CRISIS LATINOMERICANA
El problema creado por las declaraciones de Chávez es muy complejo y solo puede ser aquilatado dependiendo del color del cristal con que se mira. Si quien emite su opiniòn es pro chavista, pues, su opiniòn será a su favor; si es antichavista, ni hablar, su opiniòn será contra Chávez.
Como en este lío está de por medio, el candidato presidencial Ollanta Humala, la relaciòn con él también es connotativa a esos parámetros: a favor de Chávez si está a favor de Ollanta y, al revés, contra Chávez si está contra Ollanta.
El lío, la crisis política se circunscribe a esas relaciones.
Desde un punto de vista neutral –la neutralidad cien por ciento no existe ni siquiera en la cibernética menos en la comunicaciòn social- se tendrá de condenar a Chávez por la dureza de sus calificativos contra García. Toda una demostraciòn de incultura política y diplomática común y corriente.
Debemos eso sí recordar que quien comenzó el lío fue García, dada su lengua larga y su arrogancia. Todos conocemos que el lenguaje político de este candidato es de una exagerada facilidad de palabra más que de ideas, lo que lo convierte en inexpugnable.
En una discusiòn con Ollanta Humala como lo está sugiriendo, García se lo comería vivo. Porque ambos boxeadores son de tipo diferente. En el ring, un peso pluma y un peso pesado, este lo aplastará sin misericorida.
Nadie podrá calificar a Chávez de impolítico, máxime si su idea fuera o es apoyar aunque sea desde lejos a Humala. Repito: solo los humalistas y los antiapristas a ultranza lo alabarán; los contrarios, lo condenarán como ha sucedido con la prensa local.
Chávez, para algunos diarios, no es una persona humana, sino una bestia, un gorila; dos o tres primeras páginas han salido engalanadas por "King Kong" amenazando desde Caracas.
A estas alturas del partido todos han olvidado que fue García quien empezó el lío, desde cuando dsijo que si Humalas rehuía la confrotaciòn peersonal pública sobre sus programas de gobierno, “discutiré con su mentor, con HugoChávez”, dijo García prepotentemente luego de calificarlo de “sinverguenza”.
Fue García entonces quien comenzó al soltar un termino que se convirtiò en el origen de todo este lío: el de calificarlo de "sinverguenza", lo que pinto de cuerpo entero la intolerancia. Hay que recordar que intolerantemente García le tiro una patada a un pobre hombre de sus huestes que iba delante de él en un mitin. Eso le valiò que la prensa lo bautizara como "La patadita”, que lo usa cuando lo cree conveniente.
Chávez descargó entonces las frases más duras que le ha podido decir un personaje que es nada menos que presdente constitucionasl de una república, respetable, se quiera o no, respetable se esté o no con sus ideas.
Ahora bien, para muchos peruanos, lo que Chávez le ha dicho a García, tienen asidero. Y aquì, viene lo que dije al inciar este artículo. Todo depende del color del cristal con que se mire. Los apristas o simpatizantes del apra o enemigos de Humala, despotricarán de Chávez, mientras los del otro lado del río, no, hasta lo alabarán.
Porque es cierto que sobre García pesan las acusaciones que Chávez le ha hecho desde Caracas. García tiene acusaciones de ser un violador de los Derechos Humanos y existen sospechas de que es dueño de propiedades más alla de sus posibilidades, de haber sido adquiridas no honradamente. Además, y esto sí es incontrastable, su gobierno fue un desastre, por lo menos, desde el punto de visto econòmico. Jamás en la historia, el Perú tuvo una inflaciòn como la causada por los ministros de economía apristas.
Entonces, cuando se tiene “rabo de paja” se debe caminar con mucho cuidado.
Hay que tomar en cuenta que Humala está siendo satanizado porque dos o tres cudadanos lo acusan de haber matado s sus parientes cuando aquel se desempeñó como jefe de patrullas en un rincòn de la selva llamdo Madre Mía. Eso sucedió cuando el terrorismo asolaba no solo esas regiones lejans sino otras, tan cercanas como Lima.
Esa es una acusaciòn cuya investigaciòn judicial no está ni siquiera terminada y a Humala ya se le grita “asesino”.
En los tiempos de Garcia, cientos de terroristas fueron avasallados en el Frontón y otros lugares por las Fuerzas Armadas de las cuales, él era el jefe Supremo. Moral y políticamente su culpabilidad es inobjetable.
Esta crisis artificial creada desde el extranjero corrobora la situaciòn política deleznable en la que vive nuestro pobre país. Un ex presidente que gobernó está a punto de volver a ser el primer mandatario. Eso ha pasado ya en nuestra historia, auqnue quienes repitieron el plato no tuvieron escritas páginas tan nefastas como las de Garcia.
Como lo afirman algunos analistas, hoy se debaten nuevas ideas de tipo geopolítico: Chávez, con razón o sin ella, con fundamentos o no, con visiòn futurista de desarrollo real o no, pretende conformar un movimiento de países que se preocupen por su futuro alejados de la intervenciòn de los Estados Unidos.
La furia de Venezuela vino luego de que Colomiba y Perú están al borde de firmar el famoso TLC con el gran país del Norte. Evo Morales, recientemente elgido presidente de Bolivia y frontalmente amigo de la doctrina o ideas políticas de Chávez, le dijo “traidor” al presidente peruano Alejandro Toledo luego de que con toda pompa anunciò el haber puesto la primera piedra del TLC Perú-USA.
O sea, hay dos tendencias en este lado de América que, por supuesto no tocan a Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay ni Brasil. Ecuador esta en silencio, pero no hay que olvidar que este país tiene una gran influencia andina, capaz de insurgir como fuerza definitoria en este lado de América.
Lo ideal sería hacer esfuerzos porque el clima de violencia se morigere, que los personajes que están interviniendo vean que el problema no son ellos sino el pueblo, las grandes mayorías que están venidas a menos, pobres, sin educaciòn, enfermos y sin trabajo.
Eso sería lo ideal, a eso debemos tender los peruanos: poner aunque sea un grano de arena hasta alcanzar esa soluciòn salvadora.