GUERRA ATÓMICA A LA VISTA
NACIONALES: Ha juramentado el nuevo Ministro del Interior, acaso el ministerio de mayor complejidad y responsabilidad cívica y política. La nueva autoridad es un viejo militante aprista, Luis Alba Castro, que ha desempeñado numerosos cargos partidarios durante su vida política.
Fue ministro en la época del debacle económico del Apra en su primer gobierno. Ojalá ahora se desempeñe peruana y no apristamente. De esos cargos se deben responsabilizar gentes con cabeza dura. En algún blog anterior, dijimos que una de las primeras cualidades –de las tres que señalamos- para desempeñar un cargo público, es la de no robar, pero, a su vez, la de no dejar robar. Y por eso han hecho lo que han querido con la ex Ministra Pilar Mazzetti: no robó, pero dejó robar. Pocas mujeres, en estos últimos 50 años, desfilaron por un Ministerio u otro alto cargo político, como la Mazzetti. Inteligente, honrada, digna, sin el menor atisbo de figurettismo, vehemente por apoyar al desarrollo del Perú, primero como ministra de Salud y luego como Ministra del Interior; los apristas con poder desembozaron sus viejas mañas y bajos instintos y la zamaquearon como quisieron hasta que la desaparecieron. "Se va, no se va, se va, no se va", hasta que se fue, como el último pétalo de la margarita. El pueblo es muy sabio, inventó un proverbio insoslayable: “El hilo se rompe por el lado más débil”. El lado más débil de la corrupción en el Interior, fue Pilar Mazzetti. Quienes no tenemos ningún interés, que no sea el del bienestar y el desarrollo del Perú, la vamos a extrañar mucho.
INTERNACIONALES: Peor que el calentamiento de la tierra porque todavía la catástrofe se produciría a finales de este siglo, es la aparición de negros nubarrones de guerra en el horizonte: nuevas bombas atómicas para uso de países que, por otro lado, tienen todo el derecho de poseerlas. Primero, fue Corea del Norte, país al que finalmente domaron los halcones y lo dejaron con los crespos hechos. "Pararemos nuestra carrerita nuclear", dijeron los súbditos de Kim Jon Il
Ahora, es Irán.
Hace tiempo que Irán anunció estar preparando urgentemente la producción de energía atómica “con fines pacíficos” como lo dicen todos cuando empiezan la odisea, como Chile, ahora.
Por supuesto que de inmediato el gran gendarme del mundo, le advirtió que no se metiera en esos asuntos, que mejor sería dejar de provocar a las grandes potencias.
Pero, los iraníes no les hicieron caso y les respondieron a todos los delegados de países poderosos como de los EE. UU., o de la ONU; les dijeron que muchas gracias por sus consejos o sus advertencias, pero que de todas maneras, en uso de su soberanía, iban a seguir con sus ensayos nucleares.
Las cosas se han pasado ya de la raya y el cerco ha empezado. El Japón ya envío un satélite destinado a rastrear todo los rincones de Irán para ver qué hace.
Luego Israel está listo a atacar a Irán. Esto no pasaría sino de una amenaza más, propia de un país con poder. Pero, el caso es que Israel también tiene bombas atómicas y que se sepa, nunca pidió permiso a nadie para tenerlas ni jamás los EE. UU. le advirtieron que no debía tenerlas.
El caso es que cada día se va agravando la situación y algunos políticos con toda la sensatez del mundo, tiemblan ante la posibilidad de un ataque a Irán y el acabose, porque ya no se trata solo de un país, sino de una raza, de etnias populosas y de religiones fanáticas en toda el Asia.
¿A qué Dios deberíamos rezar, a Alá, a Jehová, a Buda, a Jesús, a Mahoma, a quién para que ponga freno a estos poderosos belicistas que a punto de bombas A quieren dominar el mundo?.
En este momento yo voy a arrodillarme y a rezar un Padre Nuestro a Jesús, que es el Dios de mi infancia.
“Padre nuestro que estás en los cielos....”
CONVENIO PERU-CHILE
Nuestros países han llegado a un acuerdo trascendental, –nada con la delimitación marítima- sino con las empleadas domésticas: las Ministras respectivas han firmado un Convenio (Ver diario EL CORREO)que permite que las peruanas y las chilenas que trabajan en dichos países, pueden enviar giros a sus familiares. Y que, ambas podrán disponer de seguro social o sea de jubilación forzosa. Excelente noticia.
Lo único malo es la desventaja: mientras el Perú tiene 90 mil trabajadoras en Chile, Chile tiene solo 9 mil trabajadoras en Perú. Otra desventaja: humillante: mientras las peruanas, en su inmensa mayoría, son “trabajadoras del hogar” o sea “sirvientas”, -como se las llamaba antes-; las chilenas, en su mayoría, son empleadas de tiendas comerciales, etc. No hay una sola empleada doméstica o sirvienta. Felicitaciones a las chilenas y qué pena, las peruanas.
¿Cuando, se revertirán o solo se igualarán las condiciones de trabajo de ambas nacionalidades?.
Algunos periodistas chilenos han escrito que este Convenio es una cortina de humo, un esguince del gobierno chileno para dilatar el arreglo de la delimitación marítima en Tacna. (No lo decimos nosotros, sino ellos. Gracias)