene dos dichos históricos: "Mientras más conozco a los hombres más quiero a mis perros", y acaso, antes de subir al cadalso: "Libertad, libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre".
- ¿Con cuál se quedaría usted, profesor Bunge?.
- Comencemos con que Madame Rolland fue una intrigante a la que se debieron muchas muertes. Luego, sus reflexiones son cínicas aunque no por eso dejan de cometerse muchos crímenes en nombre de la libertad. "Libertad o muerte" es una frase o grito de guerra que, en realidad, debería ser: "Libertad o Vida".
- Vida y no muerte, ¿no indica el miedo que a usted le produce la muerte?
- No, no le temo a la muerte ya que ésta es inevitable. A lo que le tengo temor es a una larga agonía, a una muerte prolongada en silla de ruedas, a la incapacidad de pensar.
- O sea que ¿más estima Ud., a su cabeza que a su corazón, profesor Bunge?
- No, por ambos siento la misma admiración y el mismo respeto.

Cuando Bunge estuvo en Lima en esos días, comprobé que sólo 4 de los 20 periódicos que se editan en la capital informaron sobre las conferencias que vino a dictar, mientras los 16 restantes se dedicaron a informar en primera página, sobre las nalgas de una vedette; un descuido imperdonable de las mesas de redacción o la normal vigencia de un rampante periodismo amarillo.
- El filósofo argentino Carlos Cossío dijo una vez que luego del florecimiento de un brillante periodismo de opinión, la prensa cayó en el mercenarismo, ¿Es esto cierto, profesor?
- En primer lugar, Cossío es un filósofo de tercera categoría. En segundo lugar, el periodismo siempre fue mercenario, sin que esto quiera decir que no exista una prensa seria hecha por periodistas serios como usted, Orbegozo. (muchas gracias, profesor Bunge), etc. etc.
- Usted siempre dice etc., etc.. Etcétera quiere decir "y todo lo demas". ¿por qué lo repite Ud., tanto, profesor, basta con un etc.. ¿Acaso, desconoce la norma gramatical o lo hace para reforzar su secuencia?
- No, no. Ese es uno de los tantos errores que cometo. Es un error.
Fue un mea culpa de Bunge hecho con solemnidad ostensible. Entonces, ví cómo al reconocer un error aunque fuera irrelevante, afloraba a su rostro la sobria mueca de la humildad que considero patrimonio de los sabios o los santos, como alguna vez vi en el rostro del arqueólogo aleman Trimborn o en el de la madre Teresa de Calcuta.

Mario Bunge contó que los filósofos que más han influido en su formación, los que acaso siguen influyendo en el Bunge maduro, son Aristóteles, el estagirita; Leibinitz (sin t, me corrigió el maestro, que observaba curiosamente mis apuntes) el de las mónadas y el cálculo infinitesimal, y Bertrand Russell, aquel brillante papa inglés de la filosofía al que entendemos aún los que nos consideramos monaguillos.
Le escuché decir en una de sus conferencias que los hombres, los maestros, en especial, deben hablar o escribir en lenguaje muy claro para que se les entienda. Recordé que Borges cita a John Donne cuando afirma que "El Espíritu Santo es un escritor elocuente y un copioso escritor, pero no palabrero, tan alejado de un estilo elocuente, como de uno superfluo".
- De la misma forma como escribe Borges, profesor Bunge?
Bunge ha desenrollado sus largas piernas de basquebolista norteamericano o sus serpientes, y se ha inclinado sobre mis apuntes y ha opinado que "claro, como Borges" aunque creo que más le gusta García Márquez al que ha alabado haciendo chisporrotear su lengua y brillar sus ojos celestes.
- Ah, y también –agregó- me gusta mucho Miguel Delibes (yo he escuchado sólo a di León, el músico) y León Tolstoy y James Austen, ah, y Cervantes, un genial novelista moderno.
- ¿Cómo moderno, profesor Bunge, si Cervantes es del 1600?
- Cervantes es el fundador de la novelística moderna -se regocija Bunge recordándolo, mientras esa mañana vemos al Caballero de la Triste Figura cuando "yendo por una calle alzó los ojos y vio escrito sobre una puerta, con letras muy grandes: "Aquí se imprimen libros", de lo que se contentó mucho, porque hasta entonces no había visto emprenta alguna y deseaba saber cómo fuese".

Yo, también deseaba saber como fuese: 1) ¿qué es lo más temible, si el cáncer o el exagerado usufructo del poder; 2) si él le teme más al paso del tiempo que a la pobreza; 3) si el marxismo tiene algo de cristianismo y; 4 ) qué opina sobre el neoliberalismo.
Y, Bunge opinò que: 1) ambos son temibles: el usufructo exagerado del poder y el cáncer, anque éste es un mal individual y aquél un mal colectivo (simbiosis a la que Manuel D´Ornellas llama "el cáncer del poder"), y agregó Bunge que, aunque parezca exagerado sólo 1/5 de la humanidad vive en relativa libertad, mientras el resto está oprimido por alguna forma de poder, el cual no es sólo político sino también económico o cultural. Y respondiendo 2) que la pobreza es tan temible como el paso del tiempo y que 3) el marxismo tiene mucho del cristianismo, por ejemplo, lo de la fraternidad humana, ambos aspiran a crear un mundo mejor aunque los cristianos lo ejecutan mientras los marxistas sólo lo desean, por lo menos, los cristianos de aquellas sectas del Mar Muerto, ellos tenían bienes comunes que ahora, la iglesia descarta; y 4) ¿sobre el neoliberalismo?, espero que termine pronto, porque no se fundamenta en nada científico, no favorece a todo el mundo sino sólo a los ricos. Nadie lo ha de seguir en adelante. Realmente, lo que le debe interesar al mundo de hoy es alcanzar una plena democracia, no aquella que nos hace participar sólo para votar una vez cada cuatro o cinco años. Precisamente, de una democracia que nos haga participar a todos, a menudo, como en Suiza donde se hacen consultas populares cada dos o tres meses".

El discurso de Bunge habría seguido si el referí del tiempo no hubiera tocado su silbato y marcado el fin de los 30 minutos de juego. Sin embargo, en el breve tiempo suplementario, como cuando jugaba el futbol en su niñez allá en mi Buenos Aires querido/cuando te volveré a ver, Bunge se dedicó a recordar a Martha, su extraordinaria mujer y matemática conocida internacionalmente, y a sus hijos. Le brilló el ánimo y el orgullo le apretó el cuello como un tierno asesino, cuando se refirió a Eric, de 29 años y ya arquitecto, y a Silvita, de 22, que estudia neurobiología.
Un final de entrevista más sentimental que erudito.