MAS ARMAS PARA CHILE
El comentario no se refería exclusivamente al SMO sino al armamentismo chileno. Decía así:
“S.M.O. que se suprima en el Perú...
asi evitamos una guerra y no utilizamos lo siguiente:
La Armada chilena adquiere misiles Harpoon para sus aviones
Santiago de Chile, 20 sep (PL) Chile contrató la conversión de una decena adicional de misiles Harpoon a la versión aire-superficie, por un valor de 15 millones de dólares, según un comunicado del Pentágono dado a conocer hoy aquí por medios locales.
Con la incorporación de estas poderosas armas, la Escuadra y la Aviación Naval incrementarán su capacidad de atacar objetivos tácticos y estratégicos tanto en el mar como tierra adentro, subraya la información, que reproduce el periódico digital El Mostrador.
De todas las instituciones castrenses, la Armada fue -junto a la Fuerza Aérea- la más favorecida con las millonarias compras militares realizadas por el gobierno del ex presidente Ricardo Lagos antes de dejar La Moneda en marzo pasado.
A los dos submarinos del tipo Scorpene, especialmente construidos para Chile en Francia y España, se suman cuatro fragatas de segunda mano adquiridas a Holanda y otras tres, también usadas, compradas a Inglaterra.
A lo anterior se agregan tres helicópteros de fabricación europea comprados de segunda mano en Estados Unidos.
Pero la lista no termina ahí. A la reciente partida de misiles antiaéreos Sea Wolf y antibuque SM-39 Exocet adquiridos en febrero pasado al consorcio francés EADS, se añaden una veintena de misiles Harpoon Block II a la empresa Boeing de Estados Unidos.
Los veinte misiles son de la versión superficie-superficie, destinados a ser instalados a bordo de las nuevas fragatas holandesas y británicas. A ellos se suma ahora la conversión de una decena adicional de misiles Harpoon aire-superficie.
Si bien el comunicado de Boeing no señala a qué entidad de las Fuerzas Armadas serán destinadas estas armas, todo indica que son para la Marina, según El Mostrador, que cita fuentes ligadas a círculos militares.
Las armas están destinadas a equipar los aviones P-3A Orión que opera la aviación naval en la actualidad que, de esta manera, sumarán a sus cualidades de exploración una capacidad de ataque a unidades de superficie, indicaron las fuentes.
Aunque en esencia el Harpoon versión Block II es un misil similar al Exocet MM40 block II que ya poseía la Armada, el estadounidense tiene capacidades que se aproximan más a las de un misil de crucero.
Los Harpoon poseen un sistema de navegación que les permite volar a muy baja altura, pudiendo esquivar obstáculos, para llegar a su objetivo con máxima precisión.
Tienen un sistema de navegación autónomo con el que pueden abortar un ataque si enfrentan defensas o contramedidas muy densas, para iniciar un nuevo ataque sobre el mismo blanco pero desde otra dirección.
Posee un alcance de más de 120 kilómetros, que supera significativamente los 50 de los Exocet, lo que le permite atacar blancos terrestres no sólo en la costa, sino también tierra adentro además de buques en alta mar”.
Este cable noticioso nos informó detalladamente algo sobre el incremento del poderío bélico de Chile.
Pero lo que más debería llamar la llama la atención es que los chilenos –aunque podrían no ser todos- se deleiten promocionado su poderío militar.
En numerosas oportunidades me he ocupado del armamentismo chileno y lo he recusado en mi calidad de ciudadano libre que soy y de mi preocupación porque no hubiera más guerras no solo entre nuestros países sino entre cualesquiera otros, del mundo.
La situación del armamentismo chileno preocupa realmente a geopolíticos, políticos, periodistas, etc., de prestigio reconocido que ven en este asunto algo más que una velada amenaza para la paz regional y, claro, más para el Perú.
El conocido internacionalista, Alberto Bolívar, comentó oportunamente la noticia difundida en Chile e insertada por el blogger chileno, en este sentido: “La semana pasada, voceros peruanos anunciaron la reanudación de las llamadas reuniones “Dos más Dos” (en las que paricipan los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa de Chile y Perú, y el último sábado, el embajador chileno Cristian Barros –en declaraciones publicadas eñ domingo 17 en LA PRIMERA y otros medios, subrayó la necesidad de que las FF.AA de ambos países retomen el proceso de homolgación de sus gastos bajo la supervisión de un organismo internacional como la Comisión Económica para América Laatina (CEPAL)”
Bolívar describe el armamento al que se refiere el comentarista chileno aparecido en El Mercurio el miércoles 20 de stiembre.
Luego, desencantado resume: “Surge entonces la pregunta ¿cómo y qué vamos a homologar?. Según el diccionario de la Lengua Española, “Homologar” quiere decir: “equiparar, poner en relación de igualdad dos cosas”. ¿Vamos a homologar sus Leopard II con nuestros T’-55 ) seis de los cuales desfilaron el año pasado en la parada militar, plantándose dos, lo que constituyó un verdadero papelón. Al menos este año tuvieron el buen tino de presentarlos montados sobre camiones-grúas".
Y a eso voy nada más. Hay una gran preocupaciòn en todos los ámbitos, máxime cuando el mismo Bolívar afirma que Chile es un país soberano, que puede comprar lo que quiera, armarse hasta cuando quiera, etc., pero...”. Verdades de a puño que a los peruanos debe incubirnos fundamental aunque gravemente y, por cierto que, también a las más altas autoridades mundiales.
No puede ser que la OEA, la ONU, por ejemplo, a pesar de su poca capacidad disuasiva, no estén preocupados por el armamentismo chileno ni por el gozo de una mayoría de ciudadanos de ese país que debe soñar, con Portales, en ser aunque sea a las malas, la primera potencia de este lado de América.
Un articulo del conocido periodista César Hildebrandt publicado recientemente recuerda con virulencia a don Nicolás de Piérola por haber traicionado al Perú en el 79, más preocupado en su obsesión presidencial que en la guerrra del desastre. El artículo de Hildebrandt nos despierta para no estar dormidos ante cualesquiera movimientos politicos y estratégicos contra nuestro país, porque así nos lo restrega la historia.